Título: TUCUMAN: ALIMENTADOS POR LA LLUVIA, LOS RIOS COMENZARON A DESBORDAR (29/10)(La Gaceta)
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Argentina - 29/10/2006
Los pobladores temen que se produzcan inundaciones y exigen que se hagan obras. El fenómeno afectó fincas de arándanos.
CONCEPCION.- Los ríos del sur tucumano recuperaron su furia con las últimas lluvias. El Gastona, el Chirimayo y el Medinas despertaron la preocupación de los pobladores con las primeras crecidas producidas el miércoles pasado. El Chirimayo socavó el terraplén del puente de la ruta 365, a la altura de Alpachiri, y desbordó, devorando varios metros de fincas agrícolas ubicadas en sus márgenes. Algunas viviendas de Alpachiri y de La Angostura también sufrieron la arremetida de las aguas. Dos debieron ser evacuadas.
En el pueblo de Medinas, el río homónimo estuvo a punto de desbordar, mientras que el Gastona alcanzó niveles preocupantes. Por momentos se temió que saliera de su cauce en El Molino, hacia el oeste de esta ciudad.
Los vecinos denunciaron que el problema volvió a plantearse a raíz de que no se hicieron los trabajos de reencauce y de construcción de defensas necesarios.
“La situación es inquietante. Los desbordes destrozaron fincas con arándanos y casi se llevaron las casas levantadas cerca de las márgenes. La cuestión es que se trató de una alerta que no sabemos si se podrá remediar con la ejecución de algunos trabajos que ya tendrían que haber estado concluidos. Ahora que se inició el ciclo estival, es difícil que las maquinarias puedan movilizarse en los ríos”, manifestó Javier López, un productor de Alpachiri.
Enérgico reclamo
“Todos los años sucede lo mismo. Las crecientes llegan y los trabajos prometidos aún están sin ejecutarse. Son obras que deben ponerse en marcha en los meses de sequía. Pero, al parecer, muy pocos entienden el problema”, planteó por su parte Ricardo González, de El Molino.
En Medinas, los vecinos denunciaron que no se hicieron los trabajos que venían pidiendo desde hace tiempo, que comprenden el reencauce y el levantamiento de defensas. “También hay que extraer los sedimentos que levantaron el piso del lecho. Ahora, con esta primera crecida, quedó demostrado que el cauce no necesita crecer mucho para desbordar -opinó el lugareño Julio Ortiz-. En el verano, cada vez que llueve aquí, no se puede dormir por temor a que el río se nos venga encima. Aquí hay familias que perdieron muchos bienes a causa de las inundaciones”.
En la “Perla del Sur”, los ríos Gastona y Chirimayo no dejan de preocupar cada vez que crecen. El intendente Osvaldo Morelli apuntó que la situación más inquietante se plantea con la acequia de Los Méndez, que atraviesa el municipio llevando agua del Chirimayo al ingenio La Trinidad. Cada vez que este crece, la masa líquida se desvía por el canal y anega barrios del sector sur. “Esa acequia debe ser clausurada, porque representa un riesgo permanente para cientos de familias que en otros años ya sufrieron las consecuencias de su desborde”, sostuvo el jefe comunal. En el Gastona y el Chirimayo, según informó, se está realizando reducción de sedimentos, construcción de defensas y reencauces.
El secretario de Obras Públicas de la Provincia, Oscar Mirkin, explicó que en el sur cayeron lluvias de gran intensidad en corto lapso y que la falta de capacidad de absorción del suelo hizo crecer las cuencas acuíferas. “Se han venido haciendo los trabajos de fondo y se va a continuar invirtiendo -anunció-. Pero, para revertir tantos años de desinversión, hace falta una continuidad de muchos años más”. (C)
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