Título: SANTA FE: ESPECIALISTAS LOCALES HABIAN ALERTADO SOBRE LA INUNDACION (05/04)(Santa Fe Ciudad)
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Argentina - 05/04/2007
Se trata de un informe elevado a Naciones Unidas que se conoció en febrero pasado. Denunciaban que “la vulnerabilidad de los recursos hídricos existe aún para la situación actual”.
En un detallado informe especial publicado por este diario el lunes 5 de febrero pasado, distintos especialistas en medioambiente habían anunciado que, ante las características actuales (denominadas variables) de la región, la ciudad de Santa Fe y la región corría riesgo certero de inundarse como ocurrió la semana pasada y continúa.
"La conclusión a la que llegamos es que la vulnerabilidad de los recursos hídricos existe aún para la situación actual; puede ser el déficit o el exceso que se traduce en inundaciones. Por lo que las recomendaciones son -básicamente- que se empiecen a adoptar políticas y planes para reducir esa vulnerabilidad de manera de estar mejor posicionados ante eventuales agravamientos", resumió la ingeniera Silvia Wolansky. Es entonces cuando empiezan a cobrar real trascendencia expresiones como ordenamiento territorial y gestión de riesgo, publicó El Litoral en febrero pasado.
El artículo periodístico firmado por Nancy Balza aborda las conclusiones finales de un informe elaborado por la Universidad Nacional del Litoral, en el marco de la 2° comunicación argentina a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático.
Wolansky, junto a los investigadores Raúl Pedraza, Ofelia Tujchneider, Roberto Marano, Hugo Arrillaga y Norberto García, detallaron –sobre la situación actual de nuestra región- que “el cambio (climático) ya empezó y estamos en una transición”. Además sentenciaban en el artículo: “Se observó un aumento en la cantidad de días con precipitaciones y un porcentaje aún mayor de lluvias intensas”.
Las variables anteriormente mencionadas denuncian con claridad que la ciudad de Santa Fe y zona necesitan con urgencia un reordenamiento territorial para evitar nuevas inundaciones de barrios asentados en zonas bajas, como también obras que procuren el rápido escurrimiento de el agua acumulada producto de las lluvias intensas que –según pronostican- serán cada vez más frencuentes; y una gestión de riesgo que coordine políticas que eviten el colapso de la atención a afectados y prevenga los distintos escenarios posibles para solucionar los problemas.
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