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Título: LA ANTARTIDA Y LOS CAMBIOS GLOBALES (31/03)(La Nueva España)
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Argentina - 31/03/2006
Las regiones polares son las zonas más remotas e inhóspitas de la Tierra, cuya lejanía podría llevarnos a pensar que son solamente territorios de intrépidos exploradores, irrelevantes para la evolución del conjunto de la Tierra
F. JAVIER ÁLVAREZ PULGAR
Las regiones polares son las zonas más remotas e inhóspitas de la Tierra, cuya lejanía podría llevarnos a pensar que son solamente territorios de intrépidos exploradores, irrelevantes para la evolución del conjunto de la Tierra. Nada más lejos de la realidad. Estas regiones están profundamente interconectadas con el resto del planeta, del que son partes muy activas, y donde están teniendo lugar cambios que tienen un profundo significado para el clima y el medio ambiente terrestre y, en definitiva, para la humanidad.
La Antártida, el gran continente blanco, es una pieza clave en las investigaciones polares y una gran desconocida, aunque sólo sea porque los mapas del mundo que estamos acostumbrados a ver se construyen sin representar las regiones polares. Pero la Antártida -con sus islas y plataformas de hielo- tiene más de 13,6 millones de km2 de superficie, es decir, casi 1,5 veces la superficie de Estados Unidos, casi dos veces la extensión de Australia o casi 30 veces la superficie de España. Esta gran superficie está cubierta en más del 99% por una capa de hielo cuyo espesor llega a alcanzar los 4.700 m. La Antártida es seguramente el lugar mas extremo del globo.
Es el continente más alto, frío y ventoso del mundo: la temperatura media oscila entre 0º y -30º C, en la zona costera, y entre -40º C y -70º C en las zonas altas del interior del continente, habiéndose registrado vientos de más de 300 km/h. Con unas precipitaciones muy escasas, la mayor parte del continente es técnicamente un desierto; sin embargo, su casquete de hielo contiene el 90% del hielo del mundo, lo que representa el 80% del agua dulce existente en el planeta.
La Antártida juega un papel crucial para entender los cambios globales. Su espesa capa de 4 km de hielo contiene un registro completo del clima del pasado hasta al menos hace 500.000 años. Esta gran masa de hielo contiene burbujas de aire atrapadas, que son un archivo de los gases atmosféricos del pasado, y guarda también evidencias de los niveles de polución debidos a la industria, la ganadería o las explosiones nucleares. Igualmente importante es la evidencia de reducción de la capa de ozono en la atmósfera superior. Los estudios de la capa de hielo y su contribución al ascenso del nivel del mar son vitales para nuestro conocimiento del cambio global. Igualmente, el análisis de sedimentos de los lagos está proporcionando una detallada historia del cambio climático de los últimos 10.000 años. Además, la Antártida es la conexión entre los océanos Atlántico, Pacífico e Índico, fundamental para comprender las corrientes oceánicas que son elemento clave para explicar el clima y para los recursos vivos de nuestros mares.
Por otro lado, todos los continentes del hemisferio sur -América del Sur, África, India y Oceanía- estaban unidos a la Antártida en un único supercontinente llamado Gondwana que se fragmentó en piezas separadas hace 150 millones de años. Estas piezas se movieron hasta la posición de los actuales continentes. El estudio de las rocas antárticas nos dice mucho sobre por qué, cómo y cuándo ocurrió la ruptura de la gran supercontinente Gondwana, a la vez que las medidas muy precisas que se pueden hacer hoy en día usando satélites nos dicen a qué velocidad se están aún moviendo estos continentes.
La Antártida es, pues, un notable continente -inhóspito, remoto, hostil y deshabitado- que para los exploradores fue, y sigue siendo, un desafío de supervivencia extremo. Para los científicos se presenta como un lugar de desafío intelectual y una zona de gran importancia para comprender cómo funciona nuestro planeta y para toda la humanidad sigue siendo también un lugar salvaje de una gran belleza que debemos preservar.
Sobre «La Antártida y los cambios globales» versará la conferencia del profesor Jerónimo López dentro del ciclo «Ciencia y tecnología». No es de extrañar que la Antártida ejerciese un atractivo inmenso sobre Jerónimo López, geólogo y alpinista, científico y explorador, naturalista y observador sensible de nuestro medio ambiente, que viene realizando campañas de investigación geológica en la Antártida desde 1989. Pero Jerónimo López, además del trabajo científico, está comprometido desde hace años con la gestión de los programas de investigación polar siendo vicepresidente del Comité Científico Internacional para la Investigación en la Antártida (SCAR), organismo que reúne a 28 países y que recibió el premio Príncipe de Asturias de «Cooperación Internacional» del año 2002.
Jerónimo López nos ilustrará cómo la Antártida, mucho más que una curiosidad científica o un maravilloso paraje salvaje, es un pieza clave para comprender cómo trabaja el sistema Tierra, mostrándose como objeto de estudio imprescindible para comprender y valorar el verdadero alcance de los cambios globales. Los procesos que operan en la Antártida afectan al clima del mundo y sus océanos, uniendo inseparablemente lo que ocurre en el gran continente blanco con lo que nosotros experimentamos a miles de kilómetros de distancia.
F. Javier Álvarez Pulgar es catedrático de Geodinámica de la Universidad de Oviedo.
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