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Título: SAN JUAN: VARIACIONES CLIMATICAS, HUMEDAD EN ALZA
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Argentina - 10/03/2008
La lluvias de los últimos días sirven para ratificar las afirmaciones de algunos metereólogos acerca de que San Juan pasará a ser una provincia más húmeda de lo \"normal\".
Hay estudios que confirman esta tendencia. Habrá que aprender entonces a convivir con más humedad ambiental de lo acostumbrado.
FABIANA JUÁREZ
Casas derrumbadas e inundadas. Calles anegadas. Cientos de evacuados. Cultivos arrasados. Son algunas de las consecuencias que dejaron las lluvias torrenciales que cayeron en los primeros meses del año, y que sirven para ratificar el pronóstico que algunos metereólogos se atreven a difundir: San Juan se convertirá en una provincia más húmeda.
El primero en disparar esta \"bomba\" fue el metereólogo e investigador del Conicet Juan Minetti, quien el pasado 27 de febrero llegó para hablar sobre el cambio climático en el marco de la conferencia que se realizó en el Foro de Abogados. Durante la jornada se refirió a varios temas, entre ellos a que, debido al calentamiento global, que incide directamente sobre los cambios climático (ver infografía), en la provincia las precipitaciones serán cada vez más frecuentes, generando un incremento en la humedad ambiental. En dicha conferencia también participó el metereólogo sanjuanino Germán Poblete, que con estudios científicos y estadísticas ratificó esta situación.
La mejor manera de pronosticar futuros estados de la humedad es obtener los índices de \"humedad absoluta\" o los de \"tensión de vapor\", pero Argentina carece de sistemas para acceder a los mismos. Por esta razón, Germán Poblete realizó un estudio estadístico de las temperaturas mínimas entre 1968 y 2008 para determinar el incremento de las lluvias y de la humedad.
\"Las temperaturas mínimas nos indican el lugar de donde provienen, ya sea de una masa de aire tropical y húmedo o de una subpolar frío y seco -explica el especialista-. Y las máximas son las que miden el impacto de la radiación solar y nos indican si el cielo estuvo despejado o cubierto. En los últimos años vemos que las temperaturas mínimas son altas (de lo que se infiere que provienen de una masa tropical húmeda) y las máximas no son tal altas (lo que nos indica la presencia de nubosidad). Ambos factores se unen para que haya un incremento significativo en la cantidad de precipitaciones y, por lo tanto, en la humedad ambiental. Pero ésto sólo ocurre en verano, donde se ven claramente los efectos del calentamiento global sobre San Juan\".
Los datos hablan por sí solos. En la estación estival de 1968 hubo 28 días de temperatura mínima superior a 20 grados centígrados. En lo que va del verano del 2008, superan los 40.
Pero la frecuencia de las precipitaciones no es el único cambio que registra la provincia. También es visible un incremento en el volumen de agua caída y en la irregularidad de las lluvias. La cantidad de agua caída hasta el momento supera el 50 por ciento del agua que precipita en todo un año en San Juan, donde la media es de 120 milímetros; en lo que va del año el agua pluvial acumulada ya pasó los 80 milímetros (datos proporcionados por el Servicio Meteorológico Nacional con asiento en Las Chacritas). \"Además de un aumento en la frecuencia, ha habido un incremento en el volumen y en la variabilidad e irregularidad de las precipitaciones, y ésto es lo que alarma -explica Germán Poblete-. Si llueve cada ocho días y con no más de 15 milímitros de agua es beneficioso, porque se puede decir que sirve para regar el campo. Pero si las lluvias son frecuentes y torrenciales como las de este verano, son realmente perjudiciales, sobre todo para el agro\".
Todo cambia
La temporada de lluvias torrenciales en la provincia arrancó el pasado 16 de enero, afectando seriamente unas 200 hectáreas de plantaciones de lechugas, chauchas y ajo en la localidad iglesiana de Bella Vista. De todos modos, los entendidos en el rubro son optimistas frente al cambio climático. \"A pesar del pronóstico que hacen los metereólogos no podemos afirmar que una mayor humedad ambiental va a ser perjudicial para la agricultura -sostiene el ingeniero agrónomo del INTA Juan Manuel Raigón-. Que hayamos tenido un verano lluvioso no quiere decir que siempre vaya a ser así, ni que vamos a tener que cambiar la forma de cultivo o cultivar otro tipo de productos. Seguro que este año la lluvia afectó seriamente los cultivos en diferentes zonas, pero los sanjuaninos estamos acostumbrados a que, de tanto en tanto, eso ocurra. Hay que ser muy cautos en lo que se dice, porque se puede crear una alarma innecesaria\".
En los últimos días algunos especialistas en vitivinicultura sostuvieron que el grado enológico de la uva se vería posiblemente afectado por las lluvias y la humedad. Sin embargo, otros pertenecientes a esta rama de la agricultura no lo creen. \"Todo cambio climático puede traer aparejado un cambio en la calidad de las uvas, pero no podemos afirmar con anticipación (antes que termine la temporada de cosecha, donde recién se puede hacer una evaluación) que el grado de las mismas se vea afectado por estas cuasas ambientales -explica Gerardo Danitz, licenciado en Enología y gerente técnico de Bodegas Graffigna-. De todos modos, aún si San Juan pasa a tener el doble de humedad ambiental nunca será comparable a la de otros países vitivinícolas, donde producen vinos de excelente calidad. Creo que todo cambio climático también trae la oportunidad de utilizarlo en beneficio. Sólo hay que ser inteligente y práctico en la búsqueda de herramientas. Por ejemplo San Rafael, en Mendoza, es una zona muy castigada todos los años por el granizo, y los productores entelaron los parrales para mantenerlos a salvo. En San Juan siempre hemos tenido problemas por la falta de agua para regadío, así que si llueve mucho puede ser beneficioso. Y por más que las lluvias sean muy frecuentes y torrentosas, todavía estamos muy lejos de dedicarnos al cultivo de arroz\".
A pesar que las lluvias de este verano afectaron sobre todo a los departamentos del interior, la última de la madrugada del domingo pasado hizo estragos en el Gran San Juan. Calles anegadas, vehículos varados, casas inundadas y otras tantas derrumbadas, y 90 evacuados fue el saldo que dejó en Capital. Frente a la posibilidad de que esta inclemencia climática se repita a corto y largo plazo, las autoridades municipales están llevando a cabo un plan de acción que pasa, sobre todo, por la prevención. \"Desgraciadamente, frente a estas situaciones no es mucho lo que podemos hacer -sostiene Alfredo Castro, de la Dirección de Emergencias de la Municipalidad de Capital-. La primer medida, en la que llevamos bastante tiempo trabajando, es mantener limpias las acequias, ya que son el único medio de desagote que hay. En esto pedimos también la colaboración de la gente, para que evite tirar basura en las mismas. Por otro lado, y como es imposible darle una casa a cada familia precaria, por el momento sólo estamos repartiendo en todas las villas nylons, palos y camionadas de tierra para que los propietarios puedan reforzar los techos y paredes de sus viviendas. Y sin duda que con tanta agua el pavimento también se va a ver afectado, como sucedió en la zona de Rawson y Fray Mamerto Esquiú, donde se produjo un hundimiento. Allí estamos trabajando para dejar la calle nuevamente transitable. En realidad es poco lo que podemos hacer para que la ciudad no vuelva a colapsar frente a otra lluvia torrencial. Sólo nos queda encomendarnos a Dios y cruzar los dedos para que no vuelva a llover\"
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