Título: Una nueva agenda para el futuro..
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Argentina - 08/12/2004
La Conferencia de las Partes del Convenio sobre el Cambio Climático se inició el lunes y de inmediato se volvió a la negociación de los temas que esperan una resolución, o al menos que se encaminen.
Por Raúl A. Estrada Oyuela
La Conferencia de las Partes del Convenio sobre el Cambio Climático se inició el lunes y de inmediato se volvió a la negociación de los temas que esperan una resolución, o al menos que se encaminen.
El ánimo de los participantes está mucho más alto que en las anteriores reuniones de Nueva Delhi y Milán, porque la ratificación rusa del Protocolo de Kyoto ha terminado con las incertidumbres: entrará en vigor en febrero próximo.
Aunque no cambia formalmente el proceso, constituye un rotundo mentís para los agoreros del fracaso de ese instrumento internacional, negociado en 1997 en Japón.
Los temas que despiertan mayor atención son la elaboración de una agenda para facilitar la adaptación de los países en desarrollo al cambio climático y el estudio de las posibilidades que se ofrecen para continuar en el futuro el esfuerzo de mitigación del recalentamiento global.
Los enfoques y las herramientas para la adaptación son variados. Puede pensarse en la adaptación preventiva, y entonces serán necesarios los modelos climáticos, la evaluación de las vulnerabilidades al cambio y la identificación de las políticas y medidas para neutralizar esa vulnerabilidad.
Otro enfoque es el que imponen los daños que ya se han producido, en inundaciones y en tormentas tropicales, donde es necesario reconstruir, pero eligiendo cómo se reconstruye y el lugar donde se lo hace.
Cómo reducir los gases
Las posibilidades para continuar el esfuerzo de mitigación son muy variadas. El Protocolo de Kyoto tiene un método: fija un tope y autoriza la negociación de emisiones. Ese método fue propuesto por los Estados Unidos, siguiendo su modelo para las emisiones de dióxido de azufre que causan la lluvia ácida, pero luego lo ha rechazado.
En cambio, anuncia otras medidas de avance tecnológico, que tienen que ver con la eficiencia, con el uso del hidrógeno, con la captura masiva de carbono y con la captura y utilización de gas metano.
Lo que importa, desde el punto de vista de la atmósfera, es el resultado y, si esos medios que aún no están probados contribuyen al mismo propósito que el Protocolo y se pueden construir como un compromiso, habrá una posibilidad de avanzar.
Lo que se negocia ahora es cómo poner en movimiento estas fórmulas, mientras todos se preparan para la entrada en vigor del Protocolo, cuyas normas van a imponer cambios en las modalidades de producción y consumo de bienes y servicios, a la vez que crean nuevas oportunidades de negocios relacionados con la reducción de las emisiones, que podrá alcanzarse usando equipos, automotores y máquinas más eficientes, construyendo y remodelando edificios y casas con criterio ambiental, y hasta modificando la dieta del ganado para reducir emisiones de metanos.
El autor es embajador, especialista en temas ambientales y uno de los artífices del Protocolo de Kyoto
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