La Organización de los Estados Americanos, para realizar los principios en que se funda y cumplir sus obligaciones regionales de acuerdo con la Carta de las Naciones Unidas, establece los siguientes propósitos esenciales:
Afianzar la paz y la seguridad del Continente;
Promover y consolidar la democracia representativa dentro del respeto al principio de no intervención;
Prevenir las posibles causas de dificultades y asegurar la solución pacífica de controversias que surjan entre los Estados miembros;
Organizar la acción solidaria de éstos en caso de agresión;
Procurar la solución de los problemas políticos, jurídicos y económicos que se susciten entre ellos;
Promover, por medio de la acción cooperativa, su desarrollo económico, social y cultural;
Erradicar la pobreza crítica, que constituye un obstáculo al pleno desarrollo democrático de los pueblos del hemisferio, y
Alcanzar una efectiva limitación de armamentos convencionales que permita dedicar el mayor número de recursos al desarrollo económico y social de los Estados miembros.