Título: SANTA FE:La pesca indiscriminada e ilegal devasta la fauna ictícola del río Carcarañá..
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Argentina - 01/02/2005
Estiman que, de proliferar este tipo de práctica ilegal, pondría en la categoría de "incierto" el futuro de la pesca artesanal de la zona
Al río se lo honra, se lo protege y se lo respeta. Así piensan los miembros del Club de Pescadores que asumieron la responsabilidad de denunciar la implementación de técnicas ilegales de captura de peces en un tajamar (represa pequeña) construido enfrente del molino Juan Semino, en el río Carcarañá, a pocos kilómetros del casco urbano de esta ciudad.
Estiman que, de proliferar este tipo de práctica ilegal, pondría en la categoría de "incierto" el futuro de la pesca artesanal de la zona. Los pescadores denunciaron que se utilizan redes con el sólo propósito de comercializar los pescados a mediana escala.
Entre los métodos nocivos para los ecosistemas figura el uso de redes de malla fina, que permite atrapar peces jóvenes antes de haberse reproducido. El caso que preocupa al Club de Pescadores de Carcarañá es mucho más grave porque las redes son colocadas en los recovecos de un tajamar donde desovan moncholos y sábalos.
"Son baqueanos que conocen muy bien el lugar. Grupos de 10 a 15 personas que se aprovechan del encierro de los peces y cazan a mansalva con el propósito de la venta. Incluso algunos de ellos vienen armados con pistolas. Son personas muy peligrosas", dijo una fuente entendida del tema que fue consultada por La Capital.
El tajamar es una construcción que ofrece un sinnúmero de beneficios como el control de crecientes y el abastecimiento de agua de riego, entre otras funciones. El edificado sobre el río Carcarañá es una obra de ingeniería hecha a fines del siglo XIX que provee de energía eléctrica al molino Juan Semino, un importante establecimiento harinero.
Quienes conocen este método informaron que a un metro debajo del agua hay paredes internas y una perforación de unos 50 x 70 centímetros. En ese sitio colocan bolsas, de modo que los peces caen inexorablemente en la trampa. "Nadie está en contra de la pesca, pero esto es depredación", dijo esa misma fuente.
También remarcó que "es un sitio difícil para estar porque el agua circula con mucha fuerza. No cualquiera hace ese trabajo porque hay que sumergirse. Se necesitan por lo menos dos personas por cada extracción. Acá hay mucha gente detrás de esto", denunciaron.
Miembros del Club de Pescadores comentaron a este diario que han observado cómo funciona en la práctica este ejercicio de pesca ilegal. "Son personas que no tienen ningún respeto por el río, hemos observados que arrojan en cualquiera lado los pescados de menor tamaño", dijeron.
Unos 500 kilos
Además añadieron que "la pesca está prohibida a una distancia menor a los trescientos metros del tajamar", y subrayaron que quienes llevan adelante esa acción "trabajan en plena luz del día sin ser molestados por nadie, lo que genera mayor indignación".
"Hay que medir económicamente este impacto. Quienes han observado a estos baqueanos aseguran que se pueden llevar alrededor de 500 kilos de pescado o más con solo algunas horas de trabajo. Estamos ante un caso muy grave", añadieron.
Guardafauna
El mayor inconveniente es que no hay ninguna persona que se ocupe del control de la pesca. Esa es la razón por la que los pescadores expresaron la necesidad de que se instrumente el trabajo de un guardafauna. El caso fue elevado a la Municipalidad de Carcarañá y al Concejo. Una de las primeras medidas será la colocación de carteles.
El edil radical Ramón Soques explicó que los concejales de ambas bancadas firmaron una nota que fue enviada a la policía local "porque ellos tienen la potestad de ejercer el control como fuerza policial, según reza la ley sobre medio ambiente".
La misiva fue remitida antes de fin de año. "También estamos estudiando la ley porque posibilita la implementación de un guardafauna. En los próximos días estaremos programando una entrevista con funcionarios de la Secretaría de Medio Ambiente para iniciar el trámite correspondiente", añadió Soques a este diario.
"El río es muy importante en la vida de los carcarañenses. Durante los años de crisis, e incluso en la actualidad, permite que muchas personas se alimenten gracias a este recurso natural. Asimismo la pesca deportiva está muy arraigada en nosotros", comentó.
DERF |
