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Título: MENDOZA YA CORTO EL RIO ATUEL
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Argentina - 06/10/2004
En la jornada de hoy, La Pampa pondrá esta situación en conocimiento de la Corte Suprema de Justicia.
PUESTO UGALDE (Enviados Especiales) - El escribano General del Gobierno pampeano, Martín Wallace, constató ayer "in situ" que el caudal del río Atuel es ínfimo, próximo a cortarse en forma total, y con una muy alta carga salina. Rato después, la comitiva de funcionarios que viajó al oeste pampeano constató un hecho aún más grave: que Mendoza ya cortó el río Atuel, a la altura de Carmensa. En la jornada de hoy, La Pampa pondrá esta situación en conocimiento de la Corte Suprema de Justicia.
Una delegación de funcionarios pampeanos llegó ayer hasta el paraje Puesto Ugalde ubicado sobre el río Atuel, a pocos metros del punto donde su cauce ingresa a La Pampa.
Además de Wallace, la comitiva estuvo integrada por el fiscal de Estado, Alejandro Vanini, el secretario de Recursos Hídricos, Juan Pablo Morisoli, el secretario técnico de esa Secretaria, Néstor Lastiri, y la asesora legal, Patricia Matalón. Un móvil de LA ARENA siguió los movimientos de los funcionarios.
A media mañana, los funcionarios llegaron a este lugar -ubicado unos 40 kilómetros al noroeste de Santa Isabel- y pudieron comprobar que el curso de agua es ínfimo, al punto que casi puede cruzarse a pie de un lado a otro. Las mediciones realizadas en el lugar determinaron que el caudal que entra en territorio pampeano es de sólo 150 litros por segundo.
Otro dato que refleja el escaso caudal del río es su salinidad. En este caso se determinó que está en valores sumamente altos, fuera del rango aceptable para consumo humano e incluso, al límite de lo tolerado por el ganado.
Estos datos fueron volcados en el acta que el escribano Wallace labró en el lugar, y que en la jornada de hoy será puesta en conocimiento de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
COMPUERTAS CERRADAS
Tras labrarse el acta, el fiscal Vanini y el escribano Wallace regresaron a Santa Rosa. Morisoli y la gente de su secretaría siguió viaje hasta Carmensa, en territorio mendocino, a fin de indagar en el volumen de agua que se liberan en las compuertas ubicadas sobre el río en esa localidad. La localidad está ubicada a unos 160 kilómetros al noroeste de Santa Isabel y representa la última zona de regadío en territorio mendocino.
Al llegar al lugar se pudo apreciar que las cuatro compuertas están totalmente cerradas, embalsando en forma íntegra el río, sin permitirle que siga pendiente abajo por su rumbo natural. Todo el volumen es derivado hacia los canales de riego.
Por el cauce del río sólo corre el insignificante volumen que aportan unas pérdidas en esas viejas y oxidadas compuertas. Ese escaso derrame es menor a los 150 m3/seg. registrados en Puesto Ugalde, por lo cual, el río no tardará en cortarse antes de llegar a La Pampa.
En la parte superior de las compuertas se han colocado unas gruesas maderas a fin de aumentar el volumen retenido. Con ello impiden que el volumen que pudiera exceder el nivel de las compuertas caiga al cauce del Atuel y pudiera alimentar su escorrentía.
Los funcionarios tomaron varias fotografías de esta situación, las que anexarán a la presentación judicial a realizarse hoy. Sin embargo, su validez legal es escasa, ya que no fueron tomadas en el marco de un acta notarial, como sucedió con las registradas del lado pampeano.
CON LOS PRODUCTORES
En diálogo con LA ARENA, el fiscal Vanini explicó que hoy se hará una presentación ante la Corte Suprema para ponerla en conocimiento de que el caudal que llega a La Pampa "es mínimo".
Vanini reveló que hace dos meses, La Pampa elevó a la CSJ una gruesa carpeta en la que detalló todas las acciones que ha realizado en los últimos años con vistas a acordar con Mendoza el uso compartido del río.
"En este momento, las gestiones están orientadas a lograr que el agua corra en nuestra provincia", remarcó el fiscal. "A ese fin están apuntadas todas las gestiones que estamos realizando", acotó.
Para el caso de que se decidiera iniciar acciones judiciales, el fiscal indicó que podrían comprender no sólo al gobierno pampeano sino también a los productores ribereños, que cada vez con más insistencia reclaman por los perjuicios que les causa el corte del río.
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