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Título: Ordenan a la comuna a cesar contaminación del río en Bajo Grande
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Argentina - 20/10/2004
La Justicia intima a que se minimice el impacto ambiental.
El gobierno deberá proveer agua potable a los vecinos.
La Provincia estudia apelar el fallo de la Justicia.
Los vecinos saben de la contaminación pero continúan usando los pozos.
La vieja discusión por los derechos ambientales de los vecinos de Chacras de la Merced parece estar encontrarndo su cauce. Al menos eso permite leerse de la sentencia del juez de octava nominación Civil y Comercial, Fernando Rubiolo, tal como lo había anticipado este diario hace nueve días.
El texto de la sentencia hace lugar a la acción de amparo promovida por cuatro vecinos de la zona, patrocinados por los profesionales de la clínica jurídica del Centro de Derechos Humanos y Ambientales de Córdoba.
La acción de amparo fue impulsada por el abogado Juan Manuel Picolotti, miembro de esa ONG. A través de la sentencia -conocida en la mañana de ayer- se «ordena a la Municipalidad de Córdoba a adoptar todas las medidas necesarias relativas al funcionamiento de la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de Bajo Grande, a los efectos de minimizar el impacto ambiental producido por la misma, hasta tanto se arribe a una solución definitiva respecto a su funcionamiento».
Al mismo tiempo, ordena a la provincia de Córdoba a «asegurar a los vecinos amparistas una provisión mínima de 200 litros diarios de agua potable, hasta tanto se realicen las obras pertinentes que posibiliten el pleno acceso al servicio público de agua potable».
La DIPAS instaló dos tanques comunitarios al que recurren los vecinos para cargar sus bidones.
Paso importante
Aunque se esperaba un dictamen algo más categórico, tanto vecinos como miembros de la ONG evaluaron positivamente la sentencia del juez Rubiolo. «Es un paso muy importante porque por primera vez la Justicia de Córdoba falla ordenando al municipio a cesar la contaminación.
Y por otra parte es trascendental porque sostiene una medida cautelar haciendo lugar al amparo a favor de los vecinos, obligando a la DIPAS a que cumpla con su obligación de proveer agua», sostuvo el letrado en diálogo con LA MAÑANA y a pocas horas de conocerse el fallo.
«No es para nada una solución definitiva, pero nos permite seguir peleando para que podamos llegar a una solución de fondo», señaló Delia Whet, una de las vecinas que se vio beneficiada por el amparo del juez Rubiolo. «Pero no deja de ser un parche. Lo que queremos es que la planta deje de contaminar para que se recupere toda la zona de una situación ambiental caótica», aseguró.
Provincia apelaría
En la tarde de ayer, Hugo Porchietto, gerente de la DIPAS, se enteró de la sentencia ante la consulta de este diario, y enfatizó su importancia «porque obliga a la Municipalidad a solucionar el estado calamitoso de la planta depuradora».
Sin embargo, consideró que la parte del fallo que obliga a la provincia a continuar el suministro de agua «no correspondía», y aseguró que casi con seguridad la medida del juez sería apelada.
«No podemos aceptar esta sentencia porque de ser así sería esperable una ola de amparos de todos los vecinos de la zona, que nos obligaría a llevarles de por vida camiones de agua hasta que se organicen para realizar una cooperativa. Con seguridad lo vamos a derivar a Jurídica para que sea apelado».
Casualmente, ésa es una de las posibilidades que se discutieron en una reunión de vecinos llevada a cabo en la tarde de ayer en el salón de la Cooperativa La Merced. Allí se reunieron miembros de esa cooperativa habitacional, junto a los de la cooperativa Unidos y vecinos del «bajo», es decir, de Chacras de la Merced, quienes comparten una problemática similar referida a la contaminación de las napas.
En esa convocatoria, los vecinos plantearon la necesidad de aunar fuerzas en torno a esta causa y «dar batalla» en dos frentes: por un lado, continuar con la vía jurídica, por otra, presionar a las autoridades. «Sabemos que si no presionamos a la Municipalidad y a la DIPAS, no vamos a obtener nada», aseguró Ramón Pedraza, presidente de una de las cooperativas.
Contaminador condenado
Aunque en virtud del daño que se le ha ocasionado a los vecinos de esta olvidada zona de la ciudad, el fallo judicial pareciera por lo menos tibio, una lectura de fondo permitirá entender que se trata de algo más que eso.
La mayor depredadora ambiental de toda la ciudad, la propia Municipalidad de Córdoba, ha sido intimada a que deje de envenenar el río Suquía con los excrementos sin procesar de media ciudad, y resuelva de modo estructural este problema que afecta a unas 600 familias de la ciudad y a las demás poblaciones que río abajo sufren las consecuencias del presente que se les envía desde esta capital.
La sentencia es un punto de partida, aunque quedan dudas en lo que hace a los tiempos y formas en que deberá ser cumplida. Parecería lógico esperar apelaciones, tanto de la Provincia como de la Municipalidad, que continúan pateando el problema afuera y no se ponen de acuerdo a la hora de dar una solución efectiva.
Mientras la pelea continúe, los chicos de Chacras de la Merced seguramente seguirán chapoteando entre las bacterias coliformes, sin demasiada conciencia de que ese entorno está poniendo en peligro algo más que el medio ambiente.
Adolfo Ruiz
Fuente:lmcba.com.ar
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