Título: CHUBUT: LEY DE MANEJO INTEGRAL DEL AGUA
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Argentina - 08/01/2008
La idea del Ejecutivo es contar con una ley de gestión y de política hídrica para alcanzar un manejo integral del agua.
La pelea del agua
Nadie sabe, puede o quiere explicar que contrapesos de carácter político, económico o técnico anclaron en el Parlamento provincial el proyecto de ley hídrica que en 2004 impulsó el gobernador Mario Das Neves.
Lo cierto es que no serían pocas las señales lanzadas de Fontana 50 para que la bancada oficialista, al menos, reimpulse la propuesta que tiene el propósito de generar un marco normativo para el manejo integral del agua.
El uso del agua no es un tema menor, si se tiene en cuenta que su valor no tiene cálculo ni fronteras. Es un recurso único que en perspectiva aparece como potencial causa de disputas planetarias.
La propuesta
En los pasillos del Palacio aseguran que el tema volverá a escena y será uno de los ejes de la agenda gubernamental. En ese contexto, quienes perciben la sintonía fina de las relaciones del Ejecutivo con el bloque mayoritario sugieren que ya se habrían realizado reuniones informales y que existiría la intención de reflotar el proyecto.
La idea del Ejecutivo es contar con una ley de gestión y de política hídrica para alcanzar un manejo integral del agua.
La propuesta de ley, impulsada en el marco del artículo 101° de la Constitución Provincial, está organizada en dos partes: en la primera se consagra la política hídrica provincial y sus instrumentos y se ratifica el Acuerdo Federal del Agua. En la segunda, el proyecto organiza el denominado Sistema Provincial del Agua (SIPOA), encargado de la gestión de la política hídrica provincial y de sus instrumentos.
El Sistema estará conformado por el Instituto Provincial del Agua, el Consejo Hídrico Provincial, los comités de cuencas, los consejos consultivos de cuencas y los consorcios de usuarios, en una organización que convocará e integrará a todos los actores, públicos y privados, vinculados a la gestión hídrica provincial.
Un debate referencial
El Gobernador dijo en su momento que “el agua para los chubutenses es un recurso único, escaso y vulnerable. Así la preservación del recurso hídrico es un deber irrenunciable del Estado y la sociedad”.
Los inspiradores del proyecto sostienen que frente a los problemas hídricos, que son complejos, interdependientes y, por naturaleza física, integrables, la provincia muestra una administración fragmentada, normas laxas y el poder regulador del Estado inexistente.
El tema que debería inaugurar una debate referencial en la Legislatura chubutense, es en si mismo apasionante toda vez que el manejo del agua se constituirá en el principal factor estratégico de desarrollo económico y social.
Participación y compromiso
La información obtenida permite anticipar que se estimularía la participación de todos los sectores sociales y de la comunidad que representan los intereses del recurso. Cabe señalar en ese sentido que el arco va desde los regantes en los valles chubutenses hasta las petroleras en los yacimientos.
El compromiso de la clase dirigente debe ser muy fuerte, ya que se trata es de alcanzar un modelo de gestión hídrica que asegure la sobrevida del recurso hacia el futuro, teniendo en cuenta que el agua es uno de los pocos elementos de la naturaleza de los cuales el hombre no puede prescindir.
Fuentes consultadas por esta Columna coincidieron en señalar que Chubut es un ejemplo de abundancia, pero no de distribución uniforme del recurso, lo cual demanda un proceso de planificación, sugirieron.
El Instituto del Agua
Según los trazos gruesos de la propuesta, el eje del sistema de gestión de la política hídrica provincial será el Instituto Provincial del Agua, cuyas funciones, composición y relaciones responden a la concepción de autoridad única en materia hídrica, dotada de autarquía administrativa y financiera. El ente tendrá jerarquía político-institucional con la asignación a su titular del rango de Secretario de Estado.
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