Argentina Bolivia Chile Paraguay Uruguay
FAQ Home Mapa del sitio Contacto
 Búsqueda
   
 Búsqueda Avanzada
Reuniones RIRH
Eventos
Cursos
Actividades
En la RIRH
En este Nodo
Otras
De la RIRH
De este Nodo
Otras
22 de marzo, Día Mundial del Agua
Subsecretaria de Recursos Hidricos
Limnología en Conosur
Documentos de los Diálogos del Agua anteriores
Red de Educación y Concienciación sobre el agua
Tutorial sobre GIRH (Cap-Net)
Informaciones útiles {(UV) - Pronóstico - Mareas - Calculadora}
Título: EN ARGENTINA UN PARAISO EN PELIGRO: BIOSFERA YABOTI, ACUIFERO GUARANI (13/02)..
Argentina - 13/02/2005

El descontrol del Estado amenaza a la Biosfera Yabotí, el último refugio de la selva paranaense-amazónica. La inercia de los gobiernos de Argentina, Brasil y Paraguay ponen en jaque los recursos naturales de la región y el equilibrio del ecosistema.

Por Fernando Glenza *

El descontrol del Estado amenaza a la Biosfera Yabotí, el último refugio de la selva paranaense-amazónica. La inercia de los gobiernos de Argentina, Brasil y Paraguay ponen en jaque los recursos naturales de la región y el equilibrio del ecosistema. Una recorrida in situ por la región.

Cientos de mariposas multicolores, ortigas gigantes, maravillosos helechos, temibles víboras, enormes árboles de valiosas maderas nativas. Diversas plantaciones como el tung, la yerba mate y el tabaco. Pobladores de mirada franca. El zumbido de las chicharras que anuncian un día de calor agobiante se confunde con el ruido incesante de las motosierras y los motores de los camiones que acarrean los troncos. En este territorio cercano a la Triple Frontera entre Argentina, Brasil y Paraguay, en el corazón de la selva paranaense, las únicas células dormidas son las de los funcionarios gubernamentales que debieran controlar y "proteger" el Paraíso.
Recientes fotos satelitales muestran una realidad catastrófica. En un año, Brasil perdió 255.000 hectáreas de selva amazónica, una superficie similar a la de la provincia de Tucumán, en Argentina. Desde 1988 hasta el 2002, perdió 6.050.000 hectáreas, casi 24 veces la superficie de la provincia de Tucumán. Las comparaciones sirven para comprender las dimensiones del desastre. Es como si una selva del tamaño de la cuarta parte de la Argentina hubiera desaparecido del mapa.


En Paraguay, la devastación terminará con la denominada selva paranaense en dos años más. Del lado brasileño ya casi no existe. Es la misma selva a la que pertenece la Reserva de Biosfera Yabotí, localizada en el centro-este de la provincia argentina de Misiones. Esta selva cubre un amplio sector de las subcuencas de los arroyos Yabotí, tributarios del Alto Uruguay, y todavía cubierto de selvas en un relativo buen estado de conservación, aunque no puede saberse por cuánto tiempo más.

En julio de 2004, el colega Gabriel Morales, también de APM, alertaba en un artículo que la selva misionera estaba en peligro, que la deforestación provocada por empresas privadas, como la inercia de los gobiernos de Argentina, Brasil y Paraguay ponía en jaque los recursos naturales de la región y el equilibrio del ecosistema. Una recorrida in situ por la región confirma esta tendencia.

Morales decía que mucho se habla en la actualidad de la "guerra del agua", de la posible presencia de células terroristas de fundamento islámico en la Triple Frontera, de la intención de Estados Unidos de intervenir con sus Fuerzas Armadas en la región para el control del narcotráfico, el contrabando y la persuasión frente a posibles actividades delictivas en la zona. Pero que hay otro recurso que hace de la región de las tres fronteras un importante polo rico en biodiversidad: la selva misionera o paranaense, que se extiende desde la provincia argentina de Misiones pasando por Paraguay y hasta la costa de Brasil.

Ciertamente es así. La zona está atravesada por diversas vertientes y arroyos, entro los que se destacan el Yabotí (tortuga en lengua guaraní). Este mantiene sus aguas claras y transparentes y es abundante en saltos y rápidos. Su caudal es de unos 30 metros por segundo y alguna vez motivó el diseño de un proyecto hidroeléctrico que no prosperó.

La Reserva de la Biosfera Yabotí abarca 223.000 hectáreas, una superficie mucho mayor a la del Parque Nacional Iguazú, que posee sólo 55.500 hectáreas. Quedan incluìdas dentro de esta Reserva el Parque Provincial Moconá y la Reserva de Esmeralda, ambos de dominio del estado provincial. Del lado brasileño se encuentra el Parque Florestal do Iurvo, de 40.600 hectáreas. Al ser estas propiedades, en su mayoría, de dominio privado, están sometidas actualmente a distintos tipos de intervención, siendo el más importante el forestal de tipo selectivo.

El ecosistema principal es el Bosque Tropical, de inmensas riquezas en materia de biodiversidad.

En la Reserva de Biósfera Yabotí confluyen diversos intereses encontrados: madereros, tabacaleros, yerbateros y turísticos, entre otros. Sus principales actores son empresarios, colonos, indígenas, funcionarios y ambientalistas. El hecho destacable es que existen aceptables normativas para el uso sustentable de este recurso que no se cumplen.

En un artículo titulado "El bosque del silencio", publicado en enero de 2005 por el periódico Primera Edición, de la ciudad de Posadas, el ingeniero forestal Sebastián Escalada Allassia, argumentaba que uno de los aspectos de la depredación es la crisis económica que empuja al pequeño y mediano productor agrícola a ampliar sus áreas de producción, pero que no es su culpa. Que es un hábito cultural de nuestros productores que, después de algunos años de explotación del suelo, con sus nutrientes consumidos por apenas un cultivo, en lugar de abonar sale a la búsqueda de nuevas tierras. Estas nuevas superficies son "preparadas" por la quema indiscriminada del suelo, lo que los misioneros conocen como "rozado".

