Título: A SEIS AÑOS DEL DERRAME MAGDALENA: ¿LIBRE DE CONTAMINACION? (30/07)(Diario Hoy)
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Argentina - 30/07/2005
Un informe difundido ayer por Política Ambiental señala una mejora en las condiciones de polución. No obstante, la limpieza es relativa. Se indica también que aún existen consecuencias en sedimentos profundos, y que la contaminación en algunos arroyos es todavía importante
Un informe difundido ayer por Política Ambiental señala una mejora en las condiciones de polución. No obstante, la limpieza es relativa. Se indica también que aún existen consecuencias en sedimentos profundos, y que la contaminación en algunos arroyos es todavía importante
“La costa del partido de Magdalena, afectada en 1999 por el derrame de petróleo provocado por dos buques que colisionaron, presenta una mejora en las condiciones ambientales respecto al grado de alteración que evidenció al momento del accidente, pero persisten los efectos generados por los hidrocarburos”.
El texto corresponde a un informe oficial publicado por la Secretaría de Política Ambiental (SPA) de la Provincia de Buenos Aires, y realizado en la zona por especialistas de esa repartición y de la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de La Plata.
El estudio consistió en un monitoreo de la evolución del ecosistema desde el viernes 15 de enero de 1999, luego de las tareas de limpieza efectuadas en el lugar. Durante estos años, el área de estudio comprendió desde la costa de La Balandra (partido de Berisso), hasta estación Pearson (Magdalena), lugares que fueron identificados como “puntos blancos”, por ser sitios costeros no impactados por el derrame.
Sedimentos profundos
El informe del área de Preservación de la Biodiversidad de la SPA indica que “la recuperación del ambiente costero fue más lenta en algunos lugares, notándose una importante mejoría en forma general, pero existiendo aún consecuencias del derrame en los sedimentos profundos”.
En particular, “esta situación se presenta en áreas bajas, protegidas del sol y con un tiempo de residencia del agua mayor que en otros sitios. Estos lugares se transformaron en reservorios de hidrocarburos, y coinciden con aquellos en los que la penetración del derrame fue más evidente”.
El último monitoreo corresponde al arroyo Gauchito Gil, curso de agua con las características citadas anteriormente, donde pudo constatarse que “los hidrocarburos más persistentes quedaron retenidos en la profundidad del lecho; se encuentran parcialmente degradados y prácticamente inmovilizados”.
El informe también revela que las condiciones climáticas y biológicas del lugar ayudaron a la recuperación de la costa, aunque los procesos de biodegradación natural resultan ser más lentos con los restos de petróleo que quedaron retenidos.
Lenta recuperación
Coincidentemente, el Laboratorio de Geoquímica Ambiental de la FCNYM (UNLP) concluyó que “la contaminación en los sedimentos del arroyo Gauchito Gil es, luego de seis años del derrame, todavía importante, superándose varias veces el nivel de base de hidrocarburos alifáticos establecido en 1998, previo al accidente”.
“Esta recuperación más lenta que el promedio de la costa (4 a 5 años), se debe al enterramiento de los residuos que desaparecen por biodegradación in situ, migración vertical, y lenta evacuación hacia el río de La Plata”, indica el informe del organismo que pertenece a la unidad académica.
La situación de la costa y sus habitantes
Los especialistas de la Secretaría de Política Ambiental determinaron que “no aparecen indicios del derrame en la zona litoral, inferior y media, ni en las áreas cubiertas por césped ribereño y pajonales”.
Aclara que, aunque la recuperación no fue uniforme, “el derrame afectó los recursos naturales y los usos que el hombre hace de los mismos”.
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