Título: MENDOZA: MAS DE 12.000 KM DE CANALES (03/07)( La Nacion)
|
Argentina - 03/07/2005
En Mendoza, suelen afirmar que el superintendente general de Irrigación es la persona más poderosa luego del gobernador. Por esto, al jefe del organismo destinado a administrar un recurso tan vital como escaso se lo conoce como el gobernador del agua.
Recorren la provincia para llevar el agua hasta las fincas
En Mendoza, suelen afirmar que el superintendente general de Irrigación es la persona más poderosa luego del gobernador. Por esto, al jefe del organismo destinado a administrar un recurso tan vital como escaso se lo conoce como el gobernador del agua.
El Departamento General de Irrigación es un organismo que opera con autarquía institucional y financiera. Maneja un presupuesto de $ 30 millones por año para llevar agua -en el nivel de los diques y los canales de distribución- a más de 80 mil empadronados registrados en más de 150 Inspecciones de Cauce, organizaciones independientes de usuarios que son las encargadas de entregar el agua a los agricultores.
La red de canales por la que viaja el recurso hídrico tiene una longitud equivalente a la distancia entre Buenos Aires y Alaska: mide 12.430 kilómetros.
La primera parte de esta red es operada por Irrigación. Luego intervienen las Inspecciones de Cauce, que elaboran los cuadros de turno y asignan un espacio de tiempo durante el cual cada usuario recibe el agua en su propiedad en función de la superficie. En este punto interviene el tomero, una persona encargada de conducir el agua desde los canales hasta las propiedades con derecho de riego mediante el movimiento de compuertas. Por ese derecho de riego el propietario paga un canon anual que varía entre $ 45 y $ 130 por hectárea, de acuerdo con la zona. El uso recreativo se paga entre dos y tres veces más que el uso agrícola.
La competencia por el agua en una zona donde escasea es un hecho que todo el mundo reconoce y nunca faltan las acusaciones de corrupción contra los tomeros por parte de los productores.
Además, los distintos oasis productivos también compiten entre sí. Las denominadas "zonas altas" de Mendoza -San Carlos, Tupungato y Tunuyán- son las que reciben el agua primero por encontrarse más cerca de los diques derivadores. Mientras que las zonas más alejadas pagan las pérdidas por infiltración de los canales. "Aunque lo auditemos y lo controlemos en forma permanente, siempre las primeras tomas de los canales o las zonas altas tienen mejor posibilidad de satisfacer mejor sus necesidades que las zonas más bajas", señala Duarte.
|
