 |
|
Título: POLEMICA ENTRE PRODUCTORES Y TURISMO POR EL MARGINAL DEL ATUEL (25/07)(Los Andes)
|
Argentina - 25/07/2005
El marginal del Atuel beneficiará a los agricultores pero afectará al turismo..El cambio se traducirá en un 20 o 30 por ciento más de potencial productivo en frutales y hasta un 50% más en la zona de Carmensa, la más afectada.
Myriam Ruiz Especial para Los Andes Dice la gente del Sur que el Atuel es uno de los ríos más nobles que existen. A pesar de que sus aguas son detenidas y acumuladas en distintas represas, lo cierto es que el caudal que baja hacia el llano es suficiente para dar vida a muchos emprendimientos turísticos y sostener toda la producción agrícola de la región.
Con la construcción del marginal del Atuel, toda esa zona productiva que hoy riega con agua dura -o de segunda como prefieren decir algunos productores- se va a beneficiar al obtener agua de primera calidad. El cambio se traducirá en un 20 o 30 por ciento más de potencial productivo en frutales y hasta un 50% más en la zona de Carmensa, la más afectada.
La otra cara de la moneda es que el río quedará casi seco, afectando las economías de aquellos emprendimientos turísticos de General Alvear que habían apostado al margen del río, el atractivo más fuerte que tiene el departamento.
Río Seco
El Atuel es el símbolo de General Alvear. En sus aguas se han divertido generaciones enteras y sus clubes y balnearios tenían esa particularidad -rara en Mendoza- por la acción de los diques- de tener un río caudaloso y poco peligroso. Ahora, con el marginal, ese icono corre peligro de desaparecer.
Así lo ven muchos empresarios del Sur. Primero aclaran que “todos queremos esa obra porque nuestra producción la necesita”, pero luego reclaman que en el proyecto se tenga en cuenta una cota de agua para que los emprendimientos turísticos no mueran.
La realidad les da la razón. Actualmente, en verano pasan por el Atuel -en temporadas normales- unos 50 metros cúbicos por segundo. Luego de finalizada la obra del marginal, ese caudal va a quedar en 7 metros cúbicos al recibir sólo el agua de los desagües de las fincas en riego (llamados aguaditas), que además es muy salada y de baja calidad.
Jorgelina Cucatto, directora de Turismo de General Alvear, comentó a Los Andes que se está pidiendo a las autoridades que tengan en cuenta un canal derivador que desvíe algo de agua del marginal y bañe la zona en la que están los balnearios.
Walter Martínez, de la cámara de Turismo, explicó que hay muchos proyectos que quedarían en la nada. Ya están los planos para el Parque Los Ranqueles, que continuaría la avenida principal de la ciudad de Alvear hasta la costa del río y donde se ha proyectado instalar hasta una laguna artificial.
Martínez fue duro. “De todo esto, nadie quiere hablar. Todos dicen que más adelante veremos, los políticos y funcionarios aseguran que todo se va a solucionar pero lo cierto es que si el canal derivador no se incluye hoy en el proyecto, nuestro río va a desaparecer y con él parte de nuestra economía”.
Agua salada
La historia del canal marginal es larga, tanto como la espera de los agricultores sureños que han ido viendo cómo el agua salinizaba sus terrenos lo cual fue sumando desprestigio a la buena tierra que riega el Atuel sur.
El problema de salinización comienza aproximadamente en la zona de San Rafael en el distrito de Las Malvinas. A esa altura del río desembocan todas las "aguaditas" de una importante zona productora que riega el Diamante.
Las aguaditas no son otra cosa que los desagües y colectores que reúnen el agua que "sobra" del riego de las fincas sanrafaelinas y van a sumarse al caudal del Atuel.
Para dar una idea más precisa hay que recurrir a los índices. El agua del Atuel en las Malvinas, donde está la toma actual del marginal, es de 1.300 microsiemens (una medida de conductividad usada para medir la salinización del agua). Ahora bien, apenas pasa la zona de esas primeras aguaditas la medida se va a 1.900 microsiemens. Este es el promedio anual de salinidad de toda la zona productiva comprendida por Jaime Prats, Colonia López, Real del Padre y todo General Alvear.
Criterios internacionales indican que de 700 a 1.500 ms corresponden a una salinidad media, mientras que de 1.500 a 3.000 ms es alta salinidad. Más de 3.000 ms no se considera agua apta para riego. La zona de San Pedro del Atuel -o Carmensa, como se la conoce- está regando sus cultivos con agua que ronda en promedio anual los 2.200 microsiemens.
Eduardo Diego, subdelegado de aguas del Atuel, explica que el marginal guiará el agua del río hacia todos los canales de riego, obviando las aguaditas que irán a parar, como actualmente lo hacen, al curso normal del Atuel. El primer beneficio será entonces que toda las zonas productoras ya nombradas recibirán agua de primera calidad a 1.300 ms, como en San Rafael.
Mejor agua, mejores frutas
¿Cuál es el efecto real de la salinidad del agua en obtener mayor o mejor producción? Alfredo van Houten, presidente de la comisión de Agricultura de la Cámara de Comercio de Alvear, ofrece datos preocupantes. “Si regamos un terreno con 1.500 ms de sal (o sea lo normal en esta zona), esto se suma a los minerales naturales del suelo y tendremos tierra con unos 3 mil ms promedio anual”, explica. Según la tabla internacional de Roades -citada en el libro Agua de Riego, de la UNC- ese índice tiene acción directa en la pérdida de potencial productivo.
Si tomamos por ejemplo un frutal sensible como el duraznero, a 3 mil ms. el potencial productor de la planta baja al 73%. Mientras que en un suelo con 4 mil ms. -como el de Carmensa- la planta sólo está produciendo a un 50% de su capacidad. Por supuesto hay otras especies menos sensibles y más fuertes, como la vid.
“El marginal nos va a permitir mejorar todos nuestros cultivos. En dos ciclos productivos que reguemos con agua de mejor calidad se va a notar como mejora la tierra”, dice Alfredo Quesada, presidente de la Sociedad Rural de Real del Padre.
Los datos no son menores. A iguales condiciones, un productor del Valle de Uco -por ejemplo- ya lleva la delantera a otro de esta parte del sur. El agua salada cambia las propiedades de la tierra exigiendo abonos y fertilizantes todo el tiempo, con el costo que ello significa para el agricultor. |
|
|
 |
