Título: TRANSPARENCIA INTERNACIONAL TAMBIEN VE A YACYRETA COMO MONUMENTO A LA CORRUPCION (17/03)
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Argentina - 17/03/2005
Un agujero negro que se tragó US$ 11.000 millones en 30 años. Yacyretá, aún sin terminar, costó 20 veces más de lo previsto
Es uno de los mayores símbolos de la corrupción
Se denunciaron irregularidades en contratos de asesoramiento y fallas en los estudios de impacto ambiental
Desde 1973, la Argentina y Paraguay llevan gastados 11.000 millones de dólares en la construcción de Yacyretá, la obra inconclusa que se convirtió en uno de los mayores símbolos de la corrupción en el continente.
Cuando se firmó el tratado binacional que dio origen a la presa hidroeléctrica, se previó una inversión de 500 millones para conseguir su plena operación a mediados de los años 80.
Para 1983, cuando aún no se había iniciado la obra principal, la consultora contratada por el Ente Binacional Yacyretá ya había cobrado cerca de 430 millones de dólares. Era sólo una de las irregularidades que se denunciaron en los últimos 20 años.
Fue Carlos Menem, en 1992, quien bautizó a la represa como \\\"el monumento a la corrupción\\\", un mote que nunca logró quitarse. Sobre todo después de la larga lista de sospechas y denuncias acumuladas durante el decenio menemista.
En la justicia argentina se han investigado las diferencias entre las indemnizaciones a los afectados, el pago de retornos a funcionarios y las posibles conexiones de autoridades de distintos gobiernos con empresas contratadas para estudios ambientales de dudosa necesidad.
El Banco Mundial, que apoyó con financiación el proyecto, terminó por asumir culpas y exigir a los dos gobiernos que redujeran los elevados costos de mantenimiento.
Transparencia Internacional denuncia en su informe global sobre corrupción que el proyecto Yacyretá está inundando los esteros del Iberá. Agrega que debido a los costos excesivos la electricidad generada por la represa no resulta económica y requiere subsidios del Estado.
Y cita al director de la Oficina Paraguaya de Contabilidad General cuando dice que 1870 millones de dólares en gastos para la obra no cuentan con documentación legal y administrativa que los justifique.
Errores de control
El año último, una investigación independiente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) expuso que funcionarios del propio organismo multilateral facilitaron la corrupción en el ente binacional.
El documento habla de fallas en el control y en el gasto de los préstamos que se otorgaron para su construcción. Según esos datos, se han violado políticas del banco sobre regulación de asentamientos y de mitigación del impacto ambiental. Revela también que no se monitoreó la aplicación de las normas internas en la construcción de la presa sobre el río Paraná, entre Encarnación y Posadas, para lo cual se conocieron créditos por 977 millones de dólares.
Diversas entidades ecologistas atribuyen a la corrupción la inundación de casas a lo largo del río Paraná, graves errores en los desagües, la contaminación de pozos de agua y alta incidencia en proliferación de enfermedades.
La central se inauguró en 1994 y funciona al 60 por ciento de su capacidad desde 1998. El gobierno de Néstor Kirchner ha firmado un convenio con Paraguay para terminar todas las obras en 2007; le costará unos 500 millones de dólares.
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