Título: ARGENTINA: MOTIVOS DE LA DISCUSION CON AGUAS (21/01/2005)..
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Argentina - 21/01/2005
El Gobierno les había ofrecido un contrato de operación y mantenimiento, un ajuste tarifario de entre el 16 y el 20 por ciento y una demanda de inversiones del orden de los 240 millones de pesos anuales
¿Qué es lo que está en discusión entre el Gobierno y Aguas Argentinas?
"La discusión es filosófica", dicen en la empresa. Hasta antes del viaje del presidente Néstor Kirchner a París, la principal discusión entre Suez y el Gobierno era la forma del nuevo contrato. "No nos interesa un acuerdo sólo de operación y mantenimiento, queremos un contrato integral", dicen los franceses.
El Gobierno les había ofrecido un contrato de operación y mantenimiento, un ajuste tarifario de entre el 16 y el 20 por ciento y una demanda de inversiones del orden de los 240 millones de pesos anuales. La empresa dice que con ese aumento tarifario no alcanza a cubrir las inversiones requeridas en la expansión del servicio.
En su momento, Aguas Argentinas había pedido un aumento en sus ingresos (es decir, tarifas más rebajas impositivas) del 60 por ciento.
Además, Aguas Argentinas arrastra una deuda de 700 millones de dólares, y sus accionistas se presentaron ante el Ciadi, tribunal del Banco Mundial que vela por que se cumplan los tratados de inversión, para demandar al gobierno argentino por la pesificación de las tarifas y el posterior congelamiento bajo la ley de emergencia económica.
Esta demanda también es un punto clave para el Gobierno, que considera que si la empresa no la retira se acabará la negociación. Este año, en rigor, parte de las inversiones de la empresa se canalizó bajo un sistema bastante parecido al que le propuso el Gobierno.
El último ajuste de tarifas que hubo sobre la factura del agua fue del 7,8 por ciento, en enero de 2002. Ese dinero se acumuló en un fideicomiso bajo la supervisión del Ente Regulador del sector (Etoss), que definió los barrios donde se realizaron las nuevas obras de expansión del servicio.
Una piedra que traba la relación
Por Silvia Pisani - Enviada especial
PARIS.– Dos cosas quedaron ayer en evidencia. Que la incertidumbre sobre la continuidad de Aguas Argentinas es una “traba” para futuras inversiones francesas en nuestro país y que las diferencias siguen siendo tan complejas que “difícilmente” se superen durante la visita que el Presidente y cuatro de sus ministros realizan a esta ciudad.
El panorama no implica que el Gobierno piense en un cambio de estrategia, sino más bien, lo contrario. “Si (el presidente Jacques) Chirac tocó el tema en la forma que lo hizo, significa que vamos bien por el camino de la negociación dura”, dijo anoche el ministro de Planificación, Julio De Vido.
El funcionario se refería al categórico “quitar la piedra del zapato” con que Chirac urgió a Néstor Kichner a encontrar una solución a las diferencias entre la inversora francesa y el Gobierno, apenas ambos se sentaron a conversar en el Palacio del Elíseo.
El Gobierno está interesado en lograr apoyo para la negociación de la deuda privada. Pero, por mucho que se haya esforzado en los últimos días por intentar desplazarla, la diferencia con la privatizada -dominada por Suez, una de las principales empresas francesas- se trasladó a París con todas sus presiones, como uno de los ejes de la visita presidencial.
A tal punto fue el eclipse que la cuestión del canje de bonos de deuda "no figuró" en la reunión con Chirac, según dijeron fuentes de la delegación.
Sí, en cambio, estuvieron presentes la relación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y, por supuesto, el futuro del contrato con Aguas Argentinas.
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