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Título: La ruta 51 sufrió cortes a lo largo de 40 kilómetros..
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Argentina - 12/01/2005
Unos cuarenta kilómetros de la ruta nacional 51 -entre Campo Quijano e Ingeniero Maury- fueron virtualmente borrados de la faz de la tierra y una importante sección del ramal ferroviario C-14 está totalmente destruido.
Unos cuarenta kilómetros de la ruta nacional 51 -entre Campo Quijano e Ingeniero Maury- fueron virtualmente borrados de la faz de la tierra y una importante sección del ramal ferroviario C-14 está totalmente destruido.
Este es el panorama desolador que presenta la Quebrada del Toro en sus primeros 60 kilómetros tras el alud del domingo pasado ocasionado por una impresionante tormenta registrada en la zona serrana.
Con el tránsito clausurado para todo tipo de vehículos, maquinaria pesada de la Dirección de Vialidad trabajaba ayer intensamente en la zona de Chorrillos, donde el alud de barro, agua y piedra destrozó la ruta en unos 4 kilómetros de extensión y uno de los "rulos" del C-14, cerca del cual el famoso Tren a la Nubes efectúa un cambio de vías para ganar altura en su periplo entre los cerros.
En el sitio, sólo se podía observar grandes rocas entre los puentes del ferrocarril y rieles doblados, en tanto las topadoras de Vialidad y de la Municipalidad de Campo Quijano lograron ingresar a duras penas al cauce del río para empezar a dibujar el nuevo trazado del camino tras el derrumbe.
"Esto es un verdadero desastre. Estamos tratando de hacer una huella para habilitar el tránsito sólo para vehículos de emergencia. En estas 24 horas hemos evacuado ya a 80 personas", dijo el ingeniero Martín Albarracín, jefe de Mantenimiento de Vialidad provincial, durante una recorrida por la zona con personal técnico para realizar una evaluación final del daño que ocasionó el alud.
"Algunos pasaron con sus vehículos, otros sólo pudieron ser auxiliados caminando. Y quedaron varios rodados aún en el lugar del desastre, que no pueden ser sacados todavía por las condiciones adversas del camino", agregó visiblemente apesadumbrado el técnico.
"El camino no existe"
"Mejor dicho, ahora no existe el camino. Debemos reconstruirlo lo más urgente posible. Vamos a priorizar el transito peatonal, pero advertimos a la gente que no debe acercarse a la zona, porque es muy peligroso", definió tajante.
Según las primeras estimaciones, la reparación total del camino podría demandar varias semanas, siempre y cuando el clima lo permita.
Por su parte, Raymundo Vásquez, encargado de la Región Oeste de Vialidad, informó que "ahora vamos a llegar hasta el puente de Incamayo, que aparentemente está dañado, pero eso no está del todo confirmado. Existen varios cortes en la ruta 51 y son varios los kilómetros de trazado que han desaparecido.
Entre El Candado y estación Maury, fácilmente tenemos unos 40 kilómetros borrados. Por ello pedimos a la gente, sobre todo a los curiosos, que no se acerquen al lugar, porque la zona está muy inestable todavía y sigue el mal tiempo en los cerros".
"Nos salvamos de milagro"
La familia de Daniel Carreira y Miriam Ostinelli, un matrimonio porteño de la localidad de Ituzaingó que recorría la zona junto a su dos hijos, Víctor de 17 años y Paula de 12, vivieron el momento más dramático de sus vidas cuando al circular por la Quebrada en su camioneta alrededor de las 19.30 del domingo, observaron cómo el alud arremetía por el río Toro mientras caía una fuerte tormenta.
"Fue tremendo observar esa masa de barro, piedras y troncos que arrasaba todo a su paso por el cauce del río, mientras nosotros permanecíamos en la ruta estacionados en una orilla. Luego comenzaron a caer piedras desde la ladera del cerro y cuando mi marido decidió retroceder un alud pasó por delante nuestro. Nos quedamos mudos del susto", comentó la mujer aún atribulada por lo vivido.
"Entonces -relataron-, Daniel seguía marcha atrás con el rodado y pasamos como pudimos el puente N° 3 y nos estacionamos sobre la ruta pero en la otra orilla. El río hacía un ruido ensordecedor y la noche no nos permitía ver nada. La tormenta se hacía sentir con los truenos y relámpagos".
"Después de una hora las aguas se calmaron un poco, pero todavía trataban de sobrepasar las defensas que tenía a un costado el puente. Si el torrente lograba destruirlas no estaríamos aquí contando esta odisea", agregó la mujer.
Los Carreira pasaron la noche del domingo estacionados en esa orilla hasta que fueron socorridos, 24 horas después, por efectivos de la policía local y bomberos de Rosario de Lerma.
"Debemos agradecer al intendente de Quijano, Manuel Cornejo, que nos facilitó hospedaje para toda la familia. Aunque nos asustamos un poco, volveremos a Salta", concluyó Miriam.
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