Título: MENDOZA: UN VIEJO ANHELO POR LOS BLANCOS
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Argentina - 01/07/2008
En los últimos 30 años, por lo menos un par de veces hemos asistido al anuncio del propósito oficial de construir Los Blancos; hoy existe también la intención de erigir un dique-embalse sobre el río Mendoza.
En los últimos 30 años, por lo menos un par de veces hemos asistido al anuncio del propósito oficial de construir Los Blancos; hoy existe también la intención de erigir un dique-embalse sobre el río Mendoza. Revive el viejo proyecto del Cordón del Plata con que alguna vez soñaron ingenieros de Agua y Energía. Esperemos que esta vez se haga realidad.
La puesta en marcha del proceso de consultas para detectar grupos empresarios interesados en la futura construcción del complejo hidroeléctrico Los Blancos sobre el río Tunuyán Superior -una aspiración que tiene más de 30 años en la provincia y reconoce varios intentos- se inserta en la necesidad de sostener una política de Estado, tanto en el control y regulación de nuestros ríos principales, como en la urgente multiplicación de la generación eléctrica y el impostergable aumento de la capacidad de almacenaje de agua del módulo anual de los caudales que abastecen los 4 oasis productivos.
De allí la trascendencia que tiene para la provincia el anuncio de la presidenta de la Nación y del gobernador Celso Jaque, quienes se comprometieron a ejecutar el proyecto Los Blancos-Los Tordillos.
En los momentos previos al anuncio, Jaque anticipó, además, su intención de concretar en el futuro los procesos de consultas, proyección y construcción de otro embalse -y el generador de energía correspondiente- sobre el curso del río Mendoza a la altura de la desembocadura del río Tupungato.
Si estos anuncios se concretan finalmente (estos son proyectos por los que bregaba Agua y Energía en los ’60 y ’70), Mendoza habrá dado un paso enorme en la necesidad de gestar y sostener políticas para preservar el agua escasa, generar energía eléctrica de base renovable y cuidar sus respectivos acuíferos.
Los vaticinios de los especialistas aseguran para el futuro inmediato un cambio que implicará baja en las precipitaciones de alta montaña y aumento notable de las lluvias en el llano.
Sin perjuicio del aporte de hidroelectricidad a un sistema nacional que soporta sobredemanda de consumo, otro aspecto no priorizado habitualmente en Mendoza, es la ampliación de la red de embalses con el propósito de almacenar el agua para los momentos críticos en los que languidecen los caudales.
Por cierto que esa política hídrica demandará la intensificación del programa de impermeabilización y entubado de canales de riego y poner en marcha un intensivo programa de renovación de los métodos de riego (pasar del método de riego “a manto” de los huarpes -hoy en 90% de la superficie cultivada- al riego moderno de aspersión o goteo).
A Mendoza le faltan diques. Salvo en el Sur, la capacidad real de almacenaje de agua para riego y consumo humano e industrial es deficitaria.
El río Tunuyán sólo tiene el viejo Carrizal -ya maltrecho e insuficiente- que no llega a guardar ni 20% del derrame anual del gran río del Valle de Uco. En el oasis norte, el río Mendoza cuenta -desde hace poco- con el freezer de Potrerillos, para almacenar unos 450 hm3, algo así como un tercio del agua que el río aporta al año.
En las márgenes del Mendoza vive casi 70% de los mendocinos y se genera 68% del producto bruto local. Los Blancos, el dique Las Tunas en el río Tunuyán y otro embalse en Uspallata o Punta de Vacas en el Mendoza, debieran constituirse en una verdadera cruzada del agua disponible.
Esa cruzada demanda poner mayor dinámica en la impermeabilización y reconstrucción de la red de canales. Es que, pese a la histórica inversión de los últimos 10 años, aún impera la arena y la infiltración: en el total de canales primarios, el promedio ronda 38-40%. En el total de canales primarios y secundarios no llegamos 20% de impermeabilización y rediseño. El resto es arena y atraso.
Y si, como pronostican los científicos, se reducirán los caudales provenientes de la montaña y en cambio habrá más precipitaciones en el llano, a la red de diques de almacenaje habrá que sumarle una permanencia de la modernización de canales y defensas aluvionales.
Ojalá esta vez los anuncios lleguen a concretarse en un proceso de construcción. El país demanda energía eléctrica, asediado por las carencias que desnuda la demanda del nuevo crecimiento.
Y la provincia requiere urgentemente mayor capacidad de embalse para almacenar agua destinada al riego sistematizado y a sus centros urbanos de consumo y, además, diques que le permitan regular la furia de los caudales, para poder manejarlos en función de las necesidades y no seguir prisioneros de los espasmos de la naturaleza. |
