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Título: Mendoza: El aluvión dañó 4.000 hectáreas y dejó ..
Argentina - 16/02/2005

En la atmósfera del día después también se respiraba una deuda pendiente: un presa que nunca se construyó y que, según los especialistas, hubiese aminorado las consecuencias.

Cuatro mil hectáreas de cultivos con daños del 100 por ciento. Al menos 50 viviendas inhabitables. Más de 500 casas anegadas y cerca de 300 evacuados. Esto es, en parte, el saldo que dejó el aluvión del lunes por la tarde en Luján y Maipú. En la atmósfera del día después también se respiraba una deuda pendiente: un presa que nunca se construyó y que, según los especialistas, hubiese aminorado las consecuencias.
Los 87 milímetros que cayeron durante una hora, equivalen al 45 por ciento de la precipitación media anual de Mendoza. La magnitud del fenómeno, sumada a la concentración geográfica colapsaron las zonas afectadas (sobre todo Perdriel, Agrelo, Barrancas) en pocas horas.
Pero según las estimaciones de la Dirección Provincial de Vialidad, muchos inconvenientes podrían haberse evitado si hubiese estado construida la presa de Chacras de Coria.
“Hace veinte años que esa obra está proyectada. Nosotros venimos incluyéndola desde el ‘99 dentro de las cinco obras más importantes de la provincia. Pero nunca tuvimos los 120 millones de pesos que fueron presupuestados para hacerla”, explicó Osvaldo Romagnoli, gerente operativo de Vialidad.
El colector en cuestión, ideado hacia el oeste de Chacras de Coria sobre el oeste de la ruta Panamericana, no tiene posibilidades de concreción, según el director de Hidráulica, Luis Guisasola (ver aparte). Para él, el emprendimiento es dificultoso debido a que la ocupación humana sobre el pedemonte generaría gran cantidad de expropiaciones.
Desolación y emergencia
Más allá de los proyectos que ahora se plantean, obras hidráulicas o la creación de un fondo de asistencia para los damnificados; lo tangible en medio de la desolación era la cantidad de personas que lo perdieron todo bajo el agua.
En la recorrida que hicieron el intendente de Luján, Omar De Marchi, el gobernador Julio Cobos y los responsables de Defensa Civil, detectaron que al menos 50 casas están “inhabitables”, mientras que otras 500 sufrieron daños de menor cuantía.
“De los 223 evacuados, 98 son niños. Hoy, (por ayer) de a poco fueron regresando a sus hogares. Pasado el mediodía se restableció el servicio eléctrico en los barrios Coni, San Cayetano y en la calle Terrada”, precisó el director de Defensa Civil, Adriano Odorico.
Por lo pronto, la Cámara de Senadores aprobó ayer la declaración de emergencia social y agrícola para las zonas afectadas. La iniciativa será tratada hoy en Diputados y habilita al Gobierno a acelerar la ayuda social y económica para los damnificados por el temporal. Además, otorga beneficios impositivos y crediticios para los productores.
“El terraplén del ferrocarril actuó como un dique de contención y al mismo tiempo facilitó la inundación de los barrios aledaños”, según explicó el subsecretario de Infraestructura, Carlos Santilli.
Después del desastre, la evaluación de Obras Públicas concluyó en que las alcantarillas no alcanzaron para escurrir el agua. Y que como el hielo había formado una capa de 70 cm. al costado del terraplén, imposibilitó que drenara. Algo similar ocurrió con la flamante doble vía Luján-Tunuyán: el hielo tapó algunos desagües y facilitó la inundación.
Ayer por la tarde, las máquinas viales trabajaban para tapar los socavones que sufrió el Canal Cacique Guaymallén a la altura de El Algarrobal. Y en la hijuela de Chacras de Coria removieron la loza trizada.
También los cultivos de los distritos mencionados recibieron los embates de la tormenta. En total, suman cuatro mil las hectáreas dañadas, ocupadas en su mayoría por viñedos, en la mejor zona vitivinícola de Mendoza.
“El panorama era dantesco. De 20 hectáreas que tiene la bodega en ese lugar, un 70 por ciento tiene pérdidas de más del ciento por ciento, porque esos palos pelados no tienen posibilidad de recuperación para el año que viene. De todos modos, y como teníamos casi un treinta por ciento ya cosechado, no lamentamos peores consecuencias”, contó Luis Steindl, gerente de Operaciones de Norton.
En cambio, para la bodega Lagarde, la situación fue más comprometida. Los viñedos de uvas finas no estaban protegidos con tela antigranizo y la piedra destruyó las plantaciones de merlot, syrah y viognier.
Avión en emergencia
Los dos Cessna 340 de la Lucha Antigranizo volvieron al trabajo ayer, tras el accidente que se cobró la vida de dos pilotos la semana pasada, pero el regreso fue sin mucha suerte. Ayer por la tarde, a un avión se le rompió una de las mangueras de uno de los motores y debió volver de inmediato a la base en San Rafael. Entonces los mecánicos detectaron la falla y ya fue pedido el repuesto a Buenos Aires, según informó el comodoro Puig, de la IV Brigada Aérea, que tiene a su cargo la lucha antigranizo. Para hoy el servicio estaría asegurado.
Reciben reclamos en Maipú
En Maipú, hoy se instalará la Base de Operaciones de Emergencia de la Municipalidad en la ruta 60 para atender las necesidades de la gente de Isla Chica e Isla Grande, la zona más afectada por el granizo del último lunes.
En el resto de la provincia, el lunes por la tarde sólo llovió. En San Rafael provocó anegamientos en barrios y la suspensión de la repetición de la vendimia departamental. En tanto que en la Zona Este, únicamente en Barriales, Junín, la lluvia llegó acompañada por granizo y los daños oscilaron entre un 30 a un 40 por ciento.
Glosario del fenómeno
