Título: ESAS NUBES QUE REPRIMEN LA LLUVIA (07/11)
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Argentina - 07/11/2004
Las emisiones de la quema de biomasa -en incendios provocados entre julio y noviembre, cuando más seca está la vegetación y más fácil se propaga el fuego-, tienen una larga serie de consecuencias en la dinámica atmosférica.
"En los incendios se producen aerosoles -explica Diana Mielnicki-, que son importantes para la formación de nubes, porque actúan como núcleos de condensación y permiten que se formen las gotas. Pero cuando hay demasiados aerosoles , se forman gotas muy chiquititas y en mucha cantidad. Esto tiene varios efectos: por un lado, las nubes son más brillantes, lo que incide en la radiación, y por otro, no se produce la precipitación. Es decir, está nublado todo el tiempo, pero no llueve. Y si no llueve, los aerosoles no se limpian, se mantienen en la atmósfera y se trasladan. Aunque es más difícil que se produzca la precipitación, si finalmente se produce es más violenta. Y si esas lluvias intensas caen sobre una zona que fue deforestada, aumenta la erosión. Además, la deforestación disminuye la evaporación, y eso afecta el ciclo hidrológico."
Y Pablo Canziani lo corrobora. "Las investigaciones indican que la quema de la biomasa amazónica, exacerbada por la deforestación en bandas o parches, muestra impactos en la humedad que podrían afectar sustancialmente los sistemas de circulación regional y global, agravando la contaminación de la atmósfera -afirma-. Y pensar que todo empieza a partir de la quema de algo chico... cien metros cuadrados.. Muchos pensarán que no es nada, pero..."
Crecen los incendios intencionales de campos.
Un fenómeno que preocupa: causan una gran erosión
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