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Título: INFLUENCIA DE LA CORRIENTE EN CHORRO, EN CAPAS BAJAS SOBRE LAS LLUVIAS EN EL NOA (17/04) (Fuente:Nuevo Diario Web)
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Argentina - 17/04/2005
El por qué de algunas lluvias del norte en el verano.Mecanismo y conclusiones de una investigación climatológica.
Por Julio Pavón
EN EL MUNDO se están haciendo controles que contribuyen a la predicción de eventos severos del clima y que tienen un gran impacto socioeconómico en algunas regiones del planeta. Trabajos de investigación climática recientes, determinaron la influencia de la corriente en chorro, en el génesis de tormentas severas, sobre una amplia región de Sudamérica y especialmente en el noroeste y centro de la Argentina.
Hace poco se hizo un experimento, con la participación de instituciones nacionales (Universidad de Buenos Aires), locales (Recursos Hídricos, Universidad Nacional), que cubrió una gran extensión. Fue un experimento de campo de la corriente en chorro en capas bajas en Sudamérica, mediante el cual se trató de mejorar el conocimiento del mecanismo de ocurrencia de las precipitaciones en centro de la Argentina, por la influencia de ese fenómeno.
Durante el verano, masas de aire tropicales hiperhúmedas, ubicadas en niveles medios (1.500 metros), provenientes de dos regiones diferenciadas del Océano Atlántico: una de ellas desde el Atlántico tropical (Ecuador) y la otra desde el Atlántico subtropical (en la latitud de 20 grados sur), impulsadas por los vientos alisios de ese sector, atraviesan en dirección oeste la cuenca amazónica y el centro del Brasil, recargándose de humedad, producto de la gran evapotranspiración de la gran cobertura forestal de esa región e ingresa por dos vías de penetración preferencial: una sobre el norte de la Argentina, sur del Brasil, Paraguay y Uruguay y la otra impacta con los contrafuertes andinos de la Cordillera de los Andes, en Santa Cruz de la Sierra (Bolivia) y es forzada a desplazarse hacia el sudeste, intensificándose los valores del viento medios y bajos, originando la corriente en chorro.
La corriente en chorro es un viento muy intenso, con cambios apreciables en su intensidad, debido a que tiene una gran pendiente, llevando mucha humedad, que originaría el 35 por ciento de las lluvias totales en verano y el 58 por ciento en primavera, en el norte y centro de la Argentina, caracterizándose por generar masas de aire térmicamente muy inestables, por calentamientos locales y con una gran actividad convectiva, dando origen a tormentas muy intensas, denominadas sistemas convectivos de mesoescala.
Se hicieron experiencias de campo que consistieron fundamentalmente en la medición de los distintos parámetros meteorológicos, en un área de gran extensión, que comprendió a Bolivia, Brasil, centro y norte de la Argentina, Paraguay, Perú y Uruguay. Ello incluyó observaciones de altura mediante radiosondas y globos pilotos que proporcionaron mediciones de temperatura, presión, humedad y vientos en distintas alturas de la atmósfera, con observaciones diarias. Estas se completaron con misiones aeronáuticas que brindaron información detallada de la estructura tridimensional espacial de la corriente en chorro y su intensidad, con un avión especialmente equipado, cedido por la Agencia Nacional de la Atmósfera y Océanos de los Estados Unidos.
Las mediciones en superficie consistieron en el aumento de las observaciones de precipitación, con la instalación de aproximadamente 1.200 pluviómetros en la Argentina, Bolivia, Paraguay y Perú. Esto permitió la determinación de períodos secos y húmedos durante el experimento y su estrecha relación con la corriente en chorro, lo cual ayudó a su comprobación y correlación a partir de imágenes satelitales y con los modelos de pronóstico numérico.
Se buscó especialmente la medición de tormentas intensas y la determinación de los elementos trazas (por debajo de un milímetro de lluvia), para lo cual se dispuso de un pluviómetro como cuña, para tener una mejor resolución, precisamente para medir pequeñas cantidades de lluvia, a los que se sumaron los existentes en las redes pluviométricas, como el caso de Santiago, que contribuyó con un número importante de estaciones pluviométricas, integrantes de la red hidrometeorológica provincial, operada por Radio Policial y dependiente de Recursos Hídricos.
La medición de la lluvia fue un requerimiento esencial para la determinación de la duración, intensidad y la variabilidad especial de este parámetro, por lo que se precisaba de observaciones muy precisas.
En Santiago se seleccionaron unos cuarenta puntos en sitios previamente consensuados con los responsables del experimento, que correspondían a estaciones pluviométricas de la red oficial de la provincia, tratando de obtener una adecuada cobertura espacial de todo el territorio, para lo cual se determinaron su latitud y longitud, mediante el sistema de posicionamiento global.
Las conclusiones
La información fue recolectada y almacenada en una base de datos de la institución responsable del experimento (la Universidad de Buenos Aires), que permitió el análisis temporal y espacial de las observaciones, usando imágenes satelitales, la identificación de los eventos más extremos y su área de cobertura.
De acuerdo a la información brindada por los especialistas, se identificaron tres tipos de corrientes en chorro.
La primera (tipo A), se extiende desde Bolivia hasta el nor-noreste de la Argentina, incluyendo parcialmente a Santiago del Estero (en los departamentos Copo, Alberdi, Moreno, Juan Felipe Ibarra). Hubo 45 eventos de este tipo en toda el área.
La correspondiente al tipo B, se localizó únicamente sobre territorio boliviano, habiéndose verificado 16 casos.
Y finalmente hubo 14 situaciones del tipo C, localizadas solamente en la Argentina, especialmente en el centro del país, cubriendo a Santiago casi en su totalidad, norte de Córdoba y pequeñas áreas del Chaco y Santa Fe.
Las tormentas más intensas ocurrieron especialmente durante los eventos tipo A y correspondieron a una mayor extensión. Estas tormentas se inician generalmente en el noroeste de la Argentina, intensificándose a medida que se mueven hacia el este. Las máximas intensidades ocurren durante la noche y cubren una extensión de 200.000 kilómetros cuadrados, habiéndose indentificado los lugares de génesis, máximo desarrollo y posterior decaimiento.
El experimento permitió establecer la importancia de las observaciones de precipitación ya que el aporte de las instituciones provinciales, responsables de las redes de medición, fue razonablemente buena y constituyó un aporte importante para la investigación y pronóstico del tiempo en la región seleccionada, más si se tiene en cuenta que es el resultado de esfuerzos individuales o eventualmente regionales, que se verían reforzadas con una política de alcance nacional que contemplara una mayor cobertura espacial de las mediciones y la integración de las redes existentes, lo que pone de resalto el importante papel de las estaciones básicas de medición de los parámetros medioambientales y su relación con eventos severos.
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