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Título: LA NACION PUSO PAÑOS FRIOS AL CONFLICTO POR LA CONTAMINACION EN LA CUENCA DEL SALI-DULCE (20/10)(Panorama)
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Argentina - 20/10/2006
En el despacho de Piccolotti, los gobernadores tuvieron que disimular sus asperezas frente al pleito ambiental.
En la reunión que mantuvieron ayer con la secretaria de Medio Ambiente de la Nación, Romina Piccolotti, los gobernadores de Tucumán, José Alperovich, y de Santiago del Estero, Gerardo Zamora, acordaron firmar un convenio para que la Nación controle que se cumpla con un plan para reducir la contaminación en la cuenca Salí-Dulce. Hubo sonrisas en el encuentro, pero ante la prensa volvieron los cruces verbales. Zamora reclamó medidas “urgentes” y Alperovich defendió el Plan de Producción Limpia. Críticas a los cortes de ruta.
La intervención de la Nación en el conflicto por la contaminación de la cuenca Salí-Dulce sirvió para poner paños fríos a la tensa relación entre el gobernador de Tucumán, José Alperovich, y su par santiagueño, Gerardo Zamora. Mostraron sonrisas y satisfacción por el encuentro, pero el primer mandatario de Santiago del Estero no dejó de reclamar ante la secretaria de Medio Ambiente de la Nación, Romina Piccolotti, que Tucumán aplique “en forma urgente” un cronograma de trabajo integral para que las empresas locales dejen de contaminar la cuenca, lo que pone en peligro el centro turístico de Termas de Río Hondo.
En lo concreto, en el encuentro se acordó firmar la semana próxima un convenio entre la Nación y las provincias para que el organismo ambiental verifique las acciones para reducir la contaminación en el Embalse de Río Hondo, que ya provocó, entre otros desastres ecológicos, la mortandad de miles de peces.
Sin bien Zamora consideró que fue positivo el encuentro y destacó la “buena voluntad” por parte de su par tucumano de avanzar en acciones contra el daño ambiental, calificó de "insuficiente" el programa saneamiento que lleva adelante el gobierno tucumano y estimó que "hay acciones y plazos que se tienen que cumplir". "Sin obras, nosotros seguiremos perjudicados", alertó. Sucede que el reclamo al gobierno de Tucumán por parte de Santiago ya tiene varios años, desde que las industrias tucumanas, principalmente los ingenios, son los que vierten sus efluentes sobre los ríos de la cuenca Salí-Dulce, cuyas aguas alimentan al embalse de Río Hondo.
Pese a que no lo manifestó ante los medios, el gobernador santiagueño estaba molesto con Alperovich porque había suspendido dos encuentros anteriores, dilatando -de esta forma- una solución al problema ambiental. De hecho, durante la semana pasada hubo fuertes cruces a través de los medios entre ambos mandatarios. Por ello, la estrategia de Zamora era la intervención de la Nación, punto que logró ayer .
Para quedar bien con lo llamó “el objetivo del presidente Néstor Kirchner de hacer de los temas ambientales una cuestión de Estado” Alperovich calificó de “perfecta” la reunión, pero no perdió la oportunidad para echarle en cara a su par santiagueño que “el 80 por ciento de la cuenca afectada está en territorio tucumano y sólo el 20 por ciento en el santiagueño”, a lo que agregó que éste último “también es contaminado por los basurales de las Termas”. Además, reiteró el compromiso del gobierno tucumano en sanear la cuenca Salí-Dulce a través del Plan Provincial de Producción Limpia, al que adhieren una treintena de empresas. Aunque, no se supo qué cara puso Alperovich cuando Piccolotti les entregó un estudio sobre elementos contaminantes encontrados en el embalse de Río Hondo, que indica que sólo siete de las 90 empresas tucumanas adhieren al Plan de Producción Limpia, por lo que los residuos siguen siendo arrojados a la cuenca hídrica.
A esto, el mandatario tucumano resaltó que su gobierno hizo un aporte de más de 600.000 pesos a la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres, para que trabaje en el análisis de la calidad de agua. Según un informe brindado por la secretaría de Desarrollo Productivo de la provincia, la contaminación del río Salí es de tipo orgánica y como tal, biodegradable. También se indica que es estacional y con la lluvia de primavera y verano sus efectos se minimizan, lo cual implica que es una contaminación que se la puede reducir a través del plan provincial de Producción Limpia.
A la salida del encuentro, Alperovich dijo ante la prensa: "Ningún gobernante puede decir que no es responsable. Nosotros estamos llevando adelante acciones para frenar la contaminación, pero el problema no se soluciona de un día para otro”.
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