Los especialistas del Conicet Pedro Fernández y Adrián Vargas Aranibar definen al aluvión como un fenómeno íntimamente ligado al pedemonte y el verano mendocinos:
Cuenca aluvional: se caracteriza por fuertes pendientes, con frecuente deterioro de su cubierta vegetal.
Lluvia torrencial: es de corta duración y gran intensidad. Genera fuertes corrientes de agua y materiales sólidos en los cauces aluvionales.
Contraste: Los aluviones son fenómenos rápidos, violentos generados por tormentas torrenciales, mientras que las inundaciones son fenómenos mas lentos, normalmente asociados a lluvias en zonas llanas.
No hay defensas al sur del río
"Al sur del río Mendoza no tenemos obras troncales ni obras de infraestructura aluvional, debido a que se trata de una zona que se está urbanizando últimamente", admitió ayer el director de Hidráulica, Luis Guisasola, en declaraciones a radio Nihuil. Era la palabra oficial que admitía la indefensión que soportan distritos como Perdriel, Agrelo y Ugarteche.
"Lo que se trata de controlar, a través del municipio de Luján, es que los nuevos barrios que se encaran tengan en su proyecto obras de defensa". La única protección para Perdriel y Ugarteche, es una obra vieja, la derivación del colector Las Avispas, que sale aguas arriba de la Refinería de Repsol y no muy lejos de donde se va a hacer la cárcel. Pero, obviamente, no alcanza ni alcanzó.
Ante una consulta sobre el dique Chacras de Coria (al oeste de la cancha del lugar), una obra que está proyectada desde 1980, admitió que no tiene posibilidades por ahora: requiere de 100 millones de peso, más las expropiaciones que se aumentan por la ocupación humana del pedemonte. "Este financiamiento se viene pidiendo a la Nación desde 2002", agregó el funcionario. Explicó que hay un colector, el Blanco Encalada, que defiende la parte noroeste de la ruta Panamericana.
Las mayores tormentas que azotaron Mendoza en 2 siglos
2 de enero de 1788. Un aluvión de importantes proporciones se originó desde la cordillera.El gran torrente de agua arrasó parte del camino real que unía Santiago de Chile con Mendoza.
El caudal del río Mendoza creció con tal magnitud,que inundó gran parte de la ciudad de Mendoza, afectó chacras, casas y el edificio del Cabildo.Pero principalmente inundó la zona de Chacras de Coria.
8 de enero de 1895. Al mediodía y luego de una torrencial lluvia,las aguas bajaron con fuerza del pedemonte y arrasaron vastos sectores de la Capital.
La zona más afectada fue la del oeste,donde sufrieron irremediables pérdidas los talleres, edificios y material rodante del ferrocarril. La creciente dejó un saldo de veinte víctimas fatales y cuantiosos daños materiales.
11 de febrero de1895. Otro aluvión, menos destructivo que el del 8 de enero, se produjo en la noche.Dejó una secuela de muertos y asolamiento, agravando la situación sanitaria de la población. La zona afectada es la del ferrocarril. Los daños se extienden por Belgrano (Godoy Cruz), Guaymallén y Las Heras.Como consecuencia del derrumbre de un murallón, resultó inundada la iglesia de La Merced, con deterioros de tal magnitud que se debió clausurar y demoler.
10 de febrero de 1900. Se desbordó el río Diamante y arrasó con la villa de San Rafael; la gente debió refugiarse en Monte Comán.Viñas, frutales y trigales quedaron bajo el agua. En el Gran Mendoza, la corriente destruyó aproximadamente 100 metros del Dique Cipolletti.
6 de enero de 1906. Se registró un aluvión de agua y lodo en la zona de la cordillera, que afectó las localidades de Las Cuevas, Punta de Vacas, Zanjón Amarillo y Uspallata. El torrente destruyó varios kilómetros de vías férreas e interrumpió así el servicio del Transandino.
31de enero de 1920. Una sucesión de lluvias excepcionales provocó un desastre en la provincia. Las aguas arrasan las termas de Cacheuta y causaron la muerte de seis personas. En la Capital se inundaron varias residencias. El zanjón Escarpe se desbordó e inundó viviendas precarias. También quedaron destruidas las vías férreas en el circuito Luján-Maipú y Lagunita-Espejo.
10 de enero de 1934. Se desprendió una parte del glaciar El Plomo, que se precipitó sobre los ríos Tupungato y Mendoza. La estación Zanjón Amarillo (muy cerca de Punta de Vacas) quedó aislada por el agua que destruyó el camino y las vías del Ferrocarril Trasandino.La usina y el hotel de Cacheuta quedaron destruidos. El dique Cipolletti resistió parcialmente, salvando a la ciudad de quedar inundada. El número de víctimas fatales superó las cincuenta.
31 de diciembre de 1959. Una precipitación de gran magnitud, que alcanzó los 81 mm/hora, provocó que el pedemonte fuera erosionado por impetuosos torrentes que bajaron hacia la Capital. Una vez más la ciudad volvió a sufrir los embates de la naturaleza y sus defensas se revelaron insuficientes para contener la furia de las aguas.
4 de febrero de 1968. Las fuertes precipitaciones originaron un aluvión que perjudicó el departamento de Las Heras. Las calles y canales fueron inundados y se derrumbó un cerro de bentonita en las inmediaciones de El Challao, causando pérdidas millonarias.
4 de enero 1970. Un aluvión de dimensiones catastróficas se produjo en la ciudad y varios departamentos. La gran lluvia que azotó la ciudad produjo la destrucción del Dique Pardo y las aguas arrasaron la zona del pedemonte especialmente Godoy Cruz. Se calcula que hubo 30 muertos, 1.500 familias evacuadas, un millar de automóviles dañados y pérdidas millonarias
16 de enero de 1997. Tras un temporal de lluvia y viento se produjo un aluvión en varios sectores de la cordillera.En Potrerillos la corriente arrastró a varios autos.En Luján, los daños fueron cuantiosos. Dejó un saldo de tres muertos y la interrupción de rutas y caminos.

