Título: PARAGUAY: GENERAL DIAZ SE CONVIRTIO EN UN CRUCE DE CAUCES DEL PILCOMAYO (25/01)(ABC Color)
|
Paraguay - 25/01/2006
Alrededor de este pequeño poblado gira una serie de cauces naturales, algunos de ellos colmatados y otros en condiciones de ser rehabilitados
FINAL DE LA CAÑADA LA MADRID Y PRINCIPIO DEL RIO MONTELINDO
El fortín General Díaz marca el final de la cañada La Madrid y el principio del río Montelindo. Alrededor de este pequeño poblado gira una serie de cauces naturales, algunos de ellos colmatados y otros en condiciones de ser rehabilitados. El norte y el sur de General Díaz enfrentan situaciones diferentes, que requieren tratamientos distintos. Al sur se ubican las conflictivas represas que taponan el cauce del Montelindo.
El fortín General Díaz se convirtió en un referente importante en el intento de mantener las aguas del Pilcomayo regando parte del Chaco paraguayo.
En este punto se encuentra una serie de cauces que pueden permitir al río escurrirse en una superficie mayor.
Aunque varios de ellos se encuentran taponados, por los sedimentos de crecidas anteriores, es posible iniciar la tarea de limpiar los sectores colmatados para que el Pilcomayo vuelva a ingresar en áreas donde lleva años de ausencia.
Como ejemplo podemos mencionar la intención de la Comisión Nacional del Pilcomayo de llevar agua del río a la laguna Escalante. Para alcanzar el objetivo inició la construcción de un canal artificial que permitirá la unión de la cañada La Madrid con el cauce que llega hasta la laguna. Las obras se esperan terminar este año, de tal manera que en la próxima crecida el Pilcomayo vuelva a Escalante, beneficiando a su paso a las misiones católicas San José Estero y San Bernardo, donde viven centenares de familias nivaclé.
En torno a General Díaz se tienen dos situaciones bien diferenciadas:
a) El norte de General Díaz: El Pilcomayo llega por un conducto llamado cañada La Madrid, luego de llenar a su paso una serie de esterales, siendo el más importante el humedal ubicado en el establecimiento ganadero Agropil SA, que es una suerte de embalse natural que constituye un reservorio de agua.
La cañada La Madrid es una suerte de tubo que permite al Pilcomayo llegar hasta el Pilcomayo. Salvo en aquellos puntos con desniveles, el río se mantiene básicamente dentro de su cauce.
b) El sur de General Díaz: Aquí comienza una intrincada red de cauces menores, madrejones y cañadas. Una buena parte de ellas están con el cauce cubierto de vegetación, con algunos sectores sedimentados. Para facilitar el escurrimiento del Pilcomayo se optó por conectar el río Montelindo con La Madrid, lo que permite que las aguas lleguen hasta localidades como fortín Caballero, ubicado a unos 400 kilómetros de General Díaz.
El sector más conflictivo de distribución de agua se encuentra precisamente al sur del fortín. El curso del Montelindo se encuentra cortado por un sinfín de represas, levantadas por propietarios de establecimientos ganaderos con la intención de forzar el desborde del Pilcomayo.
Estas dos situaciones requieren manejo diferente. Al norte, el desafío es mantener abierta la embocadura del canal paraguayo y libre de obstáculos La Madrid. Al sur, el desafío es lograr un uso racional del agua y ampliar el área de distribución de las aguas del río.
A modo de ejemplo podemos mencionar que en General Díaz se abren dos cauces del Montelindo, con los brazos norte y sur. Los estancieros del brazo sur fueron hasta el momento los más beneficiados y elevan su voz de protesta ante la posibilidad de una rehabilitación del cauce del brazo norte. Ambos, lógicamente, tienen el mismo derecho a contar con agua.
La tarea no es sencilla y se requiere contar con un plan estratégico de uso y distribución de agua. De momento, la comisión del Pilcomayo contrató el servicio de la consultora Consorcio Gestión y Monitoreo Ambiental en procura de disponer de un plan maestro de intervención.
La tarea al norte de General Díaz es relativamente sencilla, porque constituye más que nada una labor técnica. Al sur, en cambio, la situación obliga a lidiar con los intereses de ganaderos desesperados por recibir al Pilcomayo. Obviamente, cada uno cree que su situación es más grave e importante que la del vecino. Esto explica la multiplicación de las represas.
|
