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Título: VARIOS CULTIVOS AFECTADOS. LAS ULTIMAS LLUVIAS CORTARON LA SECA DE SANTIAGO DEL ESTERO (29/11)..
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Argentina - 29/11/2004
Aunque el panorama es más alentador, la falta de agua ha dejado ya sus huellas en la producción . Los peores daños fueron para el trigo . Hubo mortandad de hacienda
Retoman la siembra de soja y algodón
Aunque el panorama es más alentador, la falta de agua ha dejado ya sus huellas en la producción . Los peores daños fueron para el trigo . Hubo mortandad de hacienda
Ya pasó lo peor. Después de casi 8 meses sin lluvias significativas y de una sequía que se prolongó más allá de lo habitual -porque en vez de concluir en septiembre se extendió hasta principios de este mes-, las precipitaciones registradas entre esta semana y la anterior en buena parte de la provincia de Santiago del Estero sirvieron para cortar una seca que amenazaba con ocasionar graves pérdidas en la producción local.
Aunque las lluvias de las últimas semanas no fueron generalizadas -en algunas zonas hubo más precipitaciones que en otras-, sí alcanzaron para que los productores retomaran la siembra de algunos cultivos, como la soja (esta provincia implanta 715.000 hectáreas) y el algodón, que se encontraban con importantes atrasos.
Más allá de que ahora se abre un panorama más alentador -tras lo que en esta provincia muchos consideran la sequía más importante desde las de 1989 y 1995-, la realidad que se impone es que la falta de precipitaciones abundantes ha dejado sensibles huellas en varias zonas de producción. En lo que se refiere a la soja, por ejemplo, en Quimilí se dejaron de sembrar en septiembre y octubre pasados unas 50.000 hectáreas correspondientes al período de siembras tempranas.
Ahora todas las fichas están puestas para completar la siembra entre lo que queda de noviembre y durante todo diciembre, que es el mes en el que generalmente se concentra el grueso de la siembra. Cabe mencionar al respecto que en esta zona se hacen unas 200.000 hectáreas por año de la oleaginosa estrella.
Además, antes de la llegada de las precipitaciones aquí sólo se logró sembrar unas 2000 hectáreas de girasol, una cifra muy lejana de las 40.000 que suelen cultivarse durante casi todas las campañas en esta región productora.
"La situación hoy ya no es caótica como hace unos 20 días (en esta zona cayeron unos 150 milímetros el miércoles último). Cuando llovía algo se humedecía el suelo, pero no alcanzaba para que se acumulara agua. Aquí no teníamos buenas precipitaciones desde prácticamente principios de marzo", expresó, por su parte, Rodolfo Lobos, presidente de la Sociedad Rural del Noreste Santiagueño, ubicada en Quimilí.
En Bandera, una zona donde se cultivan unas 250.000 hectáreas de soja por año, la sequía hizo que sólo se implantara algo más del 20 por ciento de la superficie prevista. Para esta época ya se debería haber avanzado a más del 40 por ciento, aproximadamente.
"Aquí no llueve bien desde febrero o marzo. Esta seca también ocasionó algo de mortandad de hacienda", señaló a LA NACION Juan Manuel Santiago, presidente de la Sociedad Rural del Sudeste Santiagueño, ubicada en Bandera.
En opinión de Omar Puig, técnico del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) en la zona, la falta de lluvias abundantes durante el año y la prolongación de la seca llegó a complicar la situación productiva de la región. "La última lluvia importante en Bandera fue el 21 de abril, con unos 30 milímetros. Por esto sólo se sembraron 1000 de las 20.000 hectáreas de girasol que suelen cultivarse en la zona", indicó.
Según el técnico, la llegada de las lluvias (43 milímetros el miércoles pasado) contribuirá a que ahora se pueda continuar la siembra de los cultivos de verano.
Otros cultivos afectados
Además de haber golpeado a la soja, al girasol y a la siembra de maíz (en toda la provincia se hacen unas 30.000/40.000 hectáreas con este cereal), la seca provocó importantes trastornos para el algodón.
"La seca hizo que aquí sólo se pudieran sembrar en las zonas de riego unas 4000 de las 40.000 a 50.000 hectáreas que se implantan con este cultivo", comentó Luis Tomalino, director del INTA Santiago del Estero.
"Ahora -agregó- hay un interés en continuar con las labores. No obstante, ya estamos en la fecha límite de siembra", agregó Tomalino.
De todos modos, el cultivo más afectado por la seca en esta provincia ha sido el trigo, donde los rindes de la cosecha fueron muy inferiores a los de la última campaña.
En este sentido, en la zona de Bandera (aquí se hacen 130.000 de las 200.000 hectáreas que se siembran en toda la provincia) el rinde promedio fue de 500 kilos, contra los 1500 a 1800 de la última cosecha. También hubo trigos de 200 kilos de rinde.
En la zona de Quimilí son muchos los productores agropecuarios que directamente no cosecharon ni un solo kilo del cereal.
Por Fernando Bertello
De la Redacción de LA NACION
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