Esto habla de la ausencia de una eficiente política de Estado, sino de una connivencia entre éste y los intereses de los grandes empresarios. Todos sabemos que en el reparto de las ganancias quién menos recibe es el productor, que en la mayoría de los casos se encuentra atrapado por una mínima rentabilidad en una economía de subsistencia.

Escalada Allassia sostiene que "sin lugar a dudas está cambiando nuestro medio ambiente, desapareciendo la flora y fauna autóctonas, reemplazada por un bosque que muchos llaman del silencio, pues en su interior ni los pájaros se animan a anidar. Además de destruir el suelo, los cursos de agua y sus vertientes por los herbicidas, no se respetan los anchos mínimos de las fajas protectoras".

Las tendencias actuales en el crecimiento y distribución de la población, la creciente demanda de energía y recursos naturales, la globalización de la economía y los efectos de las modalidades del comercio en zonas rurales, la erosión de las peculiaridades culturales, la centralización de la información relevante y su difícil acceso, y la propagación desigual de las innovaciones tecnológicas dibujan, en conjunto, una imagen bastante complicada sobre las perspectivas del medio ambiente y el desarrollo en los próximos años.

La primera reunión intergubernamental que estudió estos temas fue la Conferencia sobre la Conservación y el Uso Racional de los Recursos de la Biosfera de la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura), en 1968.

Desde sus inicios en 1971, el Programa sobre el Hombre y la Biosfera (MAB) de la UNESCO fue planteado como una actividad basada en la investigación interdisciplinaria entre ciencias naturales y sociales, que incluía la participación de las poblaciones humanas en sus proyectos de conservación de áreas y recursos naturales.

Más adelante y en particular en el campo de las Reservas de la Biosfera, esa orientación se hizo más precisa a partir de la concepción de "la conservación como sistema abierto" establecida en 1984. Posteriormente, la llamada Estrategia de Sevilla, aprobada en la Conferencia Internacional sobre Reservas de la Biosfera (Sevilla, marzo de 1995) definió la función de desarrollo en un pie de igualdad con la función de conservación y la función logística.

Ya en 1992, en Río de Janeiro, la Conferencia sobre Medio Ambiente y Desarrollo de las Naciones Unidas también había captado la atención de los dirigentes del mundo sobre estos temas. Allí se acordó el Programa Agenda 21, los Convenios de Diversidad Biológica, de Cambio Climático y Desertificación para sentar las bases de lo que ahora se entiende como desarrollo sostenible, incorporando el respeto por el medio ambiente, viviendo de los intereses sin agotar el capital natural, asegurando una mayor justicia social, además del respeto por las comunidades rurales y su sabiduría ancestral.

Para llevar a cabo las actividades complementarias de la conservación y el uso de los recursos naturales, las Reservas de Biosfera se ordenan espacial y funcionalmente mediante su división en tres tipos de zonas interrelacionadas: núcleo, tampón o de amortiguación y transición. En la práctica, esta zonificación se aplica de diferentes maneras para adaptarse a condiciones geográficas y limitaciones locales. Esta flexibilidad puede utilizarse en forma creativa y es uno de los puntos más fuertes del concepto de reserva de biosfera.

Tanto las normas locales como internacionales que tienden a la protección del medio ambiente son aquí desconocidas. Los controles son casi nulos. Los desmontes continúan, los camiones transitan libremente transportando troncos de árboles que debieran ser protegidos. Los mapas satelitales muestran un cono de desolación que se abre hacia el Brasil, hacia donde se escapa lo último de este tesoro.

En tanto, el millonario estadounidense Douglas Tompkins estuvo en la Reserva de la Biosfera a principios de enero de 2005 y habría agregado 3.000 hectáreas a su abultado haber de territorio biodiverso, en una de las regiones más ricas, cercana al Parque Esmeralda.

Habrá que ver qué propone la mesa empresarial, auspiciada por la World Wildlife Found (WWF) mediante su entidad asociada, la Fundación Vida Silvestre Argentina (FVSA), que realizará en Foz do Iguazú, Brasil, entre los días 16 y 18 de marzo de 2005, el denominado "Foro por los 100 millones de toneladas sustentables", particularmente de soja, cultivo que ha provocado graves problemas de erosión en Misiones y que nuevamente se propone como una panacea.

Habrá que participar más y denunciar los atropellos contra este Paraíso. Una buena oportunidad puede ser el "Contraencuentro de Puerto Iguazú", Argentina, que se hará en simultáneo con el de Foz de Iguazú o el próximo "Foro Social de la Triple Frontera" del 12 al 15 de junio de 2005.

* Fernando Glenza , enviado especial de APM al corazón del Acuífero Guaraní ,desde Posadas, Argentina

Documentos Finales del Proyecto
Sea miembro de la RIRH!
Protección Ambiental del Río de la Plata y su Frente Marítimo
Información Institucional
Proyecto para la Protección Ambiental y Desarrollo Sostenible del Sistema Acuífero Guaraní
Programa Estratégico de Acción para la cuenca Binacional del Río Bermejo
Proyecto Implementación de GIRH para el Pantanal y Rio Paraguay
Programa Marco para la Gestión Sostenible de los Recusos Hídricos de la Cuenca del Plata
Proyecto de Gestión Integrada y Plan Maestro Cuenca del Pilcomayo
Manejo y Conservación de la biodiversidad de los Esteros del Iberá
Copyright RIRH | Términos de Responsabilidad | Webmaster