Título: Turistas varados en las termas..
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Argentina - 11/01/2005
El camino de acceso al complejo quedó anegado por la crecida del río Los Árboles. Treinta personas quedaron aisladas en el lugar desde el sábado hasta ayer a la tarde, cuando despejaron el camino.
Cuestionaron la falta de servicios, comunicación y advertencias en el lugar
El camino de acceso al complejo quedó anegado por la crecida del río Los Árboles. Treinta personas quedaron aisladas en el lugar desde el sábado hasta ayer a la tarde, cuando despejaron el camino.
El complejo de las termas de Fiambalá sufrió el embate de la lluvia que cayó durante la noche del sábado y la madrugada del domingo en la localidad tinogasteña. La creciente del río Los Árboles, a 5 kilómetros del complejo, obstruyó el camino y dejó a 30 turistas totalmente aislados e incomunicados durante más de dos días. Recién a las 17.30 de ayer, maquinarias de la municipalidad despejaron la vía de acceso al complejo y los turistas pudieron regresar.
Durante todo el tiempo que duró el aislamiento, los 30 veraneantes de distintas provincias, incluidos algunos menores, estuvieron varados en el lugar sin ningún tipo de comunicación ni asistencia médica, pese a los cuadros de pánico que registraron algunos visitantes. La lluvia también ocasionó problemas con el suministro de agua y de energía eléctrica que estuvo cortada por espacio de varias horas. El desastre natural, sumado al aislamiento y la oscuridad contribuyeron a generar un ambiente de tensión entre los turistas varados.
El intendente Amado David Quintar recién tomó conocimiento de la situación ayer a las 9 de la mañana, cuando se logró establecer una comunicación desde las termas, a través de un equipo VHF con una radio FM local. Entonces se dispuso el envío de máquinas para que despejaran el camino. Sin embargo, los trabajos se demoraron hasta horas de la tarde debido a que el río Abaucán, distante a un kilómetro del pueblo, también estaba anegado.
Alrededor de las 17.30 de la víspera, la totalidad de los turistas pudo descender la quebrada y retornar a Fiambalá. Según las fuentes, al menos dos veraneantes oriundos de Tucumán debieron ser asistidos en el hospital de la localidad debido a los cuadros de hipertensión que presentaban.
Marta Fulnoire, otra veraneante, cuestionó que no existieran medios de comunicación ni servicios de asistencia médica en el lugar. También recriminó el hecho de que no hubiera ningún cartel que advirtiera a los turistas que, en caso de lluvia, debían autoevacuarse por peligro de crecientes o derrumbes.
Pozo de Piedra
En tanto, la localidad de Pozo de Piedra, en el departamento Belén, también sufrió serias consecuencias a raíz de las crecidas de ríos y arroyos que usualmente no traen agua. La corriente obligó al menos a seis familias a autoevacuarse en las viviendas de familiares o conocidos debido a la gran cantidad de agua que ingresó en sus casas. Inclusive, un par de construcciones habrían quedado aisladas como en una isla por el desborde de dos brazos del río.
A la difícil situación se sumó la falta de agua y energía eléctrica que afectó a la población. Las principales vías de comunicación quedaron totalmente anegadas y hasta ayer no habían podido ser despejadas debido a la falta de maquinarias, ya que las únicas con que se contaban estaban afectadas a trabajos en la localidad de Puerta de Corral Quemado, que, tal como informó este diario en su edición de ayer, sufrió las consecuencias más graves dentro del departamento Belén, por un aluvión que obligó a evacuar un poblado de 16 viviendas.
Fuente: El Ancasti.com.ar
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