Título: NEGOCIOS Y MERCADOS: LOS RECURSOS DE LOS RIOS PARANA, URUGUAY Y PARAGUAY (30/05)(Fuente: Clarin)
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Argentina - 30/05/2005
Sobrepesca en los ríos: peligra un negocio de US$ 10 millones. Desde la devaluación florecieron pescadores y hay 12 frigoríficos especializados.
El explosivo crecimiento de las exportaciones de pescados de río dio origen a un negocio que moviliza más de U$S 10 millones al año, casi tanto dinero como el que generan otras carnes de mayor tradición, como el publicitado corderito pa tagónico. Pero, a la par, abrió serios interrogantes sobre la sustentabilidad de esos recursos. Una postal típica de la Argentina: como sobre su extenso mar, por las aguas marrones del Paraná también sobrevuela el fantasma de la sobrepesca.
En este rubro, el sábalo es amo y señor. En 2004 se exportaron 31.879 toneladas, que representaron más del 95% de despachos que se completan con algo de boga, tararira, surubí, patí, dorado y hasta bagres. Como en muchos otros casos, la devaluación dejó a los "sabaleros" locales en buenas condiciones para exportar. Así, sus ventas al extranjero —prácticamente inexistentes hasta mediados de los noventa—- hoy triplican las de una década atrás.
De buenas a primeras, esta situación generó una pujante economía regional: en el país existen entre 3.000 y 3.500 pescadores artesanales y 12 frigoríficos especializados en el sábalo, que además de exportar por más de U$S 10 millones proveen unas 10.000 toneladas de pescados de agua dulce al mercado interno.
Esta génesis se produjo sin ayuda estatal; tampoco hubo demasiado control. Menospreciando la actividad, el gobierno de Carlos Menem decidió liquidar la Dirección Nacional de Pesca Continental, y cedió el manejo del tema a las provincias.
Pasó lo que tenía que pasar: en una reciente reunión del Consejo Federal Agropecuario, que reúne a la Nación con las provincias, se coincidió en la urgente necesidad de realizar un profundo estudio sobre los recursos pesqueros de la gigantesca Cuenca del Plata, que además del Paraná incluye a los ríos Uruguay y Paraguay. La situación del sábalo será la primera que abordarán los especialistas del INIDEP (Instituto de Desarrollo Pesquero) y del INALI (Instituto de Limnología del Conicet). Hoy el Estado no tiene siquiera estadística de las capturas, y mal puede saber si los peces de río están siendo sobreexplotados.
Del sábalo se conoce que llega a migrar hasta 500 kilómetros al norte para desovar, y que sus larvas luego son llevadas río abajo por la corriente. Curiosamente, y por fortuna, las provincias norteñas (como Formosa y Corrientes) prohíben su captura comercial, debido a que las especies que priorizan para la pesca deportiva (el dorado y el surubí) se alimentan con ellos. Por eso la actividad se concentra en Santa Fe y Entre Ríos, que aunque regulan la pesca, muchas veces dictan normas contradictorias para una u otra orilla.
"Se va a realizar un diagnóstico integral. No nos limitaremos a la pesca porque son muchos los factores que tienen impacto sobre la especie, como las represas", explicó Alberto Spinach Ros, uno de los técnicos.
En cuestiones comerciales se sabe bastante más. Por caso, que el sábalo se exporta a un promedio de 326 dólares por tonelada, y que Colombia se ha convertido en el gran mercado, con casi 60% de los pedidos. La razón resulta de un antecedente que no se puede obviar: los caribeños demandan el sábalo del Paraná por su parecido a su "bocachico", un pez que se llegó a capturar a gran escala en el Río Magdalena, hasta que un buen día dijo basta.
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