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Título: CONAMA ELABORA NORMAS AMBIENTALES PARA PROTEGER LAS PRINCIPALES CUENCAS HIDROGRÁFICAS DE CHILE (12/02)..
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Chile - 12/02/2005
Incluye, entre otras, las cuencas de los ríos Loa, Elqui, Aconcagua, Maipo-Mapocho, Bío Bío y Cruces.
Elaborar un conjunto de normas secundarias de calidad que aseguren la protección de las principales cuencas hidrográficas de Chile, es uno de los objetivos planteados por la Comisión Nacional del Medio Ambiente, CONAMA, para este año 2005.
Así lo detalló su Directora Ejecutiva, Paulina Saball, quien resaltó el compromiso permanente que el Gobierno tiene en materia medio ambiental y la importancia puntual de estas normativas tendientes a asegurar la calidad de nuestras aguas. “La motivación fundamental de este trabajo estará centrada en lograr que nuestros ríos, lagos y mares estén libres de contaminación, pues ello es una oportunidad para la salud de la población, para la protección de los ecosistemas y para la competitividad del país”, aseguró la autoridad.
Por tal razón, la CONAMA decidió iniciar recientemente la elaboración de las normas secundarias de calidad ambiental para los ríos Loa, Elqui, Aconcagua, Maipo-Mapocho, Cachapoal, Bío-Bío y Aysén. También se consideró las normas para el Lago Llanquihue, fiordos y Sedimentos Marinos de la XI Región, el río Serrano en la XII Región, las aguas marinas de la Región del Bío Bío y, más recientemente, el del río Cruces, ubicado en la X Región.
Por último, y con el fin de establecer criterios comunes que permitan que la elaboración y dictación de las normas secundarias de calidad de aguas a nivel regional sean homogéneas, se conformó un grupo de trabajo coordinador de carácter nacional, instancia en la que participan los profesionales encargados de los servicios públicos competentes en la materia, entre ellos, la Dirección General de Aguas, DGA.
Logros y avances
Chile ha alcanzado importantes logros en materia del manejo sustentable de sus recursos hídricos. Así las inversiones realizadas por el país aseguran en la década de los ''90 una cobertura de agua potable de un 95 por ciento, cifra que pone a nuestro país en la vanguardia respecto de otras naciones latinoamericanas.
Por otro lado, el tratamiento de aguas servidas en el área urbana en la misma década era de un 5 por ciento, con la consecuente contaminación tanto de los cuerpos de agua superficiales (ríos y lagos) como del mar, poniendo en constante riesgo la salud de la población y la productividad agrícola. Para aumentar el porcentaje de cobertura de tratamiento, el Gobierno a través de las concesiones y privatización exigió a las empresas sanitarias presentar planes de desarrollo, estableciendo un cronograma que obliga a dichas empresas a construir sistemas de tratamiento y en operación, con la meta de lograr casi un 100% de cobertura para el año 2010. El cumplimiento de esta meta ha permitido a la fecha tratar alrededor de un 71% de las aguas servidas domésticas, proyectándose para finales del 2009 un 97,5%.
Así, la vertiginosa construcción y entrada en operación de plantas de tratamiento de aguas servidas en diversos puntos del país está permitiendo recuperar gran parte de los recursos de agua dulce. Esto es un hecho relevante, considerando que las descargas líquidas de origen domiciliario son la principal fuente de contaminación de las aguas en Chile.
De igual modo, y en relación con los efluentes provenientes de las industriales, cabe señalar que, en la primera mitad de la década de los noventa, la contaminación de lagos, ríos y borde costero estaba fuertemente influida por la descarga sin mayor control de ese tipo de residuos. Además, no se contaba siquiera con normas ambientales obligatorias para la calidad de dichos efluentes ni menos con mecanismos de fiscalización. Hoy en día, todos los tipos de descargas de residuos líquidos están regulados, mejorando así las calidades de nuestros ríos, lagos y mar.
La Segunda |
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