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Título: VEGA: “ES NECESARIA UNA NEGOCIACIÓN CON EL URUGUAY PERO CON REGLAS DE BUENA FE” (03/03)(APF Digital)
Argentina - 03/03/2006

Argentina, suspendiendo los cortes de ruta y las acciones judiciales, y Uruguay suspendiendo el avance de las obras.


El especialista en Derecho Ambiental, Juan Carlos Vega, consideró “necesaria” una negociación con la República Oriental del Uruguay para superar el conflicto suscitado por la instalación de dos papeleras en Fray Bentos, pero “con reglas de buena fe: Argentina, suspendiendo los cortes de ruta y las acciones judiciales, y Uruguay suspendiendo el avance de las obras”.
En una columna periodística, el catedrático fijó “el contexto de los hechos en que se mueve el conflicto por las papeleras para poder así dejar de lado en el análisis los chauvinismos, los oportunismos y los dogmatismos ecologistas y economicistas. Pretendo que la gente opine y se posicione libremente en base a la realidad, no con mensajes direccionados por intereses políticos o económicos”, acotó.
En ese marco, señaló los siguientes puntos:
1) Existen 700.000 hectáreas de plantaciones de eucaliptus globus en Uruguay que inversiones extranjeras desarrollan hace más de 12 años, con beneficios fiscales y que sólo sirve como materia prima para la producción de pulpa de celulosa. Es decir que las papeleras no son sino la última etapa de un proyecto diseñado desde Europa y en ejecución desde hace un decenio.
2) Las dos papeleras de Fray Bentos producirán durante 40 años el mayor volumen anual del planeta de pulpa de celulosa (etapa sucia en la fabricación del papel), que será comprado principalmente por los países europeos dueños de la inversión. Son 1.500.000 toneladas anuales de pulpa de celulosa mediante el método TCE o Kraft. Esta metodología estará prácticamente prohibida en los 24 países que conforman la Unión Europea a partir de octubre de 2007.
3) La producción de pulpa de celulosa en base a astillas de madera es considerada por estándares internacionales como una de las tres industrias más contaminantes del medio ambiente. Es decir que está fuera de discusión técnica que esta producción es altamente contaminante.
4) El río Uruguay es un río binacional, con bajo caudal de agua y con un ecosistema único en el Mercosur. Está sometido en su regulación y aprovechamiento al Estatuto del Río Uruguay, firmado por Argentina y Uruguay, que obliga a las partes a consultar a sus vecinos frente a cualquier emprendimiento en sus riberas que pudiera afectar la navegación o el ecosistema. La instancia de resolución de conflictos entre los Estados ribereños está prevista en el propio Estatuto: la Corte Internacional de la Haya. El informe de la delegación argentina en el Grupo Técnico de Alto Nivel de las dos cancillerías es contundente en afirmar que Uruguay nunca consultó a Argentina sobre el proyecto ni envió información técnica fidedigna.
5) Es real que Argentina tiene en funcionamiento 10 plantas de pulpa de celulosa en cinco provincias con el mismo método productivo y consecuencias contaminantes idénticas a las de las papeleras de Fray Bentos. Pero ninguna está instalada sobre un río binacional y sus volúmenes de producción no alcanzan al 30 por ciento de los proyectados en Fray Bentos. Aún así, se debe reconocer que nos contaminamos a nosotros mismos.
6) No existen antecedentes en el mundo de un volumen de producción de pulpa de celulosa como el proyectado. Ello dificulta la posibilidad de proyectar análisis matemáticos de zona de impacto ambiental acumulado, como de saber cuál debería ser la forma eficaz de controlar la inevitable contaminación. Este hecho se transforma en dramático cuando vemos que el órgano estatal uruguayo de control del medio ambiente (Dinama) tiene una planta de sólo 18 técnicos y carece de toda experiencia en materia de control de contaminación de pulpa de celulosa.
7) Aún no ha podido hacerse nunca el informe técnico de impacto ambiental transfronterizo que exige el caso. Uruguay no lo quiere porque entiende que son suficientes los informes de las empresas extranjeras. Existe un informe preliminar de la cátedra de Hidrología Ambiental de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) que concluye con la alta probabilidad de un fuerte impacto ambiental. El informe Sajenovich, en manos del Congreso argentino, estima el daño económico que producirán las papeleras en 20 años en 1.200 millones de dólares.