Historias de dolor y resignación en Perdriel
Veinticuatro horas después del vendaval de viento, lluvia y granizo en el sur de Luján, los rostros de los sufridos pobladores de los barrios de Perdriel lo dicen todo. Algunos miran el suelo, otros lloran en silencio, la mayoría no sabe cómo se va a reponer del desastre ocurrido en dos horas que no olvidarán jamás.
Las zonas más castigadas, con categoría de desastre, son las manzanas del antiguo centro del distrito, sobre la ruta provincial 15, y los barrios Cuadro Estación y San Cayetano, donde los destrozos son incalculables.
Hubo dos personas muertas que se lamentan con dolor, pero nadie se explica cómo, afortunadamente, la cifra es tan exigua. "Por momentos estuvimos en medio de un mar, sin poder agarrarnos a nada", fue uno de los testimonios, dicho aún con miedo.
El entrerriano Enrique Zárate (47) está acostumbrado a las inundaciones, pero el lunes creyó que la correntada se llevaba a sus seres queridos: esposa, tres hijos y suegra. Vive en una casa antigua y grande del sector viejo de Perdriel. "Nos trepamos a una Trafic que tengo y aguantamos como pudimos, después subí a los más chicos y a las mujeres a una parte elevada de la casa, y así aguantamos hasta que llegó el auxilio".
A metros de los Zárate, Ángela Prado y los suyos (tres grandes y dos criaturas) no volverán nunca más a la vivienda de casi 150 años que ocupaban. Está partida en varios sectores, y hasta demolerla será riesgoso. Sus hijas, de 13 y 20 años, las mamás de las bebés, estaban solas cuando se descargó la furia del vendaval de agua y piedra.
Enfrente, Miguel Livellara (con tres niños de corta edad) cuenta su drama. "Gracias a la heladera, nos pudimos salvar. La sacamos afuera, la llenamos de agua y así pudimos subirnos a ella y llegar por los techos a una casa segura. No sé cómo hicimos equilibrio, porque con el hielo que se congelaba estuvimos a punto de caernos al agua, que por entonces llegaba al metro de altura, parecía que estábamos rodeados por un mar".
Los Livellara no sólo perdieron el techo, sino que además tres autos viejos (un Torino, un Peugeot y un Renault 18) que el jefe de familia tenía para arreglar y vender. La misma suerte corrió un viejo camión, con el que hacía algunas changas como fletero. "Me dice usted cómo me repongo", dijo el hombre con la mirada pérdida.
A la vuelta, sobre la calle de la cancha y el Club Ferroviarios, el Centro de Salud Nº 22,es el refugio para muchos que empiezan a sentirse enfermos por la larga exposición al frío. El único móvil sanitario disponible (el otro está en reparaciones) ha sido estacionado allí y los médicos atienden a los más delicados, en general con cuadros de fiebre, hipotermias, hipertensos que perdieron sus medicamentos y algún que otro diabético. Sanitariamente, hasta las 17, la situación no estaba desbordada, como comprobó la ministra de Desarrollo Social, Ana María Gotusso.
Por la cuadra del centro sanitario, los Ibáñez se salvaron porque un camión municipal se descompuso frente a su casa, y se pudieron trepar a él y luego otro de Carlos Poblo, uno de los tantos vecinos solidarios.

