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Título: CORRIENTES: ESPECIALISTAS EXPLICAN EL PORQUE DEL COMPORTAMIENTO DE LOS RIOS DE LA REGION
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Argentina - 08/11/2009
Los ingenieros, especialistas en hidrología, detallaron las causas de la creciente que sufre el Paraná, las metodologías para realizar previsiones y las medidas a tomar para evitar riesgos en las poblaciones ribereñas
Hugo Rohrmann y Carlos Depetris dan detalles de la crecida
Los ingenieros, especialistas en hidrología, detallaron las causas de la creciente que sufre el Paraná, las metodologías para realizar previsiones y las medidas a tomar para evitar riesgos en las poblaciones ribereñas. El impacto de la actividad en las represas.
Los ingenieros Hugo Rohrmann y Carlos Depetris, especialistas en hidrología, detallaron las causas de la creciente que sufre el Paraná así como las alteraciones en los distintos cursos de la región. Mencionaron además los sistemas de previsión con que se cuenta y los estudios que se realizan a nivel local al respecto. Los procesos de marcadas crecidas y bajantes.
La creciente del río Paraná despertó preocupación sobre los riesgos que puede generar su comportamiento actual: en cuestión de días el nivel de las costas sobrepasó la marca de alerta y unas 600 personas debieron ser evacuadas sólo en capital. Sobre esto hablaron especialistas en materia hidrológica.
“La actual crecida del río Paraná en el tramo superior argentino es producida por las precipitaciones registradas durante fines de septiembre y comienzos de octubre, sobre la cuenca de aporte del río Paraná en Brasil. Específicamente en las subcuencas de los ríos Pequirí, Ivaí y Paranapanema, y fundamentalmente el río Iguazú, que en total representan una cuarta parte del área total de aporte del río Paraná en Brasil”, explicó en principio uno de los especialistas. En este sentido agregó que el río registra dos tipos de crecientes distintas: la producida por influencia del río Iguazú, que es rápida y de corta duración, y que es la que se está registrando, y la propia del Paraná, más lenta, con valores máximos duraderos y lento descenso.
En el caso de crecidas propias del Paraná, señaló Rohrmann, producto de precipitaciones elevadas en su extensa área de aporte, el tiempo de traslado desde el momento que se registran lluvias elevadas hasta el momento en que pasa el pico de la creciente por Corrientes - Chaco, tiene un período de tiempo variable entre 30 y 45 días.
“En cambio, la actual creciente es una crecida típica del río Paraná producida por el río Iguazú, que es rápida y tarda de 2 a 4 días para que su pico de caudal llegue a las Cataratas del Iguazú y en la desembocadura al río Paraná aguas abajo de Itaipú, y de 5 a 7 días después el pico de dicha creciente se manifiesta en los hidrómetros de Corrientes y Barranqueras. Así como crece rápidamente, del mismo modo también baja, generando una crecida de aproximadamente 20 días a 1 mes de duración”.
Carlos Depetris agregó por otra parte que el régimen de precipitaciones en la Cuenca del Plata sufrió variaciones con relación al conocido hasta principios de los años ‘70, en forma de un incremento que determinó un corrimiento hacia el oeste de las isohietas que son zonas con iguales precipitaciones. “Asociado con ese fenómeno, también es posible detectar un incremento en la frecuencia de eventos de lluvia en cada año hidrológico y un aumento de lo que se conoce como ‘procesos convectivos’ que son episodios de lluvias con elevados valores de intensidad de la precipitación, lo cual puede tomarse como una tendencia hacia una ‘tropicalización’ del clima de la región”.
Metodologías de previsiones
Actualmente, y desde hace varios años, el Sistema de Información y Alerta Hidrológico de la Cuenca del Plata, dependiente del Instituto Nacional del Agua realiza el monitoreo constante de las condiciones climáticas, hidrológicas y las perspectivas del comportamiento de los grandes ríos pertenecientes a la Cuenca del Plata, Paraná, Paraguay y Uruguay, comentó el ingeniero Rohrmann en una entrevista con la Revista de Ciencia y Técnica de la Unne. “Tiene en cuenta para estas previsiones el comportamiento de las principales represas de Brasil, y las existentes en Argentina: Yacyretá y Salto Grande”.
Independientemente de la metodología utilizada para esas previsiones, se tiene en cuenta los comportamientos históricos de los ríos Paraná e Iguazú. “Por supuesto pueden darse crecidas del río Paraná sumadas a las propias del río Iguazú, dando valores mayores de creciente tales como las ocurridas en 1983, 1992 y 1998, las más recientes e importantes de los últimos años”, indicó.
Además, el comportamiento del río Paraguay, que al recibir las mismas lluvias que su vecino río Paraná, genera crecientes muchos más lentas, con respuestas en las costas Corrientes-Chaco de entre 3 y 4 meses después, efecto beneficioso para las crecidas en estas provincias ya que permite dar paso primero a las crecientes del río Paraná y cuando este ya está descendiendo, recién comienza la creciente del Paraguay.
En el caso de la actual creciente de octubre - noviembre de 2009, remarcaron, las previsiones dadas por el organismo nacional “sufrieron modificaciones de cierta importancia, por la operación realizada por la represa de Yacyretá, que tiene entre sus objetivos elevar la cota de operación del embalse para optimizar su rendimiento de obtención de energía eléctrica”.
“Este comportamiento derivó en mayores valores de alturas de agua, en especial en el tramo que va de Ituzaingó hasta Empedrado. Por esta razón será importante que la Nación y las provincias involucradas, acuerden un mecanismo adecuado de comportamiento de las represas, de comunicación entre los organismos encargados de las alertas hídricas de Brasil, Paraguay, Uruguay y Argentina para que se tenga información actualizada, a tiempo real, de modo que se ajuste cada vez con mayor precisión, el comportamiento de los ríos hacia aguas abajo”. |
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