Título: MENDOZA Y SAN LUIS ENCARAN ESTRATEGICO PROYECTO AMBIENTAL (14/07)(Contacto Rural)
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Argentina - 14/07/2006
San Luis quiere aportar 360 mil hectáreas a las Lagunas de Guanacache, y para eso ayer se reunieron representantes del Gobierno de Mendoza con la vicegobernadora de la vecina provincia, a fin de analizar la firma de un convenio triprovincial para el manejo del humedal.
Actualmente, Lagunas de Guanacache no es una reserva natural pero sí es un área Ramsar, y está protegida en conjunto por los gobiernos de Mendoza y San Juan.
Con la ampliación que propone la provincia de San Luis (un área equivalente a la de Maipú) se busca, entre otras cosas, atenuar el desperdicio del agua que se produce en la zona por la erosión natural de los ríos y el aprovechamiento de las aguas de los ríos Mendoza y San Juan.
La parte puntana comprendería toda la ribera del río Desaguadero desde Las Trancas hasta La Horqueta, incluyendo el Parque Provincial Sierra de las Quijadas.
Además, la intención de los tres gobiernos de firmar un convenio común para el cuidado del lugar sentaría un precedente muy importante, porque sería la primera vez que tres jurisdicciones distintas manejan en conjunto una zona como ésta.
Así lo tradujo la vicegobernadora de San Luis, Blanca Pereyra, cuando señaló: “Esta posibilidad de firmar un convenio triprovincial es un avance muy importante y una decisión política de relevancia”.
Además sostuvo que, más allá de la gran porción de territorio que se va a adjuntar, se suma la cultura de más de 5000 habitantes de la zona ribereña del río Desaguadero.
La funcionaria aclaró que la intención principal es no perder el agua de los humedales del Desaguadero y hacer todo lo necesario para poder preservarla para que, en lugar de ir a parar al mar (ya que son aguas que derivan en el río Colorado), puedan ser aprovechadas por los habitantes de la zona.
Frenar la erosión.
El ministro de Ambiente y Obras Públicas, Francisco Morandini, estimó que es muy probable que luego de firmado el convenio comiencen a proyectarse obras con el fin de preservar los humedales.
En este sentido, Eber Sosa, técnico de Recursos Naturales Renovables, explicó que la erosión natural y antrópica hizo que el lugar sufriera un proceso de desecamiento que deriva en que, al haber menos agua, la concentración de arsénico en el líquido sea 800% mayor a la normal.
Agregó que, si bien los habitantes del lugar no consumen esas aguas, esa concentración de arsénico produce problemas en la fauna y la flora, y la única forma de bajarla es haciendo frenar la velocidad con que corre el agua para detener la erosión e impedir la pérdida de agua.
Fuente: Contacto Rural.com
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