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Título: Un riacho tendrá agua todo el año y beneficiará a importante área productiva..
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Argentina - 13/01/2005
Durante la visita gubernamental a General Belgrano, se reiteró el propósito gubernamental de crear las condiciones para que el riacho El Porteño, de 210 kilómetros de longitud, disponga de agua dulce durante todo el año
Durante la visita gubernamental a General Belgrano, se reiteró el propósito gubernamental de crear las condiciones para que el riacho El Porteño, de 210 kilómetros de longitud, disponga de agua dulce durante todo el año y facilite la planificación productiva en toda su jurisdicción con la valiosa incorporación del riego como herramienta novedosa para los ciclos futuros.
El anuncio surgió simultáneamente a una promesa que realizara el gobernador Gildo Insfrán a los pobladores de la zona y que ahora está en condiciones de confirmar acerca de su realización concreta. Se trata de las obras de regulación de San Isidro, una colonia jurisdiccional de las tantas que existen en el norte y que están pendientes del agua del citado curso de agua para planificar sus actividades agropecuarias.
Forma parte de la política que sobre manejo de los recursos hídricos ha encarado el actual jefe del Ejecutivo desde el mismo inicio de su gestión hacia finales de 1995 cuando reseñó un plan de gobierno que se fue cumpliendo progresivamente y en el cual figuraba este propósito de conservar en Formosa el río Pilcomayo- que por entonces amenazaba con fugarse definitivamente de la región- así como de crear las condiciones para que se terminaran los efectos de los vaivenes de la naturaleza en la historia cotidiana de los productores.
Regulación
San Isidro es una de las once obras programadas para el manejo racional de los recursos hídricos en la zona norte, sobre el cauce del riacho El Porteño que atraviesa una extensa comarca de 210 kilómetros de longitud que arranca a la altura de San Martín 1,cerca de la ruta 24 para proyectarse hasta el río Paraguay, a la altura de Clorinda, en la frontera con el Paraguay. Se suma a las de las colonias y localidades de San Juan, Laguna Naineck, Siete Palmas, Buena Vista, El Espinillo, Misión Tacaaglé, Maestro Fermín Báez y Villa general Martín Miguel de Güemes.
Lo que quiere Insfrán es asegurar la disponibilidad de agua durante los 365 días del año en la totalidad del cauce, sobre todo teniendo en cuenta que transcurre y escurre por una de las áreas más ricas del territorio, se informó. No quiere que los productores de la jurisdicción soporten, como ha ocurrido hasta hace poco, los rigores de la sequía. Por eso la importancia de las obras para que después venga la otra ventaja que les ofrece: el uso de los sistemas de riego. Es que cuando no llueve hay que apelar a ellos para garantizar los resultados de los proyectos agrícolas, sobre todo de modo tal de evitarse los disgustos y pérdidas económicas que implica perderlo todo al momento de la eventual cosecha.
Bañado
El área del río Pilcomayo es la que está ubicada al norte de la ruta 81, según la apreciación desde el punto de vista hidrológico. Y en el caso de El Porteño, los aportes que escurren por su cauce proceden de ese verdadero monumento ecológico continental que es el Bañado La Estrella, de 400.000 hectáreas de superficie al que se integra laguna La Salada, a partir de una toma que se ha instalado a la altura de Unión Escuela, a la altura de la ruta provincial 24.
Forma parte de un componente mayor en el que tiene gravitación, además, una serie de obras hidroviales entre las que figura la de la ruta 28,entre Las Lomitas y Posta Cambio Salazar, donde ya se construye un gran regulador que permitirá derivar el rico recurso para abastecer a zonas de Pozo del Tigre, Estanislao del Campo e inclusiva hasta Ibarreta.
Insfrán pretende que los productores incorporen el riego a sus prácticas laborales para no tener que soportar de brazos cruzados los rigores de la precariedad pluvial. Estas obras se acometen porque El Porteño no da abasto para esta novedad del regadío ya que solamente cuenta con agua de calidad desde enero o febrero hasta no más allá de setiembre lo que condiciona en gran medida la planificación agropecuaria en la región norteña.
Esa es la razón de la relevancia del flamante anuncio del Gobernador en el sentido que las obras hace un tiempo prometidas comenzarán a fines de febrero de este año o a más tardar en los primeros días de marzo.
Además de cumplir con la palabra empeñada - algo que fue advertido por el propio Insfrán cuando dijo que tiene la memoria intacta y por lo tanto no olvida lo que asume como promesa con la gente- plantea ante la comunidad productiva un estilo diferente de encarar sus proyectos agrícolas desde el riego.
Riego
Una de las cosas que quiere lograr el Gobernador con el riego es acabar con las prácticas de monocultivo a las que está acostumbrado el productor formoseño. O por lo menos, lo estaba hasta no hace mucho en que se puso en vigor la diversificación agropecuaria. Pero, tal como concibe la mayoría de sus obras, la diferencia en los objetivos del riego está en el hecho de que, así como se propone el desarrollo zonal, se hace hincapié fundamental en la realización plena de la familia rural que es lo mismo decir en el desarrollo humano, de los productores de carne y hueso.
Cuando se terminen las obras o se vayan concluyendo por etapas, se avanzará en los ensayos para lo cual se toman en cuenta los agrupamientos de chacras de las colonias jurisdiccionales, ubicadas a la vera de los distintos cursos de agua, para experimentar sobre el terreno. Ello implica, además, la elaboración de un plan anual de cultivos que es posible porque con el riego no se está expuesto a los peligros de que no llueva porque los equipos que se utilicen funcionarán a partir del agua que se acopie en las distintas franjas destinadas a su embalse. Hay quienes hablan de chacras demostrativas y otros de consorcios o cooperativas. Pero lo que le interesa al Gobierno es que haya un acostumbramiento al uso del riego para que la planificación de la producción aparezca como el rédito notable de este proceso de cambio rural.
Hay que rescatar también como valioso el criterio oficial de probar otras formas de aprovechamiento de los recursos hídricos, en este caso a través de la siembra de peces para que sea otro aporte nutricional para la población y al mismo tiempo un pretexto para encarar proyectos económicos alternativos o complementarios.
Fuente: La Mañana-on line.com.ar
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