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Título: CAYERON 50 MILIMETROS DE LLUVIA EN UNA HORA. EL PRONOSTICO INDICA QUE PODRIA HABER TORMENTAS MAS VIOLENTAS..
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Argentina - 11/01/2005
Temporal en Tucumán: cuatro muertos y 1.300 evacuados
Entre ellos, un nene de 5 años que se refrescaba en un río junto a su mamá.
Temporal en Tucumán: cuatro muertos y 1.300 evacuados
Entre ellos, un nene de 5 años que se refrescaba en un río junto a su mamá.
Cuatro muertos y centenares de evacuados causó la tormenta de viento y lluvia que castigó a Tucumán en la tarde del domingo. Negros nubarrones y ráfagas de viento de más de 50 kilómetros por hora —que volaron los techos de decenas de casas— fueron el anuncio de los casi 50 milímetros de lluvia que cayeron en una hora y provocaron inundaciones y muerte.
La repentina crecida del río Grande (al oeste de la capital provincial) arrastró a Gladys Estela Morales (45) y a su hijo Leandro (5), cuando estaban refrescándose a causa de la alta temperatura. "Vino la creciente y se los llevó, no pude hacer nada", confesó abrumado Domingo Avelino González, poco antes de reconocer el cuerpo de su esposa, que había sido llevado por la corriente unos 23 kilómetros desde El Siambón hasta las cercanías de Lules. El de su hijo fue encontrado un día después en el río Lules, unos 200 metros más adelante.
En Tafí Viejo, Luis Castillo (32) murió electrocutado cuando le cayó encima un cable de energía eléctrica, desprendido a causa de los árboles volteados por el viento. Ayer al mediodía, en la zona de Cebil Redondo fue hallado el cuerpo de un chico de 13 años, que fue arrastrado por las aguas cuando pescaba junto a su padre en el río Lules.
La fuerte tormenta generó serios problemas en la capital tucumana y en varias localidades del interior. La inundación obligó a las autoridades a evacuar a más de 1.300 personas hacia distintos establecimientos educativos y complejos deportivos.
Las ráfagas derribaron decenas de añosos árboles que cortaron los cables del servicio eléctrico en toda la zona oeste y norte de San Miguel de Tucumán, Yerba Buena, Tafí Viejo, Villa Carmela y San Pablo, y afectaron a más de 100.000 personas, que por varias horas no tuvieron luz.
Fuente: Clarín.com.ar
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La velocidad de la correntada.
Tucumán está en el epicentro de un meteoro que azota a todo el norte del país. Arrastrado por las aguas. Para el jueves y para el viernes se prevén más lluvias. El desborde de los ríos. Amenaza.
La violenta tormenta del domingo -que causó la muerte a tres personas y la desaparición de un niño de 12 años- podría ser una pequeña llovizna comparada con las tempestades anunciadas para fin de mes.
El pronóstico también prevé lluvias importantes para el jueves y el viernes. El meteorólogo Juan Minetti explicó que Tucumán es el centro de una gigantesca tormenta que cubre a todo el norte del país, y que aún no se ha disipado.
El meteoro que azotó el domingo a la zona oeste de la capital y a numerosos barrios del sector metropolitano (y que dejó a 1.046 personas evacuadas) también provocó lluvias en los cerros. Consecuencia de ello fue la furiosa crecida de los ríos de la provincia.
Los conocedores aseguran que los cursos de montaña son “traicioneros”, porque crecen de golpe, sin previo aviso. Un río crecido puede alcanzar una velocidad de entre 8 y 10 metros por segundo (de 30 a 40 kilómetros por hora), según explicó el experto Franklin Adler.
La creciente del río Grande, de El Siambón, se llevó a Gladys Estela Morales, de 45 años, y a su hijo, Leandro González, de 5. El cuerpo del niño fue encontrado ayer a la mañana, en la zona de El Nogalito. Su mamá había aparecido el mismo domingo de la tragedia, cerca de la Quebrada de Lules.
Hasta anoche, José Daniel Fernández, de 12 años, continuaba desaparecido. El chico fue arrastrado por la correntada del río Lules, el domingo, cerca de las 20.
“Les gritaba que venía la creciente y había 600 personas en el agua”
“Les gritaba que venía la creciente y había más de 600 personas en el agua. Sentía pánico de que no me escucharan o de que no me hicieran caso. Pero por obra de Dios, empezaron a salir del río antes de que el agua llegara”. El testimonio pertenece al endurista Horacio Gotardi, de 57 años, quien el domingo alertó desde el puente del río Grande, cerca de El Siambón, a cientos de personas que se estaban bañando en el lugar. Gotardi se encontraba en “El primer cruce”, tres kilómetros río arriba, cuando divisó, a sólo 100 metros de distancia, la creciente que avanzaba. Corrió hacia su moto, dejando todas sus pertenencias, y descalzo logró arrancarla, justo cuando el agua y los troncos empezaban a golpear sus piernas. “Salí a toda velocidad. Estaba aterrado, pensando que había cientos de personas en el puente y que iban a morirse todos. Di gracias a Dios cuando llegué y vi que la creciente todavía no había llegado. Empecé a gritar como un loco. El sol estaba espléndido y no había una nube. Temía que no me hicieran caso, porque nadie podía imaginar lo que pasaba”, contó. Dijo que algunos lo oyeron y así empezaron a salir. Menos Gladys Morales y su hijo, que estaban lejos del puente y fueron arrastrados. “El agua llevaba todo; vimos pasar vacas vivas, juguetes, ropa, conservadoras y hasta árboles”, describió Gotardi.
Fuente: La Gaceta.com.ar
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