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Título: UN PAIS CONTAMINADO: LENTA AGONIA DEL MEDIO AMBIENTE EN PARAGUAY (05/06)( Fuente: Ultima Hora)
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Paraguay - 05/06/2005
El bosque paranaense tuvo una reducción del 90%, según informes del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA),
María Angélica Ramos
Gustavo Olmedo
Miles de hectáreas de bosques destruidos a diario, arroyos, lagos y ríos contaminados, uso indiscriminado de agrotóxicos, humo negro inundando las ciudades, basura mal dispuesta, son algunos de los males con los cuales Paraguay recibe el Día Mundial del Medio Ambiente que se celebra hoy.
El bosque paranaense tuvo una reducción del 90%, según informes del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUAM), en tanto que todos los cursos hídricos están altamente contaminados, en su mayoría con coliformes fecales y ni siquiera son aptos para el veraneo.
La importación de agroquímicos –de uso frecuente en la agricultura– tuvo un incremento del 75% en los dos últimos años. Este fenómeno trae aparejado el aumento de los efectos nocivos en la salud de las personas, cuyos hábitats quedan rodeados de cultivos extensivos donde se utilizan sin control alguno, tóxicos incluso prohibidos en otros países del mundo, como el Paraquat y el 2-4D (agente naranja).
Los humedales también son blanco de ataques por parte de productores que proceden a secarlos o canalizarlos para ampliar cultivos o espacios de pastoreo de animales.
COMPLICACIONES. La situación ambiental del Paraguay se complica con el humo negro, la basura doméstica y la patológica que no tienen una disposición adecuada. Son escasos los hospitales que cuentan con incineradores para los restos patológicos, de modo que no constituyan peligro para los demás.
Igualmente, están los residuos líquidos provenientes de fábricas e industrias que son depositados en arroyos y ríos sin ningún tratamiento previo.
Sin embargo, el principal problema es la impunidad que rodea a los delitos contra el medio ambiente. La complicidad de funcionarios de los tres poderes del Estado hacen que los ilícitos no tengan sanciones que frenen su práctica.
El broche de oro de este conjunto de problemas es la falta de educación de la ciudadanía, que colabora con prácticas irresponsables en torno al medio ambiente.
Avanza polución de cauces hídricos
Los ríos, lagos y arroyos son actualmente los recursos naturales más afectados por las prácticas contaminantes y el incumplimiento de las normativas ambientales vigentes.
A diario, en estos cauces de agua dulce, se arrojan cantidades incalculables de desechos fecales, industriales y domésticos, convirtiéndolos en focos de infestación humana y factor de deterioro para la misma naturaleza.
La falta de tratamiento de los efluentes cloacales e industriales y la improvisada instalación de las respectivas tuberías siguen siendo prácticas comunes. Numerosas mataderías siguen lanzando huesos y sangre animal a los arroyos y riachos que confluyen con el río Paraguay; recurso vital para la población.
En ese sentido, la constante aparición de peces muertos y los altos niveles de coliformes fecales detectados por el Senasa en varias de sus playas, reflejan la crítica situación en la que se encuentra y la necesidad de aplicar medidas paliativas urgentes.
Basura sin control ni clasificación
Bolsas de plásticos, conteniendo todo tipo de desechos; desde hules hasta vidrios y jeringas, se amontonan en las veredas, patios baldíos o cualquier rincón de la ciudad. Los desperdicios en nuestro país son arrojados sin contemplación y conciencia, contaminando ambientes y personas.
La falta de basureros, el deficiente –y en muchos lugares inexistente– servicio de recolección municipal, la carencia de un sistema de clasificación (orgánicos e inorgánicos), los vertederos improvisados en zonas despobladas, así como la ausencia de un programa de concienciación ciudadana, convierten a la basura en una verdadera "bomba de tiempo" ambiental.
Los ríos y arroyos están colmados de desechos plásticos que se degradan después de 500 años. El vertedero Cateura, que recibe más de 1.500 toneladas de desechos por día, está saturado. En varios hospitales, la basura patológica se acumula en cantidades descomunales, mientras el sistema de alcantarillado de Asunción se encuentra taponado por la gran cantidad de desperdicios que la gente tira sin un mínimo de conciencia.
CADA DÍA AUMENTA LA IMPORTACIÓ DE VENENOS:
Tóxicos son usados en la agricultura
María Angélica Ramos
La contaminación con productos químicos sigue en constante aumento.
En los últimos años, la importación de agrotóxicos subió en un 75%, llegando a miles de litros y kilos de paraquat, 2-4D y otros productos altamente nocivos para la salud, pero eficaces para eliminar malezas y plagas del agro. El aumento de los cultivos de soja transgénica trajo aparejado una mayor necesidad de estos venenos.
Las denuncias de los efectos en la salud humana, incluso muertes, también crecieron. El caso más llamativo es el fallecimiento del niño Silvino Talavera en el departamento de Itapúa, tras haber sido rociado con potentes venenos cuando fumigaban un sojal. Fue el único caso que llegó a los estrados judiciales, pero con la particularidad de que el juicio fue anulado y empezará de nuevo el próximo martes 7, con fuertes presiones de parte de los sojeros, en su mayoría brasileños.
A la problemática del uso indiscriminado de estos productos, se suman la irresponsabilidad en el manejo y el traslado de los mismos. Varios accidentes con resultados lamentables se dieron en los últimos tiempos.
Los más llamativos fueron la quema de un depósito del Ministerio de Agricultura donde ardieron 10.000 litros de insecticidas; el 8 de setiembre de 2004 volcó en Capiatá un camión derramando 20 mil litros de tóxicos en la ruta; el 1 de enero de este año, en Villa Elisa, hubo derrame de 50 mil litros de fuel oil en el río Paraguay; el 8 de enero volcó otro camión con 23 mil litros de agroquímicos en Minga Guazú y el 28 de enero otro vehículo con 15 mil kilos de sulfato de cromo en Limpio.
"Humo negro", el tóxico diario
Los niveles de emisión de gases tóxicos provenientes de fábricas y automóviles van en aumento, especialmente en Asunción, donde las autoridades competentes no toman las medidas correspondientes.
En este contexto, el "humo negro" de vehículos diésel se ha convertido en el veneno "más consumido" por la ciudadanía, de manera silenciosa e impune. Este gas oscuro está constituido por partículas que, debido a su tamaño, llegan a las regiones más profundas del pulmón, afectando las vías respiratorias; incluso puede producir cáncer. La falta de control riguroso y continuo de las autoridades municipales —que no aplican las leyes respectivas— son los responsables directos de la circulación de este tipo de vehículos que ponen en riesgo la salud de la población.
La aplicación de las normativas sobre "humo negro" requiere de un trabajo conjunto y coordinado que involucre a la mayor cantidad de organismos ambientales.
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