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Título: SALTA: CRISIS HIDRICA EN LA ALTA CUENCA DEL JURAMENTO (03/11)(El Tribuno)
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Argentina - 03/11/2005
La cota del embalse está dos metros abajo de la media histórica. Estiman que descenderá otros dos metros más.Se necesitarán al menos tres años con buenas lluvias para que la presa vuelva a sus mejores niveles.
Está en sus niveles más bajos el dique CABRA CORRAL
Luego de tres años de pobres precipitaciones y aportes, el nivel de las aguas de Cabra Corral vuelve a estar en los niveles históricos más bajos.
La cota del gran embalse cayó esta semana a los 1.021,90 metros sobre el nivel del mar, o sea que se ubicó 10 centímetros por debajo del techo mínimo calculado para el normal funcionamiento de las turbinas y generadores hidroeléctricos allí instalados: 1.022 metros sobre el nivel del mar.
Las islas que navegantes y pescadores ven aflorar con el paso de los días en el mayor espejo de agua de la región, son la inexorable señal de la crisis hídrica que arrastra la alta cuenca del Juramento desde 2003.
Desde su construcción, la mayor presa del Noroeste Argentino había visto caer su cota por debajo del nivel de generación sólo una vez. Fue exactamente siete años atrás, cuando el nivel de las aguas se desplomó en octubre de 1998 hasta los 1.017 metros sobre el nivel del mar, tras cinco desastrosos años hidrológicos signados por el fenómeno de "El Niño".
Esta fue la peor marca histórica y con ella la cota del embalse estuvo a punto de tocar la "línea roja" en la que resulta imposible el funcionamiento de las turbinas y generadores hidroeléctricos.
En el año hidrológico de agosto de 1997 a julio de 1998 -y como telón a un dramático período de sequía que había arrancado en 1993- Cabra Corral había recibido entonces solamente 312 hectómetros cúbicos de agua, es decir apenas una tercera parte de los caudales promedios aportados por los sistemas Toro-Rosario, Arias-Arenales, Santa María-Guachipas y otros ríos de la alta cuenca a lo largo del último siglo.
Esto desembocó en la peor crisis hídrica jamás registrada en Salta.
La situación actual
El dique Cabra Corral está hoy 2 metros abajo del promedio de sus cotas más bajas, que es de 1.024 metros sobre el nivel del mar, y se calcula que descenderá unos 2 metros más, a menos que se presenten en las próximas semanas grandes lluvias y aportes de caudales, pese a los moderados a mezquinos pronósticos.
Con todo, la mayor reserva de agua del NOA no se desplomó a los extremos dramáticos de 1998, aunque la situación actual no es menos que preocupante.
La mitad de caudales
Los alrededor de 450 hectómetros que ingresaron durante el último año hidrológico al gran embalse, de acuerdo con los registros, representan menos de la mitad del promedio histórico de los caudales aportados por los cursos de la alta cuenca (950 hectómetros cúbicos).
En opinión de los especialistas, este cuadro -que acentuó el déficit arrastrado desde 2003- exige de una "cuidadosa" administración de las reservas de Cabra Corral y del dique El Tunal, porque la falta de agua para la generación hidroeléctrica no es el único ni el más sensible de los aspectos en juego.
La crisis también plantea delicados interrogantes para más de 50 mil hectáreas de cultivos bajo riego y el abastecimiento potable de las poblaciones localizadas -aguas abajo de El Tunal- tanto en Salta como en Santiago del Estero.
Los aportes de la alta cuenca del Juramento, recordemos, garantizan el riego de 4.500 hectáreas en Catamarca, 1.665 en Tucumán y 52.553 en Salta.
En Santiago del Estero, a su vez, los caudales que bajan por el sistema Juramento-Salado desde el dique El Tunal aseguran el abastecimiento de agua potable para alrededor de 60 mil pobladores del extremo Norte de la vecina provincia.
Un 25% menos de
agua para regar
52 mil hectáreas
A raíz de la escasez de agua en la alta cuenca del río Juramento, productores agrícolas localizados aguas abajo de el dique El Tunal tienen restringido el riego un 25%. Este recorte, en muchos casos, se traduce en una caída de hasta el 30% en las producciones de la zona.
El gerente del Consorcio de Usuarios de El Tunal, José Ortiz de Urbina, precisó que la restricción al riego fue consensuada con las otras partes que intervienen en la discusión sobre el reparto de las aguas embalsadas en Cabra Corral y El Tunal. Estas son las agencias de Recursos Hídricos de Salta y Santiago del Estero e Hidroeléctrica Río Juramento, la empresa generadora de energía que opera en los dos diques.
Ortiz de Urbina remarcó que el recorte del 25% fue propuesto por el propio consorcio de regantes que autogestiona el recurso en toda el área que se extiende desde El Tunal hasta el límite con Santiago del Estero.
Tras recordar que en el área de influencia "hay 52 mil hectáreas concesionadas bajo cultivo", el dirigente anteño aclaró que el recorte en el agua para riesgo "alcanza sólo a los medianos y grandes productores. Los pequeños productores no tienen ninguna restricción", resaltó.
Este gesto se apoya en inexorables datos de la realidad. Una restricción que para medianos y grandes productores de Anta y Metán supone una retracción transitoria, puede convertirse en la ruina de pequeños agricultores de la zona.
Además, resulta una obviedad que en los medianos y grandes establecimientos agrícolas se resumen prácticamente todas las posibilidades de garantizar un uso racional de las reservas reducidas en las extensas superficies bajo riego.
En efecto, es esta franja de productores la que tiene posibilidades concretas de aplicar -por medios propios- mejoras tecnológicas y nuevos conceptos que permiten racionalizar la captación, conducción y distribución del agua.
Desde Santiago del Estero
reclaman por más caudales
En la última reunión de partes, a mediados de este año, Salta se comprometió a asegurar que lleguen al límite con Santiago del Estero por lo menos 12 metros cúbicos de agua por segundo.
A tal fin, y teniendo en consideración los consumos agrícolas localizados en Anta y Metán, aguas abajo de El Tunal, las erogaciones de esta presa se mantuvieron en el orden de los 37 metros por segundo, según los registros que manejan los actores del sistema.
Pese a ello, a medida en que cayeron los niveles de reservas de Cabra Corral, crecieron los reclamos desde la vecina provincia por supuestos incumplimientos de los caudales mínimos que deben llegar a través del río Juramento para asegurar el suministro potable a poblaciones santiagueñas que son abastecidas a través de los conocidos canales De Dios y de la Patria.
En tal sentido, junto con la crisis hídrica que persiste en la alta cuenca del Juramento es posible que recrudezcan los reclamos y cuestionamientos desde Santiago del Estero, ya que a partir de este mes -según convinieron las partes- las erogaciones de El Tunal bajarían de 37 a 35 metros cúbicos por segundo.
La sustancial diferencia entre los caudales que salen por las compuertas de El Tunal y no llegan al Canal de Dios, se explica sólo en parte por los consumos agrícolas localizados a lo largo del curso.
Mediciones técnicas que se realizaron durante tres años consecutivos revelaron que un 49% del agua erogada desde la citada presa se pierde por infiltración y evaporación en la conducción (el propio lecho) del río Juramento. El postergado proyecto del canal El Tunal-Figueroa, justamente, apunta a superar el problema.
Fuente: el tribuno salta.com.ar
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