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Título: RIO NEGRO: UNA OBRA MENDOCINA LE QUITARIA AGUA AL COLORADO (19/01)..
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Argentina - 19/01/2005
El gobierno de la provincia cuyana proyecta construir un canal para trasvasar parte del caudal del río Grande, afluente del Colorado, al Atuel. Casa de Piedra perdería hidraulicidad.
El gobierno de la provincia cuyana proyecta construir un canal para trasvasar parte del caudal del río Grande, afluente del Colorado, al Atuel. Casa de Piedra perdería hidraulicidad.
Una obra asombrosa de ingeniería que impulsa la provincia de Mendoza podría quitarle al río Colorado, de llevarse adelante, una porción importante del agua que Río Negro y La Pampa utilizan para la generación de electricidad y riego.
El trasvase del río Grande -afluente del Colorado- al Atuel es un proyecto de aprovechamiento del agua que los mendocinos impulsan desde hace un siglo.
La cuenca del Colorado es la única del país que tiene distribuido el cupo de agua entre las provincias a las que pertenece. A Mendoza le corresponden 34 metros cúbicos por segundo y con el trasvase tomará 24.
El ministro de Infraestructura de la Nación, Julio de Vido, anunció que el gobierno central financiará la obra, aunque para iniciar los trabajos hay que realizar varios estudios y obtener el aval del resto de las provincias que integran el Comité Interjurisdiccional del Río Colorado (Coirco): Neuquén, Río Negro, La Pampa y Buenos Aires.
Así como por un lado el trasvase desviaría buena parte del agua de la cuenca, por el otro aumentaría el caudal del Atuel y, por ende, del Salado-Curacó, que desembocaría al Colorado si no fuera porque es embalsado en la zona de Puelches, La Pampa, para evitar que la gran salinidad de ese río afecte el riego (ver aparte).
El trasvase del río Grande al Atuel es un proyecto de ingeniería ambicioso que incluye la construcción de presas y canales. Demandaría una inversión total de 2.000 millones de pesos, aunque con 600 podrían realizarse las obras básicas iniciales.
Para los que están habituados a los caudales de la cuenca del río Negro, la cantidad de agua con la que los ríos mendocinos bajan de la montaña es pequeña.
Aun así, sobre el Atuel -con un modesto caudal medio de 32 metros cúbicos por segundo- se construyeron cuatro presas, las que conforman el sistema Los Nihuiles, que genera más de 900 GWh por año, casi lo mismo que Pichi Picún Leufú.
La posibilidad de inyectarle 24 metros cúbicos por segundo más a ese río entusiasma no sólo a los mendocinos sino también a Nación porque podría aumentarse la capacidad de generaciones de las centrales hidroeléctricas de esas presas.
Como contrapartida, caería la generación en Casa de Piedra, la única presa construida por ahora en el río Colorado.
No sería la única consecuencia negativa del trasvase en el resto de la cuenca: del agua del Colorado depende el riego de vastas zonas productivas de Río Negro, La Pampa y Buenos Aires.
De todos modos, a los pampeanos la obra los seduce puesto que abriría la posibilidad de que el Atuel llegara a su territorio con mayores caudales. (AC)
Que la sal no llegue al río
El Salado recorre buena parte del país recogiendo las aguas de los cursos que bajan de la cordillera de los Andes. Con otros nombres -Chadileuvú o Curacó- debería desaguar en el Colorado, pero se embalsa en una serie de lagunas ubicadas en el área de Puelches para evitar que la enorme salinidad de este río afecte el riego en vastas zonas de La Pampa, Río Negro y Buenos Aires.
La concentración de sal que tiene este curso de agua es tan grande que triplica la del propio mar. De ahí su peligrosidad para los cultivos.
Hace casi 20 años que el Curacó no llega al Colorado, pero la obra que proyecta la provincia de Mendoza podría ayudar a que las lagunas que lo frenan se desborden, ya que el Atuel es uno de sus afluentes.
La Pampa mantiene un largo litigio con Mendoza por el Atuel. Fue hasta la Corte Suprema para lograr que el río fuera declarado de propiedad interprovincial.
En su ingreso a terreno pampeano, este río forma una serie de bañados de rica fauna y flora.
Aunque le quitará recursos al Colorado, el trasvase permitiría que éste llegara a La Pampa con mayores caudales, que es lo que los pampeanos buscan.
Por ahora, Mendoza está autorizada a tomar 24 metros cúbicos por segundo del Grande, pero podría sumar 10 más a ese cupo si se realizara otra obra similar: el trasvase del río Negro al Colorado (ver aparte). (AC)
Un proyecto similar
La sola idea de modificar una cuenca hídrica -conformada por la acción de la naturaleza durante siglos- entusiasma a cualquier ingeniero dedicado a esta disciplina.
Entre los estudios de aprovechamiento del agua en el norte de la Patagonia que se realizaron hasta hace dos décadas existe uno que impulsa el trasvase del agua del río Negro al Colorado.
Ese emprendimiento ayudaría a garantizar constancia en los caudales del segundo de los ríos.
Agua y Energía había desarrollado un aprovechamiento del río Negro que incluía la construcción de pequeñas presas, además del tendido de un canal que desviara una parte de sus generosos y cristalinos caudales hacia el Colorado.
El río Negro tiene por estos días un caudal del orden de los 750 metros cúbicos por segundo y el Colorado pasa por Buta Ranquil, en Neuquén, con apenas 134.
Los números muestran la magnitud de uno y otro curso de agua.
La posibilidad de emprender esta obra está plasmada en el acuerdo fundacional del Comité Interjurisdiccional del Río Colorado (Coirco), de mediados de la década del 70.
Pero en el Departamento Provincial de Aguas rionegrino se resisten a analizar esa posibilidad. (AC)
Fuente: Rio Negro on line
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