Pozos sépticos llenos
Mientras en la cuadra "del medio", máquinas de la DPV de gran porte sacaban los compactos bloques de hielo, que se resistían a derretirse pese al sol generoso de la mañana, bomberos voluntarios y oficiales seguían ayudando a los damnificados, junto a otros empleados comunales y de reparticiones provinciales. Por allí se lo vio al ministro de Obras, Francisco Morandini, y a sus colaboradores.
El jefe Daniel Fruitos, del cuerpo voluntario de Luján, señaló que "nunca vi algo igual", para dimensionar la envergadura del fenómeno. Ricardo Frasca, jefe operativo, contó que se recibió ayuda de casi todos las entidades voluntarias.
Un problema grave de toda la zona es la saturación de los pozos sépticos. Camiones contratados por la Municipalidad de Luján estaban desagotando, pero la cantidad de esas instalaciones rebalsadas excedían las posibilidades de los operarios.
Lo mismo estaba ocurriendo en la escuela René Favaloro, del barrio Coni, donde en las primeras horas de la tarde había unos 300 evacuados, y la cifra tendía a aumentar. La directora, Norma García, se puso a las órdenes del operativo de auxilio, junto a su vice. Allí también había cuadros delicados, que estaban siendo evaluados por las asistentes sociales.
Mientras, en el barrio Cuadro Estación, Walter Camani (tres chicos) no descartaba tener que irse del lugar. "Volvimos a nacer, pero teniendo chicos grandes", definió con resignación. Este conglomerado nació con un defecto congénito: no tiene desagües adecuados y las vías agravan la situación.
El intendente Omar De Marchi recorrió la zona y dijo que los refugiados en el colegio estarían allí entre cinco y diez días, aunque reconoció que era preocupante la situación de los que se quedaron sin nada. En principio, ayer el Concejo Deliberante eximió del pago de tasas municipales, por un año, a los damnificados por el aluvión.
Las ayudas de elementos, como mantas, calzada, colchones y otros enseres, estaban llegando, a través del Gobierno provincial y de los vecinos. Por ejemplo, en la Biblioteca Popular Juan Bautista Alberdi se armó un espacio para recibir donaciones. / Miguel Títiro
Una película que se repite - Por Miguel Títiro
Para los veteranos cronistas de las redacciones, más antiguos en sus funciones que los actuales funcionarios, lo que pasó el lunes es un episodio que ya habían cubierto. Hace 25 o 30 años, las aguas también bajaban turbias de las serranías y causaban estragos parecidos en Perdriel y alrededores. Claro, había menos viviendas y los sufridos pobladores de entonces, muchos de los cuales ya no están, como la familia Aguilera y otras, tenían la esperanza que terminarían sus vidas viendo las obras que los protegiesen y que cíclicamente les prometían las autoridades de turno. El tiempo y el agua se devoró esas ilusiones y cada estío fue igual al anterior. Nunca se hizo nada.
Ni siquiera para este año o el próximo está proyectado algún canal o defensa que actúe como escudo de los barrios que se inundaron y dejaron más pobres que antes a sus ocupantes. Si la naturaleza vuelve a mostrar su embate en lo que queda del verano o en alguno próximo, los mismos actores nos encontraremos otra vez en los mismos lugares. Es como un eterno retorno, una película continuada que no termina de pasar.
Chacras amaneció con techos y árboles caídos
Chacras amaneció con un sol radiante, netamente estival, pero sus habitantes sólo prestaron atención a las casas dañadas, a las calles todavía llenas de barro y a la plaza cubierta por un colchón de hojas, todo como consecuencia del temporal del lunes. La postal de Chacras a las 11 de la mañana parecía de otoño, con todos los árboles desnudos y las calles tapizadas con hojas, pero verdes. En algunos sectores había un manto blanco de granizo.
“Han tenido mucho trabajo, no”, dice don Tinelli, vecino afincado hace más de diez años en ese distrito de Luján de Cuyo, a Pedro Tejerina jefe de la comisaría 30. A don Tinelli la tormenta le tiró un pino en el patio de su casa de calle Guadalupe. “Nunca había visto algo así desde que estoy acá. El granizo parecía una cortina blanca cuando comenzó a caer”.
Luego, el comisario Tejerina relató: “La tormenta estuvo circunscripta desde calle Larrea a 400 metros al norte de la plaza y desde la Panamericana hasta calle San Martín”.
En la plaza de Chacras la oficina del Registro Civil tuvo que ser evacuada. “El techo está por caerse, por eso por precaución hoy (por ayer) no atenderemos. Trasladamos las dependencias, momentáneamente a uno de los salones de la parroquia”, comentó Mabel Cumaodo, secretaria general de la repartición.
Algunos metros más allá, en Italia al 5600, Miguel Costa mira con desconsuelo el techo del taller de chapería y pintura sobre algunos autos. .

