Título: CHILE: ALERTA POR AGUJEROS EN LA CAPA DE OZONO EN LA II REGION (03/03)..
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Chile - 03/03/2005
Un número aún indeterminado de "episodios críticos" registra la Segunda Región anualmente por el arribo a la zona de masas con débiles concentraciones de ozono (O3)
Un número aún indeterminado de "episodios críticos" registra la Segunda Región anualmente por el arribo a la zona de masas con débiles concentraciones de ozono (O3), lo que permite (según los expertos) que hasta en invierno pasen abundantemente los rayos ultravioleta (UV), es decir, los más dañinos para la salud.
Según Andrés Hernández, científico investigador del Laboratorio del Ozono, con sede en la Universidad de Magallanes, es posible prever que los antofagastinos estarán frente a verdaderos "mini agujeros", porque para que el ozono cumpla efectivamente su función de filtro o escudo contra la radiación necesita por lo menos una concentración de 220 Unidades Dobson (nivel de ozono en la atmósfera), pero en nuestra zona puede bajar de ese rango.
"Si bien el ozono en la Segunda Región es estable y generalmente fluctúa entre los 260 y las 290 unidades Dobson en promedio, hemos visto a través de las fotos satelitales de la Nasa que esporádicamente baja de ese valor por el desplazamiento de masas con baja concentración desde las zonas australes, las que afectan al norte", sostuvo.
De acuerdo a la información entregada por Hernández, los "solmáforos", como el instalado en el Paseo Prat, no necesariamente miden la disminución del ozono ya que para ello se necesita instrumental mucho más sofisticado.
Es por ello, apuntó, que se debería implementar un sistema de alertas más efectivas con el objetivo que la población asuma hábitos de protección, especialmente en los días que la capa se debilita y la incidencia es mayor.
El especialista enfatizó que estos "mini agujeros" pueden presentarse en cualquier estación del año, por lo que la fotoprotección debe ser permanente.
Hernández recordó que los efectos de la radiación son acumulativos en el tiempo y son los responsables de los melanomas, conocidos popularmente como cáncer a la piel. Eso sí, reconoció también que a diferencia de las zonas sureñas, los habitantes de la región están más adaptados a estos mayores niveles de radiación solar, lo que queda demostrado en la tonalidad más oscura de la piel.
Sin embargo, el académico de la Universidad de Tarapacá, Miguel Rivas, señaló que no existen datos formales de la disminución dramática de la capa de ozono al menos sobre las zonas pobladas del norte y que más bien el problema estaría remitido a sectores cordilleranos.
"En el altiplano evidentemente las personas están más expuestas porque tienen un 10 por ciento o 15 por ciento más de radiación adicional por kilómetro que a nivel del mar. Pero, aún sin debilitamiento de la capa de ozono la región es más susceptible a recibir más radiación por una serie de factores como la mayor cercanía con el Ecuador, la poca vegetación y la presencia de superficies más reflectantes que en el sur del país", explicó, informó El Mercurio de Antofagasta.
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