Título: CONTAMINACION EN EL RIO SAN JUAN, POR EFLUENTES
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Argentina - 08/04/2005
Investigan si es una bodega la que está arrojando líquidos tóxicos al cauce.
JOSÉ CASTRO - DIARIO DE CUYO
Para poder pasar por el puente de Caucete, sobre el río San Juan, hay que taparse la nariz por el insoportable olor a podrido que sale del cauce. Los vecinos del lugar confirman que en el verano se hace imposible vivir ahí por las emanaciones y algunos hasta hicieron varias presentaciones judiciales, desde hace años, que no encontraron eco. Mientras tanto, una alta fuente de la Subsecretaría de Medio Ambiente confirmó la contaminación en el río y que ya están investigando si es una bodega la que vuelca sus efluentes en un desagüe que desemboca en el cauce.
Mientras tanto, la misma fuente dijo que las autoridades recientemente intimaron a 120 bodegas de San Juan para que presenten el MIA (Manifiesto de Impacto Ambiental), requisito excluyente para obtener la declaración de impacto ambiental. De esta manera, podrán constatar cuáles establecimientos están tratando correctamente sus efluentes.
Al respecto, DIARIO DE CUYO tuvo acceso a una planilla oficial de Medio Ambiente en la que figura que en San Juan hay sólo dos bodegas que tienen su planta de tratamiento de efluentes en funcionamiento, como lo exige la ley provincial de Impacto Ambiental, 6.571.
"Nosotros hace años que hacemos presentaciones en la Justicia pero siempre lo tapan con algo, los de la bodega o vaya a saber quién. Lo único que sé es que acá no se puede vivir por el olor", dijo indignado Vicente Frau, que vive en la intersección del desagüe San Isidro y Canal Norte, a 500 metros de donde desembocan los efluentes.
Mientras tanto quienes transitan a diario por el puente de Caucete, se enfrentan al olor a podrido que emana del río. "Yo viajo todos los días, y cada vez es peor el olor en la zona", dijo Marcela Fuentes, que ayer viajaba en el colectivo de la línea 19, desde Caucete a Capital. Esto fue confirmado por Armando Fernández, que vive 250 metros al Este del puente. "Por la siesta y cuando se pone el sol, es cuando se hace imposible estar aquí. Pero es sólo para el verano, principalmente en la época de cosecha", aseguró Fernández.
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