Título: BOLIVIA CARECE DE CLASIFICACIÓN Y REGISTRO SOBRE RÍOS Y LAGOS (27/06) (El Diario)
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Bolivia - 27/06/2006
Ley de Aguas es de 1904 y requiere cambios inmediatos . No hay normativa técnica para diferenciar y proteger reservas hídricas de la contaminación.
Los ríos y lagos no están clasificados ni registrados en su totalidad en cuatro clases según las aguas que los componen, según lo que establece el “Reglamento en Materia de Contaminación Hídrica” de la Ley 1.333 de Medio Ambiente
Por ello, las gestiones para evitar la contaminación de los recursos hídricos no son suficientes ni eficientes, según denunciaron varios grupos ecologistas bolivianos.
La normativa, que debió ser determinada por el Ministerio de Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente, debe estar basada de acuerdo con las políticas ambientales del país.
Los ecologistas mencionaron también que esa normativa no existe, puesto que no se cuenta con los recursos y menos con los conocimientos científicos - tecnológicos suficientes para efectuar la tarea pendiente.
“La carencia de los conocimientos técnicos para clasificar nuestros ríos y lagos impide una adecuada gestión ambiental destinada a la protección de los recursos hídricos”, sostuvo uno de los activistas que no quiso ser identificado.
CLASIFICACIÓN DE CUERPOS DE AGUA
Según el “Reglamento en Materia de Contaminación Hídrica”, las instancias ambientales dependientes de cada una de las prefecturas deben proponer un registro documentado con un análisis de la composición de las aguas.
La documentación tendrá que incluir parámetros básicos, fotografías que den cuenta del uso actual del cuerpo de agua y la investigación de las condiciones de contaminación natural y actual por aguas residuales crudas o tratadas, además de las condiciones biológicas, el estudio de las fuentes contaminantes actuales y la probable evolución en el futuro en cuanto a la cantidad y calidad de las descargas.
CLASES DE AGUA
La clasificación de los cuerpos de agua, ríos y lago se divide en: Clase “A”, que son aguas naturales de máxima calidad, que las habilita como agua potable para el consumo humano sin ningún tratamiento previo, o con simple desinfección bacteriológica en los casos necesarios verificados por laboratorio.
En esa clase se incluyen las vertientes y los arroyos provenientes de los grandes glaciares y las aguas cristalinas de algunos ríos, porque pocos tienen un buen nivel de potabilidad.
La clase “B” tiene aguas de utilidad general, es decir que para consumo humano requieren tratamiento físico y desinfección bacteriológica.
Asimismo, la clase “C” pertenecer a los ríos y lagos de aguas de utilidad general, que para ser habilitadas para el consumo humano requieren tratamiento físico-químico completo y desinfección bacteriológica.
La clase “D” determina que aguas de calidad mínima, que para consumo humano, en los casos extremos de necesidad pública, requieren un proceso inicial de presedimentación, puesto que tendrían una elevada turbiedad por el alto contenido de sólidos en suspensión.
Esas aguas también requieren un tratamiento físico-químico completo y desinfección bacteriológica especial contra huevos y parásitos intestinales.
Sin embargo, en el territorio nacional aún no contamos con un registro completo que permita controlar qué clase de contaminantes se vierten en los ríos y lagos.
CONTAMINACIÓN DEL LAGO
Con relación a la contaminación en el Lago Titicaca, los ecologistas aseveraron que son varios los componentes dañinos, como los líquidos tratados en Puchukollo, las aguas servidas de alcantarillas y de industrias provenientes de la ciudad de El Alto, así como las aguas negras de los municipios de Laja y Viacha, además de otros factores que han provocado que la Bahía de Cohana sea contaminada y ello afecte a las personas, animales y vegetales.
Otro de los aspectos que impide que ese sector se descontamine es la falta de corrientes acuáticas, de acuerdo con los activistas.
Los ecologistas manifestaron que mientras no se controle las clases de agua que llevan los ríos como el Seco de El Alto, el Pallina de Viacha y el Katari de Laja hacia el Lago Titicaca la contaminación aumentará de manera paulatina, además de que afectará cada vez más al espejo lacustre navegable más alto del mundo.
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