Presidenta, muchas gracias por la oportunidad, trataré de no repetir los elogios que ya se han pronunciado. No siempre soy partidario de usar adjetivos cuando se trata de asuntos políticos, quiero, sin embargo, adherirme a las palabras del ministro de la Granadina, quien señaló anteriormente, en la sesión anterior, que se trata de un momento verdaderamente histórico para la Organización de Estados Americanos.

Como es sabido, Chile no aprobó la sanción, en 1962, y en ese sentido nuestro país celebra seriamente la suspensión de la misma. Viendo el trabajo realizado, nos parece que es necesario dejar constancia y valorar la actitud y sensibilidad de los países que participaron en el grupo de trabajo oportunamente sugerido.

De los países que participaron en el grupo de trabajo de ayer, me refiero a los países de América del Sur, de América Central, del Caribe y Norteamérica, queremos reconocer al nombre del Gobierno de manera importante la disposición de Estados Unidos para acompañar la decisión de participar activamente en el consenso. De la misma manera, aseguramos la fortaleza institucional mostrada por la OEA y la consolidación de sus valores y principios, así como el alto valor político del consenso que lo legitima una vez más como el órgano adecuado para el desarrollo del multilateralismo hemisférico.

Chile la felicita a usted, Presidenta, personalmente, por la conducción y el arribo a un final feliz en esta materia tan significativa, y también a nuestro compatriota, el Secretario General de la OEA, quien no solamente estuvo presente, sino que en numerosas y algunas veces informales encuentros, prestó una contribución fundamental a la creación de este consenso. Y aquí, voy a permitirme reiterar lo que ha señalado mi colega de Brasil, y también recordar de manera muy especial las gestiones inagotables del canciller Celso Amorim, para lograr este resultado que satisface a todos los presentes.

Finalmente, sí, se puede decir que siempre se pueden mejorar las instituciones, pero en esta oportunidad, la OEA ha mostrado su temple, y con los nuevos aires de diálogo que se dieron en la Cumbre de las Américas y en esta ocasión, está contribuyendo a su reafirmación, como ya lo dijimos, como una organización, como un punto de encuentro para las ideas, proyectos y desarrollos en las Américas, desde Alaska hasta Tierra del Fuego.

Muchas gracias.