Título: Alarma por posible radiactividad
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Argentina - 11/11/2004
Preocupa el vertido de dióxido de uranio en cloacas de Córdoba
Directivos de una empresa lo reconocen. Los vecinos y algunas entidades de Alta Córdoba hicieron reclamos
Fuentes de la compañía dicen que la Comisión de Energía Atómica hace estudios periódicos
CORDOBA.- Se confirmó ayer y hubo disgusto entre los vecinos. Una planta enclavada en el barrio Alta Córdoba que produce el dióxido de uranio utilizado como combustible en las centrales nucleares vierte sus residuos a la red cloacal de la ciudad.
Movilizada por esa alarma, la municipalidad de esta ciudad tuvo que pedir explicaciones a Dioxitek SA, una empresa mixta creada en 1996 cuyo paquete accionario, mayoritariamente, pertenece a la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), que es justamente la encargada de regular la actividad de las centrales nucleares.
En principio, "no habría ningún riesgo de radiactividad", dijo a LA NACION la directora de Prevención y Gestión Ambiental, Diana Raab. De todos modos, "el tema nos preocupa y queremos aclararlo", agregó.
"Ocurre desde 1982"
Las propias autoridades de Dioxitek SA reconocieron que corrientemente desechos del proceso industrial son vaciados en el sistema de cloacas de Córdoba, administrado por la municipalidad local. Los conductos transportan los materiales cloacales hasta la Planta de Bajo Grande, en las afueras de la ciudad, donde se realizan las depuraciones pertinentes. Se trata de una instalación contigua al río Suquía, que termina recibiendo los líquidos filtrados.
El gerente de la planta, Roberto Luque, informó que desde 1982 se vuelcan efluentes líquidos en esas corrientes, para lo cual se cuenta con una autorización del ente regulatorio en materia nuclear, que no es otro que la propia Comisión Nacional de Energía Atómica.
Raab concurrió a la planta a requerir que se le informara cómo es el proceso y a convenir la realización de un monitoreo futuro. Mañana, según confirmaron fuentes seguras a LA NACION, se hará un volcamiento y se lo analizará.
La funcionaria dijo que le han asegurado que el eventual contenido de uranio "que puede quedar en el efluente es mínimo e inferior al que puede llevar un río que pasa por las sierras cordobesas" por un área uranífera.
La planta produce polvo de dióxido de uranio. Desde hace tres décadas está en el vecindario del barrio Alta Córdoba; han sido frecuentes las protestas del sector y muchas veces se pidió su traslado. No obstante, las autoridades siempre aseguran que los habitantes no corren ningún peligro.
La noticia del volcamiento -divulgada por varios medios periodísticos- tomó por sorpresa a la municipalidad: no se sabía que los desechos uraníferos fueran a parar a las cloacas. La explicación radica en que la red cloacal en los años 80 pertenecía a la Nación, en los 90 fue transferida a la provincia y ésta la traspasó a la municipalidad. En estos pases fueron también trasladadas las autorizaciones originales.
Según el directivo de Dioxitek, la CNEA realiza permanentes estudios en el curso de agua cuyo resultado debe informar al Congreso de la Nación. La comuna quiere conocer esos análisis y realizar los propios para actuar con mayor certeza.
Después vendrá la discusión acerca de si la planta puede o no seguir vertiendo efluentes a las cloacas: "Una cosa es que lo haya autorizado la Nación y otra es que lo haga la municipalidad", concluyó Raab.
Juan Carlos Vaca
Fuente: La Nación.com.ar
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