Parte del taller de chapería que Miguel Costa tiene en la calle Italia al 5600, de Chacras de Coria, se vino abajo por la tormenta.

Una de las vecinas más afectadas fue Amparo Campos, que tiene su casa en la calle Loria al 5700. “La tormenta fue terrible hizo estragos en casi una hora. El viento huracanado tiró primero el poste del teléfono, después ladeó la farola del alumbrado público y por último se cayó este carolino sobre el jardín. El poste de teléfono impidió que el árbol se fuera sobre el techo de mi casa”, contó.
El lugar parecía como si un huracán hubiese hecho de las suyas. Donde estuvo el árbol había un socavón y el piso estaba levantado. El gas tuvo que ser cortado, porque parte del tronco tocó el gabinete y también la pilastra del medidor de luz. Hasta el mediodía no habían aparecido ni el personal de Telefónica ni el de Edemsa.
“El único temor que tengo, es que estos cables puedan producir daño a alguna persona que ande por aquí”, dijo Amparo.
En calle Victor Delhez al 5800, la historia era menos trágica, pero aún había temor. “Estamos con un poco de miedo, porque esto no lo vivimos nunca y dicen que se puede repetir. Todos los árboles del jardín de mi negocio quedaron sin hojas. El día de la tormenta era imposible transitar y después hubo que empezar a sacar con palas la piedra caída”, dijo Graciela Alonso, dueña de una cafetería.

Convocatoria a los vecinos
Aunque los mayores daños se produjeron al sur de Luján, en Chacras de Coria se registró la muerte de un hombre, quien pereció ahogado, y grandes destrozos por las aguas descontroladas.
En razón de esa tragedia y los demás hechos, numerosos vecinos decidieron autoconvocarse para analizar qué hacer y peticionar. La reunión se hará el sábado, a las 10, en la plaza de Chacras; se pidió la mayor asistencia posible de los pobladores y dirigentes vecinales.

El enólogo Gabrielli falleció al caer a un canal
Una de las dos víctimas fatales que dejó el aluvión del lunes fue el enólogo Juan Gualberto Gabrielli Populin, quien el día del accidente venía de la Feriagro de Luján, donde había desarmado un puesto de comida criolla.
Cuando iba en su Renault 12 por calle Viamonte hacia al norte, el auto se paró por el agua, estacionó en calle Longone y salió a buscar un teléfono para avisar a su familia de la demora y cuando volvía a su vehículo, cayó en la correntada de un canal paralelo a Viamonte, oculto porque el agua tapaba todo de vereda a vereda.
Unos obreros que trabajaban en una casa del lugar trataron de rescatarlo, pero el hombre volvió a caer en las aguas del canal. El cuerpo sin vida del enólogo fue encontrado por los bomberos en Viamonte y Los Aromos.
El enólogo Gabrielli Populin tenía 47 años y vivía con su madre en Capital. Era hermano del periodista Andrés Gabrielli e hijo del fallecido Juan Gabriel Gabrielli Vila, quien fuera presidente del Jockey Club Mendoza y dueño del Haras Los Helechos de Tupungato.
Fuente: Los Ande.com.ar

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