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Título: SANTA FE: INUNDACIONES EN ROSARIO, DUDAS Y DEMORAS EN LAS OBRAS PROVENTIVAS
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Argentina - 25/11/2007
A poco de finalizar el año, vecinos de los barrios Cristalería, Municipal y Nuevo Alberdi aguardan las obras cruciales para evitar una nueva evacuación en la temporada de lluvias.
A poco de finalizar el año, vecinos de los barrios Cristalería, Municipal y Nuevo Alberdi aguardan las obras cruciales para evitar una nueva evacuación en la temporada de lluvias. Hidráulica municipal admite que falta mucho y espera más fluidez en el trabajo conjunto con la provincia, a partir del 10 de diciembre.
Crece la preocupación de los vecinos de los barrios Municipal, Cristalería y Nuevo Alberdi por el retraso en las obras de infraestructuras necesarias para prevenir eventuales nuevas inundaciones en la zona. Luego del temporal de marzo último cuando los canales desbordaron y miles de personas debieron ser evacuadas, la Municipalidad anunció una serie de obras cuya ejecución lleva un ritmo bastante más lento que lo esperado.
“Hace una semana, cuando llovió mucha cantidad en poco tiempo el canal Ibarlucea estuvo a un metro del desborde”, aseguró Elio Cantero, un vecino de Cristalería, y agregó que si bien cuando se produjo la última inundación, la Municipalidad los auxilió para recuperar parte de lo perdido, aún no están a resguardo y si hoy volviera a caer esa cantidad de agua, correrían el riesgo de inundarse otra vez, de la misma manera.
Por su parte, desde Hidráulica municipal admitieron que si bien parte de las obras están llevándose a cabo en los plazos previstos (24 meses), hay otras que dependen de trámites aún pendientes y que no estarán listas antes del mes de marzo próximo.
“Ahora se está terminando la canalización de la boca de descarga del canal Ibarlucea hacia el Ludueña y del arroyo Ludueña desde Schwaitzer hasta el Golf Club, y también se está comenzando a construir la sección ampliada del puente sobre calle Baigorria”, detalló el vicedirector de Hidráulica municipal, Alfredo Manavella, a Rosario3.com.
Aunque estas obras significan en sí un avance respecto del año pasado, el funcionario reconoce que hay otros trabajos pendientes de realización tan importantes como éstos. “Falta resolver el tema de la embocadura del arroyo sobre calle Olivé y la ampliación de los puentes sobre la ruta 34 y el ferrocarril que significarían un alivio para los vecinos de Cristalería”, precisó Manavella.
Falta licitar
Además, faltan licitar importantísimas obras como la rectificación del canal Ibarlucea desde calle Baigorria hasta el límite del municipio, algo que todavía no se puede implementar porque antes habría que trasladar a 100 familias que viven en ese sector al barrio Villa del Parque donde a su vez, previamente habría que rectificar los desagües pluviales ya que hasta hoy desembocan en la misma zona de conflicto.
La Municipalidad le propuso al gobierno provincial encarar la canalización parcial del Ibarlucea (hoy tiene sies metros de ancho y debería llegar a un máximo de 35) para que se pueda dar salida a los conductos pluviales de ese nuevo barrio. “Esperamos que con la nueva gestión de Binner en la provincia, el trámite se agilice”, dijo Manavella.
Los funcionarios de Hidráulica confían en que no se repita el fenómeno meteorológico atípico de marzo pasado cuando con un volumen de agua caída que no se registraba desde hacía 200 años, pero concientes del cambio climático y de la reiteración de otros episodios que antes se producían en forma aislada, como las pedreas y las fuertes tormentas, pretenden avanzar en un estudio hidrológico que permita conocer las nuevas variables.
“Hoy no podríamos establecer con exactitud cuál es el tope de lluvias que resisten estas cuencas, porque ha habido muchos cambios en los últimos años –advirtió Manavella– por eso se hace imprescindible que la facultad de Ingeniería realice el estudio (que estaba previsto para este año) en consonancia con la provincia y el municipio, para que se haga un relevamiento de las nuevas cuencas, del suelo y de los canales existentes”.
Por su parte, desde las zonas afectadas ven con preocupación cómo muchas zanjas siguen tapadas con basura, canales han sido obstruidos y las obras prometidas aún no llegan.
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