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Título: A un año de comenzado el saneamiento
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Argentina - 18/10/2004
Prometen que los porteños volverán a disfrutar de las costas del río
Dicen que habrá paseos para tomar sol y andar en bicicleta; se podrá navegar y salir de pesca
Se colocó un sistema de redes en las desembocaduras de los arroyos
De esa forma, desde agosto último se evitó que 110 toneladas de basura llegaran al río
Tomar sol en la costa del río, pescar, pasear en bicicleta, navegar en aguas limpias y que las familias puedan recuperar los espacios públicos costeros para su esparcimiento serían una realidad no tan lejana.
Así lo creen quienes tienen a cargo la gestión de la ribera porteña del Río de la Plata, y que desde hace un año encararon un plan para recuperar y sanear las costas. El objetivo es que la ribera pueda ser un espacio de esparcimiento público.
"Una de las preocupaciones es que en el mediano plazo se puedan crear playas, no para bañarse, sino para que la gente disfrute", aseguró a LA NACION el director del Area de Gestión de la Ribera, David Mutchinick.
La idea es, como en Vicente López y San Isidro, sanear terrenos ganados al río y generar espacios públicos para los vecinos con bicisendas, calles y espacios verdes.
Para eso, en el área que depende de la Secretaría de Producción, Turismo y Desarrollo Sustentable, trabajan con los datos que recogen en las 35 unidades territoriales en que se divide la ribera porteña.
"Los datos se toman para evaluar los problemas de accesibilidad, de contaminación y de construcción para que los vecinos puedan volver al río", explicó a LA NACION Ramiro Sarandón, técnico ambiental del área de la gestión de la ribera.
Un ejemplo que señala el funcionario es la complicación para acceder al predio del Parque de los Niños, en la Costanera Norte. Pero también hay otros espacios: las hectáreas incorporadas a la Reserva Ecológica, la Costanera Sur, o las costas que bordean la Ciudad Universitaria.
"Disfrutar del río"
"Con todos esos datos y con cambios culturales, creemos que un día será posible volver a disfrutar del río. La gestión en la ribera está relacionada intrínsecamente con el medio ambiente; no es sólo una cuestión de obras públicas", subrayó Mutchinick.
Pero remediar los daños producidos en la ribera demandará algún tiempo. Sin embargo, en el gobierno creen que van por la buena senda: paralelamente a las evaluaciones de los terrenos, se instrumentó un sistema de redes en las desembocaduras de tres de los nueve arroyos que desembocan en el río, por medio de un convenio con la Coordinación Ecológica Area Metropolitana Sociedad del Estado (Ceamse).
Desde agosto último se sacaron de allí 110 toneladas de basura; en su mayor parte, botellas de plástico, latas, ramas y bolsas de polietileno. Se colocaron en las desembocaduras de los arroyos Medrano, Ugarteche y Raggio, que recorren el norte de la Capital. Los dos primeros nacen en la provincia y atraviesan varios partidos del conurbano. Todo lo que la gente tira en las calles que hay sobre las cuencas va a parar, por las bocas de tormenta y los pluviales, a su cauce.
"El más problemático es el arroyo Medrano. El objetivo es que podamos disfrutar del río, y para eso hay que dejar de llenarlo de basura. Pero no se trata sólo de frenarla; también queremos generar la conciencia en la gente de que todo lo que tira en la calle va a parar a las alcantarillas y de allí al río", sostuvo .
Las redes se colocan a 50 metros de la desembocadura de los arroyos, a un metro de profundidad, y retienen todos los residuos que floten para impedir que lleguen al río. Se forma un piletón del que se extraen los residuos con una pala mecánica.
Operarios de la ciudad y de la Ceamse separan los residuos en el lugar. Los d omiciliarios se llevan a José León Suárez. Si hallan residuos peligrosos, como desechos industriales o hidrocarburos, reciben un tratamiento especial.
El plan piloto, que retiene la basura durante las 24 horas, tiene un costo para los porteños de 400 millones de pesos. El convenio se renovará el año próximo. Quieren ampliar el sistema en las desembocaduras del Cildáñez, el Elía, el Maldonado, el Ochoa, el Vega y el White, los otros seis arroyos subterráneos.
Por Laura Rocha
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¿Y el Riachuelo?
La Defensoría del Pueblo de la Nación realizó, con la colaboración de la Universidad Tecnológica Nacional y varias entidades, en noviembre último, un informe que aseguraba que el Riachuelo está en emergencia ambiental. Hace dos meses, la diputada Silvana Giudici elevó un pedido de informe al Poder Ejecutivo para que precise qué avances se realizaron para revertir esta situación.
Lanzan un proyecto de "basura cero"
El viernes último se presentó a entidades y al público en general, para su debate, el proyecto Basura Cero -que ya está en la Legislatura-, de la organización ambientalista Greenpeace.
Propone reducir al mínimo la generación de residuos en la ciudad de Buenos Aires para 2020.
Hoy, la Capital genera a diario 5000 toneladas de basura por día y, a ese ritmo, serán necesarios cada vez más lugares para su destino final. En ese sentido, el titular de Red por Buenos Aires, Abel Fatala, pronosticó que "si en Buenos Aires no se reduce la cantidad de residuos domiciliarios, en dos años habrá que aumentar los impuestos o, en su defecto, restringir obras para afrontar los costos de la recolección".
Fuente:
La Nación.com.ar
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