8) Por su parte, el Banco Mundial (BM) ha congelado el trámite interno de otorgamiento del crédito hasta tanto se expida su ombusdman Meg Taylor sobre los hechos denunciados. Esa auditoría está concluida y a la espera de la decisión del presidente del BM, Paul Wolfowick, de darla a publicidad. El crédito solicitado por las papeleras asciende a 400 millones de dólares.
9) Hay tres espacios jurídicos abiertos en torno a este conflicto por la provincia de Entre Ríos. Ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA se lleva adelante el caso por el cual gobernador y vice de Entre Ríos denuncian al Estado de Uruguay por violación de la Convención Americana de Derechos Humanos. Existe simultáneamente una denuncia presentada ante la ombusdman del BM, por la cual se pedía la suspensión de los créditos por haber incumplido las empresas con las exigencias legales de transparencia y control ambiental exigidas por el mismo BM. Existe finalmente una denuncia penal ante la Justicia Federal argentina contra los directivos de las papeleras, por contaminación en grado de tentativa. A este contexto de espacios jurídicos ya abiertos se debe agregar la decisión del Gobierno nacional de acudir a la Corte Internacional de Justicia de la Haya.
10) Los reales puestos de trabajo que generarán las papeleras una vez en funcionamiento no serán más de 250. Aquellos con funciones técnicas serán, sin duda, cubiertas por finlandeses, lo que echa por tierra el falso dilema de economía versus ecología.
11) La zona geográfica donde se instalarán las papeleras es la del Acuífero Guaraní, tercera reserva de agua dulce del planeta que pertenece a los cuatro países del Mercosur y se halla a 1.200 metros de profundidad. El impacto de la contaminación inevitablemente llegará al acuífero (Informe Facultad Ciencias Exactas, UNC).
12) Son tres los motivos que las empresas europeas reconocen que las llevan a instalarse en el Río de la Plata y a exiliarse de Europa: “a) bajo costo de mano de obra; b) gratuidad en el agua dulce y c) flexibilidad ambiental” (textual semanario Brecha de Montevideo). Estos son los hechos verdaderos sobre los cuales se debe opinar.
• La necesaria negociación
“¿Qué argentino puede no estar de acuerdo con que debemos negociar y llegar a un acuerdo con Uruguay?”, preguntó Vera, y luego sostuvo que “para negociar debemos conocer los hechos. Argentina tiene tristes experiencias de negociaciones internacionales a las que llega condicionada y es derrotada. Uruguay está decidido a llegar a la negociación con las papeleras terminadas. Argentina no lo debe permitir. El uso del derecho vale y debe continuar. Por eso la presión social de los orgullosos ambientalistas entrerrianos pesa mucho y debe mantenerse”.
“También debemos transparentar qué sucede con Tabaré Vázquez. ¿Por qué actúa como lo hace, en contra de su historia personal de defensa del medio ambiente y de pleno apoyo al Mercosur? Creo que Tabaré es prisionero de decisiones heredadas. Está condicionado por los intereses económicos de las papeleras que a su vez están obligadas a trasladar sus producciones de Europa hacia otros puntos. Al mismo tiempo, es prisionero de su política interna, porque si cede frente a los argentinos, Lacalle y Sanguinetti lo golpearán muy duro”, afirmó.
Finalmente, sostuvo Vega que “la negociación es necesaria pero con reglas de buena fe: Argentina, suspendiendo los cortes de ruta y las acciones judiciales, y Uruguay suspendiendo el avance de las obras. Sólo así se podrá y se deberá negociar. Los argentinos en un 90,6 por ciento (encuesta Zuleta Puceiro) reconocemos que la cuestión central en este conflicto no son los cortes de rutas de vecinos orgullosos de su ciudad y de su río, sino la alta contaminación que producirán las papeleras europeas, que son trasladadas sólo porque las exigencias legales ambientales en nuestros países son inferiores y aquí se puede contaminar”.
Fuente: APF.Digital.com